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VIAJEROS URBANOS

Guía ‘El Viajero’ de La Habana

El restaurante de 'Fresa y chocolate', los daiquiris de Hemingway y un hotel de los años 50 Las mejores pistas para comer, dormir y divertirse en la capital cubana

Un coche antiguo por las calles de La Habana, con el Capitolio al fondo.
Un coche antiguo por las calles de La Habana, con el Capitolio al fondo. Jeremy Woodhouse

LA CIUDAD

La Habana se detuvo hace muchos años en el tiempo. Los edificios, las calles y el ambiente tienen un aroma especial que la ha convertido en un lugar turístico más allá de las playas paradisiacas dispersas por el país. La Habana Vieja es el barrio más turístico y restaurado de la ciudad, por lo que está repleto de restaurantes y bares donde siempre se escucha a pequeños grupos musicales. Patios entre casas coloniales, plazas con encanto, exposiciones y jardines componen el casco histórico declarado Patrimonio Mundial. Todo queda a un paso de todo en un espacio que, sin embargo, está muy enfocado al extranjero.

Más allá de la concentración de atracciones en la parte histórica, la ciudad se despliega en todo su esplendor en varias partes. Centro Habana es auténtica vida local, Vedado una mezcla de ajetreada vida cultural y residencial, y Miramar fue la crème de la crème en su día y hoy mantiene las resonancias de entonces. Las particularidades de un país donde las actuaciones teatrales o el cine desfilan en la multitud de espacios consagrados al arte poco tienen que envidiar a cualquier otra capital cultural. La música y el baile se alternan todo el día, desde los lugares donde bailar temprano hasta discotecas y locales que cierran bien entrada la madrugada. La Habana es vida social ante todo, donde no faltan opciones para trasnochar en la ciudad más segura de América Latina.

En cierto modo, conocer la ciudad significa perderse y conocer cualquiera de los locales que se están abriendo en los últimos tiempos gracias a la apertura política en el tema de los negocios privados. Esta continua transformación se traduce en la rápida multiplicación de opciones gastronómicas y de ocio. Aunque Cuba no tiene precisamente fama por albergar una cocina de vanguardia, hay varias alternativas, algunas de ellas auténticos descubrimientos. A cambio, el emplazamiento y la belleza histórica de los locales hacen el resto. A la tampoco excesiva variedad hotelera, las casas particulares, muchas de ellas muy confortables, son atractivos lugares para dormir.

DORMIR

Hoteles


  • Parque Central (0053 7 8606627, calle Neptuno, esquina Prado y Zulueta). Moderno hotel situado en la plaza que lleva su nombre. Es uno de los más cuidados y su vestíbulo de luz natural, un lujo para descansar.

  • Saratoga (0053 7 8681000, Paseo del Prado 603, esquina Dragones). Uno de los mejores hoteles de La Habana, ubicado enfrente del Capitolio. Tiene una bonita piscina en la azotea y una relajante terraza.

  • Hotel Riviera (0053 7 8364051, Paseo y Malecón). Símbolo del esplendor de la mafia en los años 50, fue construido por el gánster Meyer Lansky. En su día fue la más moderna y ambiciosa construcción hotelera. Se encuentra al pie del Malecón.

  • Hotel Nacional (0053 7 8363564, calle 21 y O). Es, sin duda, el hotel más emblemático de Cuba. Está cargado de historia y tiene las mejores vistas al mar. La habitación 324 también se llama Lola Flores. Aunque uno no se aloje en él, merece la pena tomarse un cóctel en el jardín al atardecer.

  • Meliá Habana (0053 7 2048500, avenida 3ª entre 76 y 80). Impecable e inmenso hotel en Miramar. Está algo alejado de los lugares más turísticos de la ciudad, por lo que atrae más a la clase ejecutiva que a los turistas. Tiene varios restaurantes en su interior y una gran piscina. Un autobús gratuito conecta el hotel con el centro.


Otras opciones para dormir



  • Los frailes (0053 7 8629383, calle Teniente Rey, 8, entre Mercaderes y Oficios). Hotel que simula un convento, es un lugar con un encanto especial y buen servicio. Algunas habitaciones no tienen ventanas pero sí recrean un ambiente casi místico. Está en una calle peatonal en el corazón de la Habana Vieja.

  • Hostal del Tejadillo (0053 7 863 7283, calle Tejadillo, 12, esquina San Ignacio). Otro lugar acogedor de estilo colonial en la Habana Vieja y a precios asequibles. Está detrás de La Bodeguita del Medio.

