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Narcos, hoteles de lujo y un ‘ferrari’: el camino que condujo a la policía hasta el hijastro de la alcaldesa de Marbella

Un seguimiento a tres traficantes suecos aterrizados en Barcelona llevó hasta Joakim Broberg, procesado por pertenecer a una “organización criminal”

Los investigadores registran un inmueble durante la Operación Candinavia, que implicó la detención de Joakim Broberg y su padre.
Los investigadores registran un inmueble durante la Operación Candinavia, que implicó la detención de Joakim Broberg y su padre.

7.00. Cinco agentes de la Policía Nacional se apostan en la terminal 1 del aeropuerto de El Prat de Llobregat (Barcelona). Es 14 de septiembre de 2018 y el día anterior han recibido una petición de ayuda de Suecia para una operación internacional contra el tráfico de drogas. Los investigadores creen que van a llegar a la capital catalana tres presuntos narcos, todos ellos con documento de identidad del país nórdico: Hamo Boodahian, Chihab Lamouri y Milos Tadic, de 25, 30 y 34 años, respectivamente. Sus sospechas se confirman al comprobar que los tres han embarcado en un avión de Vueling procedente de Madrid, que salió a las 6:45 y que aterrizará a las 8.05 en Barcelona. Así comienzan unas pesquisas que poco después, y de manera inesperada, acabarán llevando la investigación a Marbella (Málaga) y a la familia de su alcaldesa, Ángeles Muñoz (PP). La Audiencia Nacional ha procesado cuatro años después al marido y al hijastro de esta por formar parte de una red de narcotráfico y blanqueo. Ella se mantiene en el cargo.

8.10. Uno de los policías logra hacer contacto visual con los tres sospechosos. Según el sumario, al que ha tenido acceso EL PAÍS, el agente observa cómo “salen del finger” (la pasarela que une el avión con la terminal) y “emprenden camino a la zona de recogida de maletas”. Tras recuperar su equipaje, los “objetivos” paran a fumarse un pitillo en una de las salidas peatonales del aeropuerto, suben a un taxi y se dirigen hacia Barcelona. En concreto, al Majestic, un exclusivo hotel de cinco estrellas ubicado en el paseo de Gracia, al que llegan a las 09:15. Ahora toca esperar, pero aprovechan las horas muertas para visitar tiendas cercanas de Chanel, Dior y Hugo Boss.

12.45. En este instante se produce un momento clave para las pesquisas. Los tres presuntos narcos salen del hotel y caminan hasta el cruce del paseo de Gracia con la calle Mallorca, donde se paran. Allí, se les acerca “un varón de unos 45 años, de complexión atlética y fuerte, de 170 centímetros de altura, piel morena, cara redonda y pelo corto moreno”, que luce en el antebrazo izquierdo “un tatuaje, al parecer, de una virgen”. Juntos, entran a un restaurante y permanecen hasta las 14.00, cuando salen y se despiden. Los investigadores ponen entonces la lupa en ese hombre, al que siguen hasta un aparcamiento, donde se sube a un Ferrari 458 rojo antes de perderse entre el tráfico. Sin saberlo todavía, los policías han dado con la tecla que los conducirá hasta Joakim Broberg y Lars Gunnar Sune Broberg, hijastro y marido, respectivamente, de la alcaldesa marbellí.

Los agentes averiguan que aquel individuo desconocido se ha encargado de reservar la habitación donde se alojan los tres presuntos narcos. Lo ha hecho bajo el nombre de Aboode Hadi Aboode, una identidad falsa tras la que se esconde Ahmet Celal Cinkitas, uno de los principales narcos de Suecia. “Ahmet tiene en estos momentos a España como su base principal para cometer estos delitos”, advierten rápidamente las autoridades del país nórdico a la Policía, que sigue desenredando la madeja. Según consta en el sumario, los investigadores descubren que parte de su presunta organización criminal opera en la Costa del Sol. Y justo en este punto de la Península se ha asentado Anders Nilsson, el tío político de Cinkitas.

El hombre identificado como Ahmet Celal Cinkitas en el interior del hotel Majestic, captado por las cámaras de seguridad.
El hombre identificado como Ahmet Celal Cinkitas en el interior del hotel Majestic, captado por las cámaras de seguridad.
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“Nilsson es considerado por las autoridades suecas como el socio y líder, junto a Cinkitas, de la organización de narcotraficantes encargada de proveer, a través de sus contactos en España, a las distintas redes que operan en Suecia”, subrayan los agentes en un informe. Un entramado que ha dejado episodios violentos a sus espaldas —se le vincula con sicarios, tiroteos e intentos de asesinato— y que también conecta con Ivan Cicak, otro presunto criminal dedicado al tráfico de hachís y cocaína, que había comenzado a invertir en Marbella. Precisamente, Cicak y Nilsson precipitarán finalmente la caída de Joakim Broberg.

Los investigadores consiguen establecer conexiones entre los narcos suecos y el hijastro de la alcaldesa, también originario de aquel país. El 5 de febrero de 2019, Broberg y Nilsson “coinciden” en un ferry entre Tánger y Tarifa; el 28 de marzo de ese año, los dos y Cicak “coinciden” en un local del centro comercial Plaza de Marbella, donde el familiar de Ángeles Muñoz tenía su “base de operaciones” y fijó la sede de gran parte de sus empresas; el 23 de mayo, Nilsson y Broberg “son vistos” en un Starbucks... Demasiadas “coincidencias” para los agentes, que primero creen que el hijastro ayuda en operaciones de blanqueo —detectan movimientos de dinero hacia Cicak— “debido a su posición predominante en la sociedad marbellí y su dominio del negocio inmobiliario de la zona, negocio atractivo y de lujo, en el que pueden invertirse grandes sumas monetarias”. Después, sin embargo, comprueban que ha ido más allá: “Se ha constatado, a través de la interceptación de su teléfono móvil, su implicación en el tráfico de drogas”, destacan en sus conclusiones.

