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España y Marruecos acuerdan seguir con los preparativos para abrir las aduanas de Ceuta y Melilla pero sin fijar fecha

Sánchez anuncia un compromiso para eludir “todo aquello que sabemos que ofende a la otra parte en lo que afecta a la soberanía”

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer ministro marroquí, Aziz Ajanuch, esta mañana en Rabat. Foto: JALAL MORCHIDI (EFE) | Vídeo: EFE

España y Marruecos han acordado este jueves continuar las pruebas en las aduanas de Ceuta y Melilla para su futura apertura, pero sin fijar ninguna fecha para que empiecen a funcionar. “Las dos partes reiteran su compromiso con la plena normalización de la circulación de personas y mercancías de manera ordenada, incluyendo los dispositivos adecuados de control aduanero y de personas a nivel terrestre y marítimo. Las partes tienen en cuenta las conclusiones de la prueba piloto del 27 de enero y continuarán esta serie de pruebas según el calendario acordado para superar cualquier posible eventualidad”, señala la declaración conjunta de 74 puntos difundida al término de la Reunión de Alto Nivel (RAN) celebrada en Rabat.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha mostrado “muy satisfecho del éxito de la primera expedición comercial a través de las aduanas de Ceuta y Melilla”, en alusión al paso de dos camionetas cargadas con mercancías por los pasos fronterizos de El Tarajal y Beni Enzar; y ha garantizado que estas aduanas seguirán “abriéndose de manera ordenada y progresiva hasta llegar a la plena normalización del paso de personas y mercancías”, pero sin aventurar cuándo.

El Gobierno español anunció inicialmente que la apertura de las aduanas tendría lugar antes de la cumbre bilateral celebrada este jueves en Marruecos. El pasado viernes, tras la realización de las pruebas piloto en ambas fronteras, alegó que sería en la RAN donde se diseñaría “un calendario que permita el comercio entre los dos países con todas las garantías”. El calendario se ha discutido, pero no incluye fecha de apertura. Según fuentes gubernamentales, por “razones de seguridad”. Según otras, porque Marruecos sigue arrastrando los pies en un asunto que se puede interpretar como un reconocimiento implícito de la soberanía española sobre las dos ciudades autónomas.

La apertura de la aduana de Ceuta y la reapertura de la de Melilla constituyen las medidas con mayor simbolismo político obtenidas por España en contrapartida por el giro de su tradicional posición sobre el Sáhara, en la carta que Pedro Sánchez remitió a Mohamed VI en marzo pasado, en la que calificó la oferta marroquí de autonomía para a la excolonia española como “la base más seria, realista y creíble” para solucionar el contencioso.

Sánchez no se ha referido ni una sola vez al Sáhara durante su estancia de poco más de 24 horas en Rabat, pero en el comunicado conjunto se dice que España “reitera la posición expresada en la declaración conjunta” del pasado 7 de abril; es decir, su apoyo al plan marroquí de autonomía. Por su parte, el primer ministro marroquí, Aziz Ajanuch, ha elogiado repetidamente el cambio de posición de Madrid. “España tuvo el valor de adoptar una visión histórica y realista, lo cual valoramos aquí”, dijo el miércoles, arrancando una ovación de los asistentes al foro empresarial.

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Los gobiernos de Madrid y Rabat se han comprometido a evitar declaraciones públicas y pronunciamientos que pongan en cuestión sus respectivas posiciones en materia de soberanía. Así lo ha asegurado Sánchez: “Hemos asumido un compromiso de respeto mutuo, por el que en nuestro discurso y en nuestra práctica política vamos a evitar todo aquello que sabemos que ofende a la otra parte; especialmente, en lo que afecta a nuestras respectivas esferas de soberanía”, ha dicho el presidente, en alusión a Ceuta y Melilla, por parte española; y al Sáhara, por parte de Marruecos, que considera propio ese territorio pendiente de descolonización según la ONU.

El documento final de la cumbre incluye un punto referido a los derechos humanos, en el que se afirma que ambos países reiteran “su compromiso con la protección y la garantía de estos como base imprescindible para la convivencia democrática, el Estado de derecho y la buena gobernanza, y acuerdan reforzar su cooperación en este ámbito”. A continuación, la declaración ensalza “la dinámica de apertura, progreso y modernidad que vive Marruecos, bajo el liderazgo activo de Su Majestad el rey Mohamed VI”.