  • Artedel Luxury Pent-house (0053 7 8308727, calle I, 260, entre 15 y 17). Genial casa particular en Vedado. Ambientado en los años 50, las habitaciones están decoradas al detalle con una genial colección de muebles. Desayunar en la terraza, imprescindible.

  • Colonial 1861 (0053 7 8301861, calle 10, 60, entre 3ª y 5ª). Auténtica casa del siglo XIX en Vedado con tres acogedoras habitaciones, altos techos y un bonito patio interior para desayunar. Buen servicio y asesores turísticos.

  • Casa colonial Yadilis y Joel (0053 7 8630565, calle Industria, 120, entre Trocadero y Colón). Casa recomendada por un sinfín de viajeros. Está situada en el centro de la ciudad, muy cerca del Capitolio y del Malecón. Destacan la simpatía y el trato personal en un ambiente familiar. Buena relación calidad-precio.

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COMER

Restaurantes


  • La Guarida (0053 7 8669047, calle Concordia, 418, entre Gervasio y Escobar). El restaurante más universal de Cuba. Aquí se rodó la película Fresa y Chocolate y es un lugar de procesión para las celebrities que visitan la ciudad. El exterior del edificio puede confundir el universo que encierra el restaurante.

  • El Templete (0053 7 8668807, avenida del Puerto, esquina Narciso López). Restaurante español cerca de la Plaza de Armas, enfrente de la bahía. Se sirven buenas carnes y la carta de postres hace pensar que estás comiendo en Barcelona. Para presupuestos holgados.

  • La Carboncita (0053 7 2030261, avenida 3ª, 3804, entre 38 y 40). Es un restaurante italiano donde se sirven algunas de las mejores pizzas de La Habana. Está en una bonita casa de Miramar con un comedor interior y otro al aire libre.

  • Centro Asturiano (0053 7 8625482, Paseo del Prado, 309, esquina Virtudes). No está envuelto en un ambiente típicamente cubano, pero la calidad es excelente y el precio asequible. Se aconseja comer en la terraza de este edificio histórico.

  • Doña Eutimia: (0053 7 8611332, Callejón del Chorro, 60). Ubicado en una pequeña calle junto a la Plaza de la Catedral, es perfecto para saborear comida cubana a precios razonables. Destaca la Ropa Vieja. Es pequeño, así que se recomienda reservar.


Bares de tapas



  • Café Lamparilla (calle Lamparilla, 54, entre Mercaderes y San Ignacio). Al lado de la Plaza San Francisco, este establecimiento ofrece tapas y pinchos a la española en un local de bonita estética industrial. De los más atractivos en la zona.

  • El Chanchullero (0053 7 052760938, calle Teniente Rey, 457A bajos. Plaza del Cristo). Acogedor lugar de dos plantas con cierto aire gringo. Los fogones, el personal y la música contribuyen a tomarse un respiro cerca del Capitolio.

  • Café Madrigal (0053 7 8312433, calle 17, 809, entre 2 y 4). Está situado en la primera planta de una casa colonial de Vedado. Ofrece una variedad de entrantes y una decoración original.

  • Starbien (0053 7 8300711, calle 29, 205, entre B y C). Otro de esos locales de reciente apertura en Vedado, ubicado en una preciosa casa colonial restaurada. Destaca por la calidad de los aperitivos, cuidados al detalle y la buena atención.

  • La imprenta (0053 7 8649581, calle Mercaderes 208, entre Lamparilla y Amargura). Fue, en el siglo XIX, la imprenta de la ciudad y hoy es un local de techos altos que recrea su pasado. Está en el casco histórico y se sirven pinchos y tapas en el marco de una decoración muy singular.

LA NOCHE

Cócteles


  • El Floridita (0053 7 8671299, calle Obispo, 557, esquina Monserrate). El lugar emblemático de los daiquiris en todo el mundo, popularizados por Hemingway. Es algo caro, pero los cócteles están buenos. La leyenda se paga.

  • Atelier (0053 7 8362025, avenida 5ª, 511 altos, entre Paseo y 2). Bonita mansión en Vedado, cercana al Malecón, con agradables terrazas. Aunque es un restaurante impecable, es un buen lugar también para tomar un cóctel. La piña colada es de lo mejor entre las bebidas.

  • La Torre (0053 7 8383088, calle 17 entre M y N). Está en el piso 32 del mítico edificio Focsa, con vistas a toda La Habana. Si uno no sufre vértigo, contemplar el atardecer a más de 100 metros de altura puede resultar una grata experiencia.

