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El rey emérito regresa a Abu Dabi tras una larga charla con Felipe VI y sin dar explicaciones

La Casa del Rey mantiene la opacidad sobre la visita de 11 horas de Juan Carlos I a La Zarzuela

El rey emérito Juan Carlos I, a su salida de Madrid con dirección Abu Dabi tras su visita a España, en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, el lunes.Foto: JOSÉ VELASCO (EUROPA PRESS) | Vídeo: EPV
Miguel González

El rey emérito ha salido del Palacio de la Zarzuela pasadas las nueve de la noche de este lunes tras pasar 11 horas en la que fue su residencia durante 57 años. Juan Carlos I se ha reunido con Felipe VI, y ambos “han mantenido un tiempo amplio de conversación sobre cuestiones familiares, así como sobre distintos acontecimientos y sus consecuencias en la sociedad española desde que el padre del Rey decidió trasladarse a Abu Dabi el 3 de agosto del año 2020″, según un escueto comunicado de la Casa del Rey.

A continuación, el rey emérito ha participado en una comida familiar a la que han acudido los reyes Felipe VI y Letizia, y su hija menor, la infanta Sofía; la infanta Elena y sus hijos; y la infanta Margarita, hermana de Juan Carlos I, y su esposo, Carlos Zurita. Según ha explicado la casa real, la reina Sofía “no ha podido compartir el almuerzo al haber dado positivo por covid a su regreso de Miami, aunque ha permanecido con el resto de la familia en el salón del almuerzo provista de la preceptiva mascarilla y las medidas de ventilación correspondientes”.

Doña Sofía regresó el domingo de Miami (Estados Unidos), donde participó en los actos conmemorativos del 500º aniversario de la primera circunnavegación del globo por parte de la expedición Magallanes-Elcano. Precisamente, la ausencia de su esposa se había esgrimido para justificar implícitamente que el rey emérito acudiera a Sanxenxo (Pontevedra) antes de presentarse en La Zarzuela, como hubiera sido lógico tanto familiar como institucionalmente. No ha podido estar presente en la reunión la princesa Leonor, que cursa el Bachillerato Internacional en un internado de Gales, y tampoco ha acudido la infanta Cristina, hermana de Felipe VI.

El rey emérito ha emprendido el viaje de regreso a Emiratos Árabes Unidos (EUA) en el mismo avión (un Gulfstream G-450 de una compañía angoleña de vuelos de negocios) en el que llegó el jueves al aeropuerto de Peinador, en Vigo, y que le ha trasladado esta mañana hasta Madrid. Con su salida a última hora del lunes del Palacio de la Zarzuela se ha cumplido, además, la condición que le había impuesto la Casa del Rey, de acuerdo con La Moncloa, de que no pernoctase en su antiguo hogar, ya que no se trata solo de la residencia de la Familia Real, sino también de la sede de la Jefatura del Estado.

En el comunicado de la Casa del Rey se recuerda que, en su carta del 5 de marzo, Juan Carlos I manifestó, “en primer lugar, su voluntad de establecer su lugar de residencia de forma permanente y estable en Abu Dabi por razones personales; y en segundo lugar, su decisión de organizar su vida personal y su lugar de residencia en ámbitos de carácter privado, tanto en sus visitas como si en el futuro volviera a residir en España, para continuar disfrutando de la mayor privacidad posible”. Es decir, que cuando vuelva a España, con carácter temporal o definitivo, para lo que no hay ningún impedimento pero tampoco fecha, el rey emérito no se alojará en La Zarzuela ni en ninguna otra residencia oficial. “Todo ello, junto con los demás extremos que figuran en dicha carta, constituye el marco de referencia de las actividades de S.M. el Rey don Juan Carlos”, añade la Casa Real. Aunque el párrafo parece abrir la puerta a un regreso definitivo de Juan Carlos I a España, no hace sino repetir el texto hecho público entonces.