Sánchez ha recordado que los dos países ya se comprometieron en la hoja de ruta pactada el 7 de abril, cuando Mohamed VI le recibió en Rabat, a basar sus relaciones en “la transparencia y la comunicación permanente”, renunciando a los “hechos consumados” a los que ha recurrido con frecuencia Marruecos en el pasado reciente, con el cierre de la aduana de Melilla o la delimitación unilateral de sus aguas frente a Canarias. Según Sánchez, los dos países han reafirmado “la vigencia e integridad de todos los acuerdos” entre ambos, incluidos los que fijaron las fronteras de Marruecos tras su independencia, reconociendo la españolidad de Ceuta, Melilla y los Peñones.

El acercamiento entre los dos países se ha escenificado en el auditorio del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rabat, donde los 25 ministros asistentes –11 del lado español y 14 del marroquí— han rubricado 19 acuerdos (declaraciones sin fuerza legal), que afectan a áreas tan diversas como migraciones y cooperación; agua, agricultura y medio ambiente; transportes e infraestructuras, educación y cultura, y turismo. La delegación española incluyó en su lista tres protocolos, como el relativo a la cesión a Marruecos del Teatro Cervantes de Tánger, para alcanzar el listón histórico de 22 acuerdos suscritos en una Reunión de Alto Nivel.

Sánchez ha destacado el acuerdo para poner en marcha “un diálogo reforzado político y de seguridad, con un mecanismo para dar seguimiento sistemático al cumplimiento de los acuerdos”; una “asociación económica avanzada, que desarrolle nuevos proyectos de inversión” para acompañar el desarrollo económico de Marruecos; y un “nuevo partenariado para estrechar lazos sociales y culturales”. Además, ha ofrecido su apoyo a Rabat, que ya tiene un “estatuto avanzado” en la UE, para dar un “salto cualitativo” en sus relaciones durante la presidencia española de la Unión, en el segundo semestre de este año.

En su comparecencia conjunta con Ajanuch antes los medios de comunicación, en la que no han admitido preguntas, Sánchez ha reivindicado “el clima de confianza mutua y genuina cooperación” entre los dos países como nunca antes había existido. “Somos mucho más que vecinos”, ha enfatizado.

La Reunión de Alto Nivel (RAN), que el Gobierno español ha calificado de “histórica” y que no se celebraba desde 2015, se ha visto deslucida por la ausencia de Mohamed VI, que el miércoles por la mañana, antes de que despegara de Madrid, llamó a Pedro Sánchez y habló media hora con él por teléfono, pero no le ha recibido en audiencia como es habitual en las visitas de altos mandatarios. El rey de Marruecos se encuentra desde finales de diciembre en una mansión en Gabón donde pasa temporadas de vacaciones.

Aznar lamenta la "humillación" de Marruecos y que Sánchez "se deje desairar"

EFE

El expresidente del Gobierno José María Aznar ha lamentado este jueves "la humillación" de Marruecos y que el presidente del Ejecutivo central, Pedro Sánchez, "se deje desairar", y ha advertido de que en política internacional "cuando te hacen un traje, cuando te toman la medida, te la toman para siempre". "A mí me molesta mucho que el presidente del Gobierno sea desairado, pero me molesta más que el presidente del Gobierno de España se deje desairar. Cuando uno no se deja desairar hay cosas que no pasan", ha señalado Aznar en un foro celebrado en Tomares (Sevilla).

El expresidente popular ha criticado que Sánchez decidió cambiar la política que mantenía España con Marruecos y el Sáhara durante décadas, pero lo hizo sin hablar ni intentar pactarlo con la oposición, ni siquiera hubo "un solo minuto ni una comparecencia parlamentaria" en el Congreso. "Hemos perdido las relaciones con Argelia y somos humillados por Marruecos, es difícil tener un éxito mayor", ha ironizado. Aznar ha opinado que el rey de Marruecos, que tiene "años de experiencia" y un "talento grande" defiende los intereses de su país, pero lo que a él le gustaría es que los intereses de España "estuvieran mejor defendidos". Ha indicado que el papel de España sobre el Sáhara "era un deber español" y una responsabilidad, lo que se ha hecho es "abdicar" de ella, por lo que ha cuestionado "por qué se renuncia si es nuestra obligación". 

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