  • Río Mar (0053 7 2094838, avenida 3ª y final, 11). Un moderno local en la desembocadura del río Almendrales. Tiene una terraza sobre el río y la variedad de cócteles es considerable.

  • Café El Mercurio (0053 7 8606168, Plaza de San Francisco). No es recomendable por su precio, pero sí por los elaborados cócteles, algo no muy extendido entre todos los bares. El local, de aspecto noble y elegante, está a los pies de la Lonja del Comercio.


Clubes



  • Yellow Submarine (calle 17, esquina 6). Es un local homenaje a The Beatles, al lado de la plaza John Lennon. Hay conciertos en directo y se puede bailar al ritmo de los vídeos musicales (de Boney M a Janis Joplin) que se proyectan en las pantallas.

  • Don Cangrejo (avenida 1ª, entre 16 y 18). Es un genial restaurante que por la noche se transforma en club nocturno al aire libre. Hay conciertos y un área de mesas para quienes no quieran bailar. Su ubicación frente al mar, lo mejor. Ambiente algo más elitista.

  • Bertolt Bretch (calle 13, esquina A). Es un centro cultural en Vedado. Hay una sala de conciertos en la planta baja, con música en directo de miércoles a domingo con buenos grupos. Se llena.

  • Barbaram. Petito´s Bar (0053 7 8811808, calle 26, entre Zoológico y 47). Fue un símbolo hace muchos años. Hoy está inspirado en la película Vampiros en La Habana, con caricaturas y cuadros en las paredes. Hay música en directo de diferentes estilos.

  • Casa de la Música de Miramar (0053 7 2040447, avenida 35, esquina 20). Una genial oportunidad para no parar de bailar en una imponente mansión colonial. Un lugar muy cubano con una buena programación.

QUÉ HACER

Barrios para pasear


  • Barrio chino. Curioso puñado de calles lleno de restaurantes y viejas sociedades chinas. Solo quedan unas 160 personas nacidas en China, llegadas antes de la Revolución. Este pequeño grupo y sus descendientes mantienen las tradiciones de la cultura china y ofrecen su gastronomía a un paso del Capitolio.

  • Centro Habana. Es La Habana más auténtica y decadente, y la menos expuesta al turismo. Caminar por este museo de costumbres al aire libre merece la pena.

  • Vedado. El barrio residencial de La Habana. Cines, casas coloniales, restaurantes, teatros y parques se mezclan en una planificación urbana internacionalmente reconocida.

  • Regla y Guanabacoa. Son dos municipios dentro de La Habana con identidad propia. Los separa una carretera. Merece la pena recorrerlos y empaparse de la santería y otros ritos tradicionales cuya máxima expresión se respira en Guanabacoa.

  • Miramar. El barrio aristócrata de La Habana, donde las impresionantes mansiones coloniales de los antiguos burgueses y los clubes náuticos hoy están ocupadas por embajadas, empresas, residentes extranjeros, discotecas, restaurantes y hoteles.


Visitas que no hay que perderse



  • Museo de la Revolución (8624098, calle Refugio,1, entre Avenida de las Misiones y Zulueta). Durante cuatro décadas fue Palacio Presidencial. Aún se ven los disparos del asalto que trató de asesinar al presidente Fulgencio Batista. Dividido en tres plantas y un área exterior, hace un recorrido por la historia de la isla desde 1492 hasta la actualidad, con especial atención a la Revolución.

  • Malecón. Es el símbolo de la vida social de La Habana. Recorrer el Malecón es vivir muchas de las rutinas de la ciudad. Los fines de semana por la noche es un lugar muy concurrido. Comprar una botella de ron y sentarse en el muro puede ser un buen plan para un sábado noche. 

  • Necrópolis de Colón. Es uno de los cementerios más importantes del mundo. Sus más de 50 hectáreas están llenas de auténticas obras de arte y de historias curiosas.

  • Cañonazo de La Habana. Escuchar el cañonazo diario de las nueve de la noche de la fortaleza de San Carlos de la Cabaña, al otro lado de la bahía, es una tradición desde tiempos coloniales para anunciar el cierre de puertas de la ciudad. Además, las vistas desde allí merecen la pena.

  • Callejón de Hamel (entre las calles Aramburu y Hospital). Dedicado a la cultura afroamericana en Habana Centro, es un rincón colorido donde hay un mural y otras expresiones artísticas de materiales reciclados. Los domingos por la mañana hay actuaciones musicales.

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