Durante los cuatro primeros días de su estancia en España, el rey emérito ha participado en las regatas que se celebraban en Sanxenxo (Pontevedra) y se ha alojado en casa del presidente del club náutico de esta localidad turística de las Rías Baixas y amigo personal, Pedro Campos, en medio de una exposición mediática que ha disgustado notablemente a la Casa del Rey, lo que probablemente haya sido objeto de su larga charla con Felipe VI.

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Juan Carlos I
Juan Carlos I, el lunes en el vehículo en el que llegó a La Zarzuela para reunirse con su hijo, el rey Felipe VI.Óscar del pozo (AFP)

En contraste con la exposición mediática de su estancia en Sanxenxo, la visita de Juan Carlos I a La Zarzuela ha estado rodeada de una absoluta opacidad. La Casa del Rey no ha informado durante la jornada de quiénes asistían a la reunión familiar y ni siquiera ha anticipado si habría nota de prensa o testimonio gráfico del encuentro una vez que concluyera. Finalmente, sí ha existido la primera, pero no el segundo. La agenda de la Familia Real estaba en blanco para este lunes, sin ningún acto oficial programado, y la Casa del Rey se había limitado a señalar que la visita del padre del Monarca a La Zarzuela constituía “un encuentro familiar en el ámbito privado”.

Las circunstancias que han rodeado la primera estancia en España del rey emérito tras 654 días expatriado han causado profundo malestar en La Zarzuela, que quería una visita austera y discreta, después de que la Fiscalía del Tribunal Supremo archivara en marzo las investigaciones que tenía abiertas sobre su patrimonio en paraísos fiscales, no porque no apreciara la existencia de delitos sino porque estos estarían prescritos, amparados por el paraguas de la inviolabilidad o neutralizados por las dos regularizaciones fiscales que llevo a cabo en 2020 y 2021.

La estancia de don Juan Carlos ha avivado, además, la división entre las fuerzas políticas en torno a la Monarquía. El PSOE no se ha mordido la lengua a la hora de criticar su conducta, mientras que el socio minoritario del Gobierno, Unidas Podemos, ha arremetido directamente contra la Corona. Entre otros, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha considerado “ineludible” que Juan Carlos I dé explicaciones ante unos hechos “muy graves” y ha lamentado que haya perdido una “oportunidad de oro” para hacerlo en este viaje, que ha aprovechado solo para “salir al mar y a una barbacoa”. Por el contrario, el PP ha cerrado filas en torno al rey emérito y su nuevo presidente, Alberto Núñez Feijóo, ha acusado al Gobierno de “desprestigiar a la Jefatura del Estado”. Cuando el domingo una reportera preguntó en Sanxenxo a Juan Carlos I si pensaba dar este lunes explicaciones a su hijo, contestó entre risas: “Explicaciones ¿de qué?”.

Fuentes del entorno del rey emérito aseguran que este ha cumplido las condiciones que se pactaron para su regreso a España, que rubricó con Felipe VI en la conversación telefónica que ambos mantuvieron el día 15, cuando el Rey acudió a Abu Dabi para dar el pésame a la familia real emiratí con motivo de la muerte del jeque Jalifa. Esta es la única conversación entre padre e hijo de la que ha dado cuenta la Casa del Rey en los casi 22 meses que el primero lleva ausente de España.

El rey emérito ha llegado al Palacio de la Zarzuela a las diez de la mañana de este lunes, directamente desde el aeropuerto. Con americana y corbata, ha accedido al recinto en un vehículo en el que ocupaba el asiento del copiloto. Medio centenar de admiradores lo han recibido con banderas españolas en el complejo de Somontes, a la entrada de la finca donde se encuentra el Palacio de la Zarzuela, mientras gritaban “¡Viva el rey!”. Juan Carlos I los ha saludado con la mano desde el vehículo, que no se ha detenido.

Esta visita del rey emérito a España, rodeada por la polémica, no será previsiblemente la última en un futuro inmediato. El alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín, ya ha anunciado que estará de vuelta entre el 14 y el 19 de junio, para defender el título mundial de la clase 6mR que ganó con el velero Bribón en Finlandia en 2019.


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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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