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El PP evita desmarcarse de Vox en la fallida moción de censura

La portavoz parlamentaria de los populares defiende su abstención con el argumento sobrevenido del respeto a Tamames y esquiva pronunciarse sobre futuros pactos con la extrema derecha

La bancada popular aplaude la intervención de su portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra (a la derecha), durante la segunda jornada del debate de la moción de censura.Foto: JAIME VILLANUEVA | Vídeo: EPV
Elsa García de Blas

No hubo sorpresas. El PP venía anticipando que el discurso de Cuca Gamarra en la moción de censura de Vox no se parecería en nada al que Pablo Casado defendió en la anterior iniciativa de los ultras. La opinión mayoritaria en el PP es que la vibrante intervención de su líder defenestrado, en la que rompió de forma contundente con la extrema derecha, perjudicó en realidad sus intereses al provocar un sentimiento de agravio en el electorado de Vox, que cerró filas con el partido. El PP de Alberto Núñez Feijóo evita en cambio enemistarse con los votantes de Vox, ya que percibe un flujo de votantes, según Génova, de un 20%; mientras tampoco se cierra puertas a futuros pactos con la formación de Santiago Abascal. La conclusión es un discurso de guante blanco de la portavoz parlamentaria popular con los ultras, a quienes ha reprochado la iniciativa de la moción, pero sin diferenciarse de sus ideas ni de su programa, frente a la fuerte censura que ha hecho del Gobierno de Pedro Sánchez.

A diferencia de Casado en la anterior moción de los ultras, en la que el Partido Popular votó en contra frente a la abstención que ha defendido ahora y Casado espetó a Vox “No es que no nos atrevamos, es que no queremos ser como ustedes”; Gamarra solo ha cuestionado la iniciativa parlamentaria de la extrema derecha. La ha calificado de “teatro” y de “mitin pagado por todos los españoles”, pero sin distanciarse de Vox. La secretaria general del PP se ha detenido incluso en mostrar respeto y “afecto personal” al candidato, Ramón Tamames, con quien la formación encuentra “elementos comunes en su relato”.

El PP de Alberto Núñez Feijóo ha evitado diferenciarse de Vox, mientras soslaya la mano tendida de Abascal. La portavoz popular ha dejado sin respuesta la invitación que formuló el martes a su partido el líder ultra para gobernar juntos. Ante los intentos del PP de desmarcarse de la moción de censura y de la extrema derecha, Abascal recordó a Feijóo que lo necesitará como socio, según el escenario que dibujan todas las encuestas. “Entendámonos mañana para ofrecer a los españoles una alternativa sólida”, exhortó el líder de los ultras al PP. Gamarra ha obviado este miércoles esa invitación, como si no hubiera existido.

La estrategia del partido de Feijóo es ignorar a Vox y ponerse de perfil ante una moción de censura que le es incómoda. Tanto es así que el líder popular ha guardado un espeso silencio los dos días de debate parlamentario. El martes se fue a la embajada de Suecia, lo que despertó las críticas de Vox por “hacerse el sueco”, y este miércoles ha puesto tierra de por medio viajando a Bruselas. Está previsto que esta tarde-noche se reúna con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de su misma familia política, una imagen que el PP quiere contraponer al “circo” de la moción que se ha celebrado en el Parlamento. La “incomparecencia” de Feijóo ha sido destacada por otros que también tienen como objetivo echar a Pedro Sánchez del poder, por poco proactivo. “Pretende que le caiga el Gobierno como fruta madura”, le ha reprochado a Feijóo desde la tribuna la portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas, mientras en los círculos de opinadores y periodistas empieza a destacarse el tancredismo del líder del PP.

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Feijóo ha elegido la abstención, en lugar de un voto en contra a pesar de que el discurso del PP es muy crítico con la iniciativa, que en las últimas semanas venía descalificando como un “show”. Pero incluso algunos diputados populares reconocen que la parte más frágil del discurso de la portavoz ha estado en la “debilidad” del argumento para justificar su voto. Un argumento sobrevenido, frente a lo que había dicho Feijóo hace unas semanas. Gamarra ha justificado durante el debate la abstención del PP en la moción de censura por la consideración que le merece Ramón Tamames. “No vamos a votar a favor por respeto a los españoles, y no vamos a votar en contra por respeto a usted, señor Tamames”, ha defendido la secretaria general. Sin embargo, en diciembre, cuando anunció que el PP se abstendría, Feijóo dijo que su voto sería el mismo incluso si Santiago Abascal fuera el candidato. “No, no vamos a votar. Oponernos a una moción de censura en España no lo vamos a hacer”, afirmó entonces el líder popular preguntado por qué haría si el líder de Vox se presentara como aspirante a la presidencia del Gobierno.

Gamarra ha dirigido todas sus invectivas contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez, que ha denostado como “uno de los más caóticos, cainitas e inestables de la UE”, y ha pedido al presidente del Gobierno que convoque elecciones anticipadas. “Ahórrenos estos meses agónicos y de este Gobierno en descomposición. Por una vez haga algo noble, y convoque. Váyase”, ha instado la portavoz popular. En la petición de elecciones anticipadas el PP coincide con Vox, y ese era supuestamente el propósito de la moción de censura, pero los populares tampoco han votado a favor.

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Sobre la firma

Elsa García de Blas
Periodista política. Cubre la información del PP después de haber seguido los pasos de tres partidos (el PSOE, Unidas Podemos y Cs). La mayor parte de su carrera la ha desarrollado en EL PAÍS y la SER. Es licenciada en Derecho y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid y máster en periodismo de EL PAÍS. Colabora como analista en TVE.

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