Control de daños
‘Kitchen’ fue una clásica operación encubierta para conocer el alcance de las informaciones que el ex tesorero Luis Bárcenas podía guardar contra Mariano Rajoy
El extesorero del PP Luis Bárcenas fue, prácticamente, la única gran amenaza para el Gobierno de Mariano Rajoy tras el primer año de mandato —2012, el más duro, el de la reforma laboral y el paro—. En enero de 2013 afloran los 48,2 millones de euros acumulados por el entonces tesorero nacional en Suiza. Después llegan los sobresueldos y donaciones, en los papeles de Bárcenas revelados por El País.
Este es el contexto de Kitchen, una clásica “operación encubierta” —al margen de la investigación judicial de los delitos— para conocer el alcance de las informaciones que el ex tesorero podía guardar contra Rajoy y sobre las cuales Bárcenas hacía alarde en ciertos medios de comunicación como forma de presión. La operación encubierta fue una acción política ejecutada por policías durante al menos dos largos años. Es decir: nada tuvo de “parapolicial” o actuación al margen de la estructura policial oficial.
La prueba de cargo: se realizó con fondos reservados. El coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos —director del Gabinete de Coordinación Estudios de la Secretaria de Estado de Seguridad durante siete años— estuvo a cargo de los gastos reservados. En esencia explicó que se limitaba a comprobar que se justificaban los pagos a los confidentes sin entrar en detalles. ¿Es normal pagar a ciegas? O sabes lo que estás pagando o pagas sin saber lo que pagas. No parece sostenible.
¿A qué puerto se dirige la investigación? El juez Manuel García-Castellón ha citado a declarar como testigos a dos notarios que en calidad de fedatarios públicos han guardado los mensajes que les aportó el ex secretario de Estado Francisco Martínez, y que éste asegura que le fueron enviados por el ministro Fernández Díaz, mensajes en los cuales dejaba constancia de su conocimiento de la operación sobre Bárcenas y su chófer. Según un nuevo informe de Asuntos Internos, uno de dichos mensajes pudo haber sido un reenviado por un policía que actuaba en la operación. Fuentes jurídicas señalan que el juez duda de la solvencia de esos mensajes y quiere indagar si los notarios, amigos de Martínez, pudieron apoyarle en su estrategia.
Si se concluye que el pago de fondos reservados fue legal y uno de los mensajes de Fernández Díaz ha sido reenviado por un policía, se abriría la vía hacia el archivo de la causa para los políticos investigados. Y si ha sido legal ¿cómo sentar en el banquillo a policías que justifican Kitchen en la búsqueda no de papeles sino de fondos de Bárcenas en el extranjero?
