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El incendio de Vall d’Ebo sigue descontrolado, alcanza 9.500 hectáreas en un perímetro de 65 kilómetros y plantea más desalojos

El fuego en Añón de Moncayo, que ha quemado 6.000 hectáreas en Zaragoza, se da por estabilizado y se autorizan los primeros regresos de los evacuados

Una avioneta realiza una descarga de agua sobre las llamas que avanzan hacia una zona de viviendas en la Atzubia.
Una avioneta realiza una descarga de agua sobre las llamas que avanzan hacia una zona de viviendas en la Atzubia.Natxo Francés (EFE)
Alicante / Madrid / Castellón -

Los dos grandes incendios forestales en Añón de Moncayo (Zaragoza) y Vall d’Ebo (Alicante) por los que se han sido desalojadas más de 2.500 personas el fin de semana y que han quemado más de 15.000 hectáreas evolucionan de forma desigual. En Alicante, donde las temperaturas siguen siendo bastante altas, las llamas siguen sin control, arrasan 9.500 hectáreas en un perímetro de 65 kilómetros y las autoridades se están planteando el desalojo de más municipios. El fuego de Añón de Moncayo ha quedado estabilizado a las 13.00 de este lunes y poco después se ha autorizado el regreso de las primeras localidades. La última estimación de superficie afectada del incendio de Aragón rebaja a 6.000 las hectáreas abrasadas en un perímetro de 50 kilómetros. Las llamas no han llegado a irrumpir en ningún núcleo de población, ni en el Parque Natural del Moncayo, según ha informado el Gobierno aragonés. Sí que han quemado monte de carrasca, pinar, matorral y también cultivos.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha ofrecido al jefe del Consell, Ximo Puig todos los medios necesarios para frenar el avance de las llamas en el incendio de Vall d’Ebo, según ha informado la consejera de Justicia de la Generalitat, Gabriela Bravo. Tres son los factores principales que están dificultando la extinción del incendio de Vall d’Ebo, en la comarca de la Marina Alta, fronteriza con Valencia. El primero, la presencia de mucha masa forestal, que actúa como combustible para las llamas, explica a EL PAÍS el secretario autonómico de Seguridad y Emergencias, José María Ángel. Además, la orografía, con un terreno muy montañoso y con desniveles de más de 70 metros que impiden las labores de extinción desde tierra. Y por último, el microclima de los valles afectados, que alimentaron el chispazo inicial, producido el pasado sábado por el rayo de una tormenta seca cuando la temperatura había ascendido a más de 40º y con el viento soplando a rachas de gran velocidad.

En estas condiciones, el combate más efectivo contra el avance de las llamas se produce desde el aire, con 15 medios aéreos de los consorcios provinciales de Bomberos y de la Unidad Militar de Emergencias (UME). La Generalitat valora la posibilidad de pedir más recursos al Gobierno, pero la presencia de brigadas aerotransportadas tampoco puede ser excesiva, ya que el humo generado por el siniestro, que se percibe desde diferentes puntos de las comarcas cercanas a la Marina Alta, dificulta la visualización, por lo que también se debe generar un marco de seguridad para los pilotos, ha explicado la consejera Bravo.

En la zona trabajan aviones y helicópteros, junto a los 174 efectivos. Se vigila la frontera con la provincia de Valencia, con la vista puesta en municipios como Villalonga, y el Puesto de Mando Avanzado (PMA) que coordina las actuaciones. El fuego ha obligado a desalojar también las localidades de Castell de Castells, con 425 habitantes; Tollos, que con 37 personas censadas es el municipio más pequeño de la provincia, Famorca (45 personas); Fageca (105); Beniaia, que pertenece a Tollos, y la Vall d’Alcalà (163), según ha informado el Consorcio Provincial de Bomberos de Alicante. En total, alrededor de 1.500 personas han sido evacuadas.

Peligro en Castellón

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La Comunidad Valenciana lucha contra otros dos incendios: el de Calles (Valencia), estabilizado; y el de Useres (Castellón), con una evolución favorable. El de Useres, que afecta a unas 800 hectáreas, presenta unas perspectivas “muy optimistas”, en opinión de Ángel. El panorama meteorológico augura un considerable aumento de la humedad, que facilitará las labores de extinción, aunque el seguimiento de los partes que emite la Agencia Española de Meteorología (AEMET) es constante, subraya Bravo.

Buena parte de la superficie afectada de Castellón ya sufrió el importante incendio del año 2007, aunque actualmente la zona se hallaba completamente repoblada. El área afectada por las llamas, que empezaron a mediodía del domingo, es abrupta y repleta de pequeños barrancos, lo que supone una dificultad añadida. El incendio ha afectado terreno de los términos municipales de les Useres, Costur, Lucena y Figueroles.

Además, a primera hora de la tarde se ha declarado otro incendio en la provincia, en el término municipal de Bejís, que ha obligado a desalojar a unas 60 personas de las aldeas de la zona y el camping Los Cloticos, según ha informado el 112.

Vuelta a las casas tras las llamas

La bajada de la temperatura y de la intensidad del viento han sido cruciales para contener el incendio de Añón de Moncayo, que ha evacuado a 1.500 personas de ocho municipios. Los núcleos que han recibido el visto bueno para que sus vecinos regresen son Trasmoz, Bulbuente, Vera de Moncayo, Alcalá de Moncayo, Ambel, Talamantes y la urbanización Cumbres del Moncayo. Este lunes se mantiene un amplio dispositivo de 350 efectivos, en el que siguen colaborando medios de Navarra, La Rioja y Castilla La Mancha. El presidente aragonés, Javier Lambán ha atribuido “la buena evolución” al trabajo de los operativos, la solidaridad de las comunidades autónomas vecinas y a la meteorología favorable. “Prudencia, no obstante”, ha pedido. “Estabilizado no significa que el incendio esté controlado, vamos a mantener un despliegue muy importante de medios durante todo el día de hoy para atender a cualquier reproducción”, ha añadido el director general de Medio Natural y Gestión Forestal, Diego Bayona.

El Gobierno de Aragón pidió a la población por la mañana que no regresaran a sus viviendas hasta que se autorizara formalmente. “Entendemos las ganas que tienen de volver a sus casas, de ver cómo están sus municipios, sus viviendas. (...) pero ha sido un incendio muy importante”, ha apuntado la directora general de Interior y Protección Civil, Carmen Sánchez. Los vecinos están realojados en Tarazona, Borja, Magallón, Torrellas y Pozuelo. “Tenemos que asegurar que los suministros que se han perdido, tanto el eléctrico como el de agua de boca, se hayan restablecido para que puedan volver en las mejores condiciones”, ha añadido la directora general. Todas las carreteras cerradas por el incendio forestal han quedado reabiertas al tráfico.

La zona con mayor actividad este lunes está en la cabeza del incendio, situada en la muela de Borja. Se ha logrado mantener el perímetro en Añón de Moncayo y Ambel. “Con un análisis más fino, gracias al satélite, la superficie afectada se estima en 6.000 hectáreas”, ha precisado Bayona. Los datos provisionales facilitados este domingo calculaban que el fuego había dañado unas 8.000 hectáreas en un perímetro de 50 kilómetros.


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