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La boyante industria de la infidelidad: esto es lo que cuesta tener un amante (con coartadas incluidas)

Las personas que tienen una aventura amorosa suelen gastar entre 50 y casi 400 euros al mes. La web de citas Ashley Madison contabiliza 1,7 millones de infieles en España

Infidelidad
Los infieles gastan 1.944 euros al año en hoteles, según Ashley Madison.Peter Cade (Getty Images)
Sandra López Letón

Tener un amante sale a cuenta si se observa la cuestión desde un punto de vista meramente económico. Un divorcio cuesta 3,6 veces más que disfrutar de una aventura: mientras que el gasto medio anual de la separación ronda los 16.588 euros, mantener un amante sale por 4.657 euros, según los cálculos hechos en 2020 por Ashley Madison, una de las plataformas de citas para casados con mayor número de usuarios en el mundo: más de 80 millones de registros. Solo en España, su segundo mercado europeo, contabiliza 1,7 millones de infieles, por delante de países como Francia, Italia o Alemania. En el listado mundial, con más de 40 países, ocupa la séptima posición.

Así pues, hay un mercado en España, el de la infidelidad y los amantes, bastante seductor. Cientos de miles de personas gastan —unos más que otros; depende del interés, la generosidad y el bolsillo—una cantidad de dinero mensual en esa relación furtiva. Y no se trata solo de hombres. Cada vez más mujeres prueban lo prohibido y, de hecho, en todos los países donde opera Ashley Madison la infidelidad femenina va en aumento. En esta plataforma, la relación de usuarios activos que pagan una suscripción en España es de 0,8 mujeres por hombre.

Es harto difícil hacer un escrutinio sobre cuántas personas tienen un amante (en la medida en que estas relaciones son secretas y poco pregonadas) y cuánto gastan en esa relación extraconyugal, pero algunas encuestas sirven para hacerse una idea. En España, un 42% de los hombres y un 31% de las mujeres han sido infieles alguna vez. Son los datos procedentes de una encuesta realizada en 2022 por Gleeden (de glee, gozo en inglés, y eden, paraíso), plataforma especializada en encuentros adúlteros, con 11 millones de usuarios en todo el mundo, de los que un millón están en España, que se ofrece como un espacio privilegiado para contactar con toda seguridad con infieles del mundo entero: “Tanto si buscas una aventura extraconyugal cerca de casa o un amante a miles de kilómetros durante tus viajes”.

Más allá de cuestiones morales, tener un amante exige nervios de acero, buena memoria, prudencia y reservar un presupuesto para viajes y regalos, sobre todo flores, bombones, lencería y juguetes sexuales, los detalles a los que más recurren los infieles.

El presupuesto medio anual estimado por Ashley Madison entre sus usuarios se distribuye en hoteles (1.944 euros), restaurantes (618 euros), regalos (tres al año, 408 euros), y gimnasio, ropa, productos de belleza y cuidado personal (600 euros). En esta lista de desembolsos, la compañía incluye dos partidas importantes: flores para la pareja principal (una vez al mes, 640 euros) y regalos especiales, también para el compañero oficial (dos al año, 351 euros). No hay que olvidar que una de las actitudes que más pistas dan sobre la posibilidad de que la pareja tenga una aventura es que se transforma en una persona más detallista.

Tratan de aliviar la culpa tirando de tarjeta. Aunque, según un estudio de Dylan Selterman, profesor asociado en el Departamento de Psicología de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore (EE UU), los infieles no suelen sentir remordimientos ni se arrepienten de sus aventuras. Es más, la mayoría considera que la relación extramatrimonial ha sido positiva para la pareja. Según un estudio elaborado por Ashley E. Thompson, Delaney Wilder y Danica Kulibert (2021), la motivación de ser infiel no tiene nada que ver con una falta de amor romántico por la pareja principal, sino más bien con una falta de satisfacción sexual. De hecho, creen que su relación principal mejora algo, o incluso mucho, a raíz de sus aventuras.

Gleeden hace su propia estimación de costes. Un 26% de los infieles (el 80% hombres y el 20% mujeres) dice tener una cantidad asignada (el 16% contesta afirmativamente y un 10% dice que depende del mes) para gastar en atenciones con su amante, aunque no hacen grandes desembolsos, según una encuesta hecha por la empresa este mes de septiembre. La mayoría destina entre 50 y 150 euros al mes, y son pocos (el 4%) los que aportan más de 500 euros mensuales. Cuando se trata de pagar estancias o noches de hotel, la mayor parte de los infieles gasta entre 100 y 300 euros al mes.

Justificar la ausencia

Pero un fin de semana de sexo y desenfreno fuera de la ciudad no solo exige asumir el pago del hotel. Aunque parezca muy cinematográfico, hay una cantidad considerable de infieles que contrata coartadas a empresas. Estas arman pruebas que hacen verosímil que la ausencia del hogar familiar es por trabajo. La construcción de la coartada para un fin de semana clandestino cuesta entre 150 y 250 euros, según la complejidad del encargo. Todas las excusas se hacen a medida del cliente y son diferentes.

Según la empresa Coartada, agencia fundada hace 25 años en Alemania que aterrizó en España hace dos, “tenemos de media de uno a cinco clientes al día en España. Son muchos más en Alemania porque allí somos más conocidos”, señala Laura González. La compañía considera que las plataformas para tener sexo o ligar (Tinder, OnlyFans…) han ayudado al crecimiento de su negocio.

La empresa creadora de mentiras, fundada por Stefan Eiben, lleva más de dos décadas ofreciendo una doble vida para que sus clientes “puedan disfrutar de su aventura durante muchos años sin estrés. Para ello utilizamos empresas, que son socios nuestros, y actores reales”.

Los infieles contratan los servicios para un fin de semana erótico y festivo, pero también para una velada rápida o incluso para unas vacaciones con el amante. “La gente quiere satisfacer sus necesidades sexuales sin poner en peligro su matrimonio”, añade González. Porque es precisamente la falta de deseo sexual hacia la pareja oficial lo que impulsa el engaño. Las coartadas suelen funcionar. Pero en el caso de ser descubiertos, se podría salvar la situación recurriendo a un detector de mentiras, por ejemplo. “Los resultados son falsos”, desvela González.

Aunque el perfil del infiel que recurre a estas argucias es muy heterogéneo, la mayoría tiene entre 30 y 60 años. La mitad de los clientes son mujeres. “Hay amas de casa, policías, abogados, empresarios, predicadores, desempleados, celebridades y empleados”, concluyen en esta empresa, que simula parejas perfectas.

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Sandra López Letón
Redactora especializada en el sector inmobiliario, del que informa desde hace más de dos décadas. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en EL PAÍS. Actualmente, escribe en el suplemento de información económica 'Negocios'. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.
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