De izquierda a derecha, las fotografías de Anders Nilsson, Ivan Cicak y Joakim Broberg que constan en uno de los informes policiales del sumario.
De izquierda a derecha, las fotografías de Anders Nilsson, Ivan Cicak y Joakim Broberg que constan en uno de los informes policiales del sumario.

Aunque de cara a la luz pública era un “conocido empresario afincado en Marbella desde hace más de 20 años”, Joakim Broberg es, según el sumario judicial, el “jefe” de un grupúsculo de delincuentes dedicado al tráfico de drogas asentado en la ciudad malagueña, que coopera con otros clanes criminales suecos y que forma parte de una cadena para llevar estupefacientes (como marihuana) al país nórdico. Nacido en Gotemburgo en 1973, él mismo “se ocupaba de mantener contactos con proveedores y clientes”, reza una resolución del juez Manuel García-Castellón, que lo citó el pasado jueves en la Audiencia Nacional para comunicarle su procesamiento. Broberg está en libertad. Su padre, Lars Gunnar, de 79 años y marido de la alcaldesa, le ayudaba también supuestamente en el blanqueo del dinero, aunque la causa contra Gunnar se encuentra paralizada debido a su deterioro mental.

La derivada política

En las pesquisas no se apunta a Ángeles Muñoz, que en pleno escándalo ha ampliado su declaración de bienes en el Senado (también es senadora) incluyendo, entre otras cosas, la propiedad de una vivienda en Suecia; pero los investigadores sí mencionan su figura. Según los agentes, las intervenciones telefónicas desvelan que Joakim Broberg tiene “gran influencia” en el Ayuntamiento de Benahavís, localidad limítrofe, y “esto es debido a las relaciones de parentesco con la regidora marbellí”, que antes fue teniente de alcalde de ese otro municipio. “Esta influencia la utilizaría en su propio beneficio”, recalcan sobre el hijastro, que se jacta del poder de los suyos: “Tenemos la Junta de Andalucía, tenemos Marbella, tenemos Estepona, tenemos todo. La ciudad es nuestra. Básicamente, tenemos toda la jodida Andalucía”, aseguraba a un compatriota en mayo de 2019, como adelantó eldiario.es.

La alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, en una rueda de prensa.
La alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, en una rueda de prensa. AYTO MARBELLA (Europa Press)

Unas palabras a las que restan importancia en el Consistorio que lidera Muñoz. Fuentes de su equipo insisten en que Broberg es “un bocazas, un descerebrado y un bala perdida”. Por su parte, el PP repite que el PSOE ha impulsado una campaña para desprestigiar a la regidora. Ella se ha desmarcado una y otra vez de la investigación: “Ni mi marido está en el procedimiento ni el Ayuntamiento tiene absolutamente nada que ver. Ni, por supuesto, yo como alcaldesa”, afirmó la popular el pasado octubre, según recogió Europa Press, antes de amenazar con llevar a los tribunales a quien la relacionara con el caso. El PP la ha ratificado, además, como candidata para las próximas elecciones municipales.

Un problema estructural

La existencia de una compleja trama de narcos en Marbella no es nueva. La ciudad se ha convertido en un relevante centro de operaciones del crimen organizado. “Estamos desbordados”, hacen hincapié fuentes policiales, que destacan la gran cantidad de nacionalidades de las bandas que operan en la zona: de colombianos a suecos, de albaneses a polacos u holandeses. Y no solo son los subordinados los que se asientan en la Costa del Sol: también los jefes, que buscan disfrutar del lujo en un entorno anónimo, mientras controlan el suministro de hachís, marihuana o cocaína gracias a los constantes alijos en las playas del entorno y del Campo de Gibraltar, o la cercanía del Puerto de Algeciras. “Y cada vez son más, el número de grupos no para de crecer”, explican las mismas fuentes.

Un agente de la Guardia Civil vigila en el registro de una vivienda en Marbella durante una operación policial contra el blanqueo de capitales procedente del narcotráfico, en febrero.
Un agente de la Guardia Civil vigila en el registro de una vivienda en Marbella durante una operación policial contra el blanqueo de capitales procedente del narcotráfico, en febrero.EUROPA PRESS (Europa Press)

Según fuentes de la Administración marbellí, los narcos se aprovechan de un problema estructural que la ciudad arrastra desde la etapa en la que gobernó el Grupo Independiente Liberal (GIL), que lideró el ya difunto Jesús Gil, y que acabó con la disolución del Consistorio en 2006 tras la Operación Malaya, cuando el Gobierno puso al frente una gestora. “Malaya sirvió para limpiar a la clase política, pero la base quedó igual y hay vicios que se mantienen vivos”, subrayan estas fuentes. Muñoz llegó a la alcaldía en 2007 y, salvo entre 2015 y 2017, ha gobernado hasta hoy. “Y el ladrillo sigue mandando en la ciudad”, añaden estas fuentes, que inciden en cómo el sector inmobiliario es uno de los preferidos por los traficantes para blanquear su dinero, como hacía supuestamente el propio hijastro de la alcaldesa.

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