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Alberto Rodríguez confirma que será candidato a la presidencia de Canarias con su marca y Podemos marca límites a su liderazgo

El partido liderado por Belarra descarta que su ‘ex número tres’ pueda ser cabeza de lista de una confluencia en las islas

El exdiputado y líder del Proyecto Drago, Alberto Rodríguez, durante una entrevista el pasado octubre en Fasnia (Santa Cruz de Tenerife). Foto: RAFA AVERO | Vídeo: EPV
Paula Chouza

La pugna por el liderazgo del espacio a la izquierda del PSOE ha abierto este lunes un nuevo frente, esta vez en Canarias. Después de que en octubre el ex número tres de Podemos Alberto Rodríguez anunciase la creación un proyecto político propio, de “obediencia canaria”, para concurrir a las elecciones autonómicas y municipales de mayo, esta mañana el exdiputado ha oficializado la intención de presentarse como cabeza de lista de su nueva marca, Proyecto Drago.

Rodríguez, que abandonó la militancia de Podemos nada más perder el acta, hace ya más de un año, busca ahora abrir su espacio a otros actores políticos y sociales del archipiélago, aunque la confluencia con su antiguo partido resulta en este momento complicada. El exparlamentario se ha mostrado crítico en estos meses con el trabajo desplegado por su antigua formación en las islas y Podemos ha marcado límites este lunes a su liderazgo. “Tenemos a la mejor candidata, Noemí Santana [actual consejera de Derechos Sociales], y estamos convencidos de que va a ser capaz de articular un proyecto de unidad de la izquierda lo más plural, diverso y representativo de la realidad social en Canarias”, ha defendido tajante uno de los portavoces de la formación, Pablo Fernández, en rueda de prensa.

El partido ha cerrado filas con la candidatura de Santana, que fue ratificada en las primarias de Podemos celebradas el mes pasado, y ha cuestionado los pasos dados por Rodríguez. “El proyecto de Alberto acaba de surgir, surge prácticamente de la nada”, ha desdeñado el diputado autonómico en las Cortes de Castilla y León. “El que tendría que integrarse en un proyecto más amplio y unitario tendría que ser Alberto Rodríguez”, ha asegurado Fernández antes de reiterar que la unidad “es lo más importante”. El portavoz se ha mostrado abierto a que haya acuerdos para “ensanchar el espacio progresista”, pero con su formación a la cabeza: “Es indiscutible que en Canarias quien está marcando el paso y mejorando la sociedad es Podemos, con Noemí Santana al frente”.

Poco antes, el exsecretario de Organización del partido comunicaba su decisión en una entrevista en la Televisión Canaria. “Les anuncio que acepto el envite que muchísimas personas me lanzaron (tanto dentro como fuera de nuestro espacio), que no es otro que el de encabezar la lista autonómica como candidato al Gobierno de Canarias. No me taparé tras una lista insular que me dé seguridad, nuestro proyecto quiere ser una fuerza de Canarias y su candidato lo será también en todas y cada una de las islas”, ha justificado Rodríguez. Al presentarse en la lista autonómica, la intención del exdiputado es lograr el respaldo de todo el territorio (no de una única isla), aunque para salir elegido necesita más votos que en el caso de las candidaturas insulares.

Rodríguez, condenado en el Tribunal Supremo por darle una patada a un policía durante una manifestación en La Laguna en 2014, se encuentra fuera de la política institucional desde hace un año. Tras la pena de 45 días de cárcel —sustituida por una multa— e inhabilitación para el derecho al sufragio pasivo impuesta en el alto tribunal, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, decidió quitarle el acta de diputado. Aquella acción, denunciada entonces por Podemos, que incluso amagó con una querella por prevaricación contra Batet que nunca llegó a presentar, abrió una herida en el Gobierno y el grupo parlamentario que desembocó en la salida de Rodríguez de la formación ya al día siguiente. El exdiputado ha sido crítico desde entonces con su partido. “Lo que hubiera sido difícil es hacer menos de lo que se hizo. No hubo nada. Bueno, sí, unos cuantos tuits, algunas declaraciones grandilocuentes, pero después se pasó sin pena ni gloria”, denunciaba Rodríguez en una entrevista a EL PAÍS en octubre.

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“La intención de Proyecto Drago es la de abrirse a la confluencia con todos aquellos espacios políticos y sociales de Canarias cuyos objetivos puedan ser conciliados en una propuesta electoral que se decida en las islas y que no tengan miedo a cambiar el modelo de desarrollo que nos condena”, afirma el comunicado de la organización, que recoge las palabras de Rodríguez este lunes, en las que reconoce que “ya hay, y se abrirán cuantas conversaciones sean precisas” para intentar alcanzar acuerdo de cara a las listas insulares al Parlamento de Canarias, a los Cabildos y al menos a las ciudades más pobladas del archipiélago. Fuentes del proyecto precisan que han mantenido ya conversaciones informales con todas las formaciones (algunas de carácter insular, como Lanzarote En Pie) y aunque han sido invitados a participar en una mesa con otros partidos, consideran que su espacio se encuentra “en construcción”, todavía es pronto y esperan estar en disposición de iniciar esa negociación política “antes de finalizar enero”.

Por el momento, Podemos, Izquierda Unida, Sí se Puede, Más País y Equo mantienen conversaciones para una futura candidatura conjunta. Fuentes de IU (que en 2019 concurrió por separado) señalan que de cara a las municipales y autonómicas, el partido sigue en Canarias la misma línea que en el resto del Estado para tratar de llegar a las confluencias “más amplias posibles, empezando por Podemos”, una decisión que corresponderá, en todo caso, a la dirección territorial. No obstante, a diferencia de la organización de Ione Belarra, dirigentes de esta formación ven con buenos ojos la figura de Rodríguez, a la que reconocen como un referente en las islas.

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Sobre la firma

Paula Chouza
Periodista de Política en EL PAÍS. Participó en el lanzamiento de EL PAÍS América en México. Trabajó en el Ayuntamiento de A Coruña y fue becaria del Congreso de los Diputados, CRTVG o Cadena SER. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, Máster en Marketing Político y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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