Feijóo, dispuesto a mantener el pulso y paralizar la Comisión tras un pacto con Weber para descabalgar a Ribera

El presidente del PP acordó con el líder del PPE el lunes en una videoconferencia con González Pons y Dolors Montserrat el veto a la vicepresidenta española

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, saluda al presidente del PP europeo, Manfred Weber, en un mitin de la candidatura del PP a las elecciones europeas en Barcelona, el 9 de mayo.Foto: Enric Fontcuberta (EFE) | Vídeo: EPV

El PP está dispuesto a mantener el pulso al PSOE y a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, paralizando la constitución del nuevo Ejecutivo europeo al menos otros quince días con tal de descabalgar a la socialista Teresa Ribera como futura vicepresidenta de la Comisión y comisaria de Competencia y políticas verdes. Fuentes del gabinete del líder del PP, Alberto...

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El PP está dispuesto a mantener el pulso al PSOE y a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, paralizando la constitución del nuevo Ejecutivo europeo al menos otros quince días con tal de descabalgar a la socialista Teresa Ribera como futura vicepresidenta de la Comisión y comisaria de Competencia y políticas verdes. Fuentes del gabinete del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, aseguran que no levantarán el veto a la candidata de Pedro Sánchez en ningún caso, aunque esa posición implique la parálisis del equipo de Von der Leyen como mínimo hasta el próximo 27 de noviembre, cuando debería votarse en el Parlamento Europeo, con la situación internacional sumida en la inestabilidad tras la victoria de Donald Trump. El PP de Feijóo es consciente del pulso que ha lanzado en última instancia a la conservadora alemana, que pertenece a su propio partido, con ayuda del actual líder del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, aunque admite que no sabe quién lo ganará. Feijóo pactó con Weber este pasado lunes por la mañana el bloqueo a Ribera en una conferencia junto a los eurodiputados españoles Esteban González Pons y Dolors Montserrat, según fuentes populares, y hasta el momento el líder del PP europeo está dando soporte a la estrategia del PP español, que busca desgastar al Gobierno de Pedro Sánchez tratando de corresponsabilizarlo de la tragedia de la dana.

No es el modelo Cañete, dicen en Génova, sino el modelo Macron el que persiguen con la maniobra contra Ribera. Es decir, que su intención no es solo un voto negativo, pero irrelevante contra la candidata española, como ocurrió en 2014. El PSOE, entonces en la oposición, votó en contra del exmimistro popular Arias Cañete como comisario (tras unas declaraciones machistas de este contra su rival socialista Elena Valenciano), aunque finalmente resultó elegido. El propósito del PP de Feijóo es que a Ribera le ocurra como a Thierry Breton, el comisario francés a propuesta de Emmanuel Macron que tuvo que dimitir este pasado septiembre forzado por Von der Leyen. La diferencia con la candidata española es que, mientras en el caso de Breton era conocida su falta de sintonía con la presidenta de la Comisión, Ribera cuenta con el respaldo de la conservadora alemana, que la ha elegido como su número dos, y le confirmó su apoyo este mismo miércoles. Pero el proceso de elección de la nueva Comisión se ha enmarañado con la guerra lanzada por el PP contra la candidata española, así que ahora todo está en el aire.

La dirección de Feijóo reconoce que la presidenta de la Comisión está tratando de que el PP europeo acepte a Ribera y que el pacto que habían alcanzado las tres familias, los conservadores del PPE, los socialdemócratas y los liberales, no se vaya al traste. “Von der Leyen tiene otras prioridades, quiere un Gobierno cuanto antes”, admiten fuentes de Génova. Pero su trabajo, argumentan, es otro, desgastar al Gobierno de Pedro Sánchez, y la candidata española a vicepresidenta de la Comisión es el vehículo para conseguirlo. El equipo del líder del PP está muy satisfecho de haber logrado ya esta semana posponer la votación de seis vicepresidentes y un comisario por su veto a Ribera, y se prepara, con ayuda de Weber, para mantener el órdago. Como mínimo, afirman fuentes de la cúpula popular, hasta el 27 de noviembre, cuando se debería votar en pleno el equipo al completo de la nueva Comisión, aunque para eso la semana anterior debería haberse desbloqueado el acuerdo. En todo caso, el PP admite que no sabe cómo terminará todo. Feijóo reconoció esta semana en el Congreso que “en ningún caso” el PP español tiene en su mano evitar que sea al final elegida comisaria.

La estrategia del PP se puso en marcha este pasado lunes, cuando a las 13.30 Weber se conectó a una conferencia con Feijóo y sus dos escuderos en Bruselas, González Pons y Montserrat, y aceptó defender la posición del PP español ante Von der Leyen. A esa misma hora se celebraba en la sede del PP en la calle Génova de Madrid la rueda de prensa posterior al comité de dirección, en la que el portavoz del partido, Borja Sémper, ajeno todavía a lo que se estaba pactando con el líder del PPE, defendió que “no tocaba” cuestionar la gestión de Ribera en la tragedia de la dana para “no emponzoñar más la política”. Un día después, ya con el aval del alemán a su maniobra, Feijóo cargó contra la candidata socialista en televisión acusándola de una actuación “lamentable” en la catástrofe.

El siguiente paso de Feijóo, este miércoles, fue pedir directamente a Pedro Sánchez que retire la candidatura de Ribera a la Comisión Europea y plantee a otro candidato alternativo al que el PP “no se opondría”. Los populares quieren que sea Luis Planas, ministro de Agricultura. “La Comisión Europea no puede ser el escondite de los problemas políticos y quizá judiciales de la candidata”, subrayó el líder del PP sobre Ribera, insinuando que la vicepresidenta española tendrá que responder ante la justicia por la tragedia de Valencia. Los populares pretenden que Ribera asuma responsabilidades políticas por la catástrofe, lo que puede volverse como un bumerán para que tengan que dejar caer a su barón Carlos Mazón. Génova argumenta que no está pidiendo que Ribera dimita como vicepresidenta española, sino que “no sea premiada” con el cargo de comisaria, aunque ello implique poner en jaque al menos temporalmente al nuevo Ejecutivo comunitario.

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