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Andrés Velencoso, el hombre impecable que nunca se moja

El modelo, que fue pareja de Kylie Minogue y Úrsula Corberó, afianza su carrera como actor sin abandonar la moda y sigue fiel a su estilo de no tomar partido

Andres Velencoso, fotografiado en una tienda de Cortefiel de Madrid el miércoles 17 de octubre / En vídeo: entrevista a Andrés Velencoso P.CASADOVídeo: SAMUEL SÁNCHEZ
María Porcel

Ha vuelto a casa y ha vuelto a la moda. Nunca terminó de irse, es cierto, pero Andrés Velencoso (Tossa de Mar, Girona, 1978) tiene un pie en un avión y un grueso currículum que ya le sitúa firme, sin hueco para descreídos, en el plantel nacional de actores. Ahora vuelve a su ser, a esa profesión de modelo que, confiesa, forma parte de su vida. “No voy a escaparme de ella, y no quiero escaparme”, asegura.

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Velencoso tiene tablas, y no sólo las que pisa en las pasarelas. Ha cumplido 40 años y lleva 20 en la profesión: media vida. Llega a la entrevista, después de horas de poses y sonrisas, perfecto. No necesita retoques (excepto por un pelo, rebelde) ni advertencias, sabe cuánto y cómo hablar, tiene claro su papel y no se permite a sí mismo salirse del tiesto. Cuando se pone (un pelín) nervioso, ríe. Cuando se sabe confiado, ríe. Junto a Sara Carbonero protagoniza la última campaña de Cortefiel, firma española con 300 puntos de venta en 40 países, una marca que ya confió en él hace 12 años. Entre ellos se muestran amigos, se alaban. La campaña se llama Los Impecables y parece que a Velencoso le viniera como anillo al dedo. Le ha servido para mezclar moda y una pizca de actuación en tres spots en los que se le ve suelto, divertido y bailongo.

“La verdad es que no recuerdo hacer otra cosa”, relata Velencoso sobre su vida en las pasarelas. Tampoco pretende dejar de hacerlo, “si todo va bien y la salud acompaña. Me seguirán ofreciendo campañas, ser imagen de marca, quizá viajar un poquito menos”, imagina, algo cansado de cruzar charcos transoceánicos en viajes de ida y vuelta en 48 horas.

“Ahora estoy abrazando otra profesión”, reconoce con humildad sobre su carrera de actor, que empezó hace seis años con la cinta Fin —gracias a cuya promoción conoció, precisamente, a Sara Carbonero, cuando esta le entrevistó— y ahora se ha consolidado con un papel protagonista, el de Omar, en Velvet Colección, y con otro principal en Edha, la primera serie argentina de Netflix, disponible desde marzo. Ser un rostro conocido no ha hecho que esta carrera (de fondo) le sea más fácil. 

Andres Velencoso, el 17 de octubre en Madrid.
Andres Velencoso, el 17 de octubre en Madrid.Samuel Sánchez

“Desgraciadamente, no te cogen a dedo en cine o televisión. En Fin hice tres cástings y para trabajar en Netflix te escanean. Hay que demostrar que vales. Muchos actores me llevan la ventaja de que se han formado durante años en la carrera de actor”, cuenta, sabiendo que llegar a este mundo con treinta y tantos no es precisamente fácil. “Sí, me hubiera gustado empezar antes”, dice resignado, pero consciente de que viene de otra carrera llena de éxitos.

Una carrera hoy muy distinta para los principiantes, muchos de ellos surgidos gracias a las redes sociales y los miles de seguidores que acumulan. No cree que la profesión se haya banalizado por la llegada de gente guapa que surge en Instagram, sino que puede haber distintas formas de encarar la profesión. “Si ahora este mundo ha evolucionado de esa manera, bienvenido sea. Es una herramienta que ojalá la hubiera tenido yo”, explica.

Prefiere no dar nombres en los casos de acoso que han salpicado en los últimos meses al mundo de la moda, y eso que le tocan de cerca al tratarse de compañeros, hombres, denunciando a otros dos poderosos hombres: Bruce Weber y Mario Testino. ¿Sabía él eso que muchos hoy denuncian? “Sí que podría haber sido consciente de lo que está pasando”, reconoce pensativo. “A mí no me ha pasado, pero tengo compañeros a los que sí. Que denuncien esto caras conocidas ayuda a que la gente de a pie lo haga. En cualquier rincón hay abusos de poder”.

Velencoso también se pone serio para hablar de Cataluña. Unas declaraciones suyas de 2014 (“Soy catalán, español y ciudadano del mundo”) fueron usadas por Societat Civil Catalana como propaganda política y exigió su retirada. “Que usen palabras tuyas o tu pensamiento para hacer campañas, de cualquiera, publicitarias o políticas… El derecho de imagen es tuyo, nadie lo puede usar”, exige. Cataluña es un tema que le toca de cerca: “Intento informarme porque mi familia vive en Tossa, nos afecta”. Pero reconoce que le cansa. “Prefiero estar al margen. Me preguntan continuamente, sobre todo hace un año. Uno de cada tres taxistas de Londres —donde ahora vive— me sacaba el tema: ‘Ya no me interesa hablar’, les decía”. Tiene claro el camino: “Quiero que Cataluña prospere, que Barcelona siga siendo una de las ciudades más importantes de España y que intenten llegar a un acuerdo porque únicamente nos perjudica a nosotros”.

Andres Velencoso, en la presentación de su campaña para Cortefiel.
Andres Velencoso, en la presentación de su campaña para Cortefiel.Samuel Sánchez

Por ahora su vida está fuera. Londres es su base, el año pasado vivió en Argentina para el rodaje de Edha y Tossa, de momento, lo deja para escapadas: “Es un rincón maravilloso”. Un rincón que muestra con frecuencia. Tiene 320.000 seguidores en Instagram (y su perro, Herry, con perfil propio, más de 22.000). Entonces, ¿es influencer? “Supongo que sí”, asume. “La palabra no es que me guste mucho, pero después de tantos años en el mundo de la moda seguramente sí que he influenciado a nuevas generaciones. Por lo menos he intentado dejar mi semillita”.

Y eso que reconoce que ha perdido algo de frescura en esa plataforma, que le gustaría recuperar “esa espontaneidad”. “Me gustaría volver para atrás, a utilizar las redes como antes, más orgánico. No sé si es la presión, o lo que ya has visto, o las marcas, o la exigencia del mercado donde tienes que estar posteando cada cierto tiempo unas cosas muy concretas… al final pierdes un poquito la esencia. Ya no cuelgas tantas cosas personales”. También reconoce que no tiene demasiado tiempo y que prefiere no entrar en ello. Después de mediáticas relaciones con la cantante australiana Kylie Minogue y la actriz Úrsula Corberó, ahora se le relaciona con la intérprete argentina Luz Cipriota

No da pie a preguntas íntimas. Aunque sí a la de fantasear con formar una familia, una cuestión que sabe que le plantearían a muchas compañeras de su edad y profesión. “No tengo esa presión”, confiesa sobre la posibilidad de tener un hijo próximamente. “Me gustaría. Hay días que me levanto y digo que sí y días que me levanto y digo que no”, contesta él, con su amplia sonrisa y sus medias palabras. Sin mojarse. Impecable, como siempre.

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Sobre la firma

María Porcel
Es corresponsal en Los Ángeles (California), donde vive en y escribe sobre Hollywood y sus rutilantes estrellas. En Madrid ha coordinado la sección de Gente y Estilo de Vida. Licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual, Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, lleva más de una década vinculada a Prisa, pasando por Cadena Ser, SModa y ElHuffPost.

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