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Activadas las alertas en A Coruña tras la huida de un narco andaluz que no regresó al centro de reinserción donde cumplía tercer grado

Anselmo Sevillano Amaya acumulaba un amplio historial y varias condenas por tráfico de hachís

Alijo de incautado en 2014 en un pesquero amarrado en el muelle de Bonanza (Sanlúcar de Barrameda, Cádiz)
Alijo de incautado en 2014 en un pesquero amarrado en el muelle de Bonanza (Sanlúcar de Barrameda, Cádiz)ROMÁN RÍOS (EFE)

Instituciones Penitenciarias ha activado todas las alarmas por el no reingreso en el Centro de Reinserción Social de A Coruña del histórico narcotraficante de hachís andaluz Anselmo Sevillano Amaya. El narco cumplía el tercer grado y disfrutaba de un permiso penitenciario, pero no regresó. Guardia Civil y Policía Nacional rastrean el paradero del interno que acumulaba varias condenas, según fuentes próximas al Ministerio de Interior.

La última condena de Sevillano fue de 14 años de prisión, aunque por su amplio historial acumulaba deudas con la Justicia hasta finales de la presente década. En febrero pasado fue trasladado de la prisión de Córdoba a Galicia, donde logró un contrato de trabajo en A Coruña a través de un abogado que ahora le representaba en su última aventura carcelaria. El activo narco del hachís procedente de Marruecos trabajaba como chófer en la ciudad. Un empleo que le permitió obtener el tercer grado, trabajar de día y regresar al citado centro solo para dormir.

La huida del narcotraficante se produjo el pasado lunes, cuando obtuvo un permiso para acudir a un juicio en Sevilla y no regresó al Centro de A Coruña, informa Óscar López-Fonseca.

No es la primera vez que este narco andaluz vive como fugitivo. Cuando fue detenido en 2011 llevaba seis años en busca y captura por un incumplimiento de condena. Su vida carcelaria también está salpicada de incidentes y coacciones para lograr la libertad a la que en la mayor parte de los casos se opuso la junta de tratamiento. El Grupo de Estupefacientes de la Policía Judicial de Huelva detuvo a Anselmo Sevillano en 2011. Está considerado uno de los mayores traficantes de hachís de Europa por el nivel de cargamentos que movía desde Marruecos. Los agentes le sorprendieron en su lujoso chalé de la urbanización Atalaya Park, en Estepona (Málaga) donde vivía con ostentación y cinco coches de alta gama que fueron requisados junto a 60 teléfonos móviles y seis GPS náuticos con los que controlaba la logística de los desembarcos de droga.

En 2005, fue detenido junto al que entonces era su socio, Sergio Mora Carrasco, alias El Yeyo, otro peso pesado del narcotráfico en Andalucía. La policía antidroga le atribuye la mayoría de los cargamentos de hachís que se exportaban a Europa en la década de 2000 y una enorme infraestructura marítima. Sus principales mercados de distribución era Francia, Reino Unido y Holanda.

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