_
_
_
_
_
La imagen
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El extranjero auténtico

Unos niños juegan en una calle de Valverde de la Vera (Cáceres) que conserva su arquitectura tradicional basada en el uso de la piedra y la madera.
Unos niños juegan en una calle de Valverde de la Vera (Cáceres) que conserva su arquitectura tradicional basada en el uso de la piedra y la madera.JMN (Cover / Getty Images) (Cover/Getty Images)
Juan José Millás

He aquí un modelo de calle. De callejuela, si ustedes lo prefieren, no sé, de pasillo, de intestino, de tubo digestivo. Esto es lo que a mí me gusta de las calles antiguas: su capacidad para digerirte, su habilidad también para llevarte de un sitio a otro de ti mismo haciéndote creer que vas de un sitio a otro de tu pueblo. La persona del fondo, que camina hacia el primer plano de la imagen, habrá realizado, al alcanzar su destino, un viaje más mental que físico, aunque quizá no se haya dado cuenta de ello. Nos gustan los cascos históricos de las viejas ciudades por eso mismo: porque perderse en sus retículos se parece mucho al extravío mental de los sueños, sobre todo de los que nos atacan cuando estamos despiertos. A veces, llegamos a una esquina que nos suena, quizá porque ya habíamos pasado por ella como pasamos por la misma idea varias veces al día. El extranjero auténtico es aquel que sucede en el interior de los paisajes cotidianos cuando logramos que se vuelvan extraños.

La calle de la foto nos resulta familiar porque hemos visto cientos o miles parecidas, pero al mismo tiempo está llena de misterio. Cada una de sus puertas y ventanas esconde algo que nos concierne y que es una incógnita, pues no sabemos mucho de nosotros. Piedra, barro y madera, he ahí lo que se necesita para levantar un mundo, del mismo modo que para construir un juguete basta un simple pedazo de madera como el que utilizan los niños del primer plano de la foto. Si se fijan, lo han convertido en un puente por el que está a punto de pasar un coche en cuyo interior van ellos, aunque los veamos fuera.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Sobre la firma

Juan José Millás
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_