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El optimismo del inversor español resiste el impacto de la última crisis bancaria

El índice de confianza de JP Morgan AM llega a su nivel más alto en un año a pesar del impacto de la crisis bancaria

Bolsa
Panel con las cotizaciones de los principales índices en la Bolsa de Madrid.Altea Tejido (EFE)
David Fernández

Pocos habían oído hablar del Silicon Valley Bank (SVB) hasta el pasado mes de marzo, cuando la retirada masiva de depósitos de los clientes, muchos de ellos empresas emergentes tecnológicas, desembocó en su quiebra. Días después, la desconfianza creciente en el mercado sobre el sector bancario terminó de hundir a Credit Suisse, que arrastraba problemas desde hace bastantes meses. El banco suizo acabó en manos de su gran rival: UBS.

Esta concatenación de acontecimientos despertó viejos fantasmas. Los inversores se pusieron nerviosos al cuestionarse si no estaríamos ante la repetición de la crisis financiera de 2008 provocada por la caída de Lehman Brothers. De momento, los cortafuegos impuestos por los supervisores bancarios han enfriado esa posibilidad. Estos sucesos hicieron mella en el dato mensual de marzo del índice de confianza que elabora JP Morgan Asset Management. Sin embargo, en el conjunto del primer trimestre, este indicador, que mide el optimismo de los ahorradores españoles respecto de la evolución de la Bolsa, terminó en positivo. En concreto, se situó en 1,91 puntos, su nivel más alto desde el cuarto trimestre de 2021.

Cuando se pregunta a los encuestados qué creen que harán los índices bursátiles en los próximos seis meses, el 41,4% creen “probable o muy probable” que los mercados suban en este periodo. Para el 31,6%, lo más seguro es que la renta variable se mantenga en los niveles actuales. Los pesimistas, es decir, aquellos que asignan altas opciones a las caídas de las cotizaciones, representan solo el 27%.

Principales razones

Las principales razones que llevan a los optimistas a confiar en la revalorización de la Bolsa son que “existe una mejoría de la situación económica” y que la guerra en Ucrania “no se agravará” o que “finalizará la invasión”. En cambio, los pesimistas tienen otra visión diametralmente opuesta y aseguran que “aún estamos en crisis”, que “todo está muy caro” y recuerdan las tensiones geopolíticas que hay en el mundo.

En cuanto a dónde ven los inversores españoles más potencial de inversión, la Bolsa europea es la que, en su opinión, ofrece más recorrido, seguida de los índices estadounidenses. El mercado español se sitúa en tercer lugar en las preferencias de inversión. Después, a gran distancia, se sitúan el mercado asiático, el japonés y las Bolsas emergentes.

El optimismo de los inversores, sin embargo, no se traduce en una mayor toma de riesgos en sus carteras. Las subidas de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo están siendo aprovechadas por los bancos para elevar los intereses que les cobran a sus clientes por los préstamos. Sin embargo, esta rapidez para ajustar el precio de los créditos a la nueva situación monetaria no se ve en la otra cara de la moneda. Muy pocas entidades han dado el paso para elevar la remuneración de sus depósitos. A pesar de esta tacañería, el activo de inversión favorito de los españoles para el próximo semestre son los productos de pasivo. Un 39,8% reconoce que invertirá en depósitos, libreta de ahorro o cuentas corrientes, a pesar de que los réditos que ofrecen no dan, ni de lejos, para compensar la inflación.

Fondos de inversión (16,2%), fondos de pensiones (15,4%), acciones (12,7%) y deuda pública (11,8%) son las siguientes opciones de inversión preferidas. En este último caso, es llamativa la apuesta de los ciudadanos por los bonos y letras del Tesoro. Hace un año, apenas el 5,5% de los encuestados por la gestora de fondos estadounidense reconocían que la deuda pública era una de sus opciones de inversión. Un año después, ese porcentaje se ha multiplicado por dos. Las largas colas a las puertas del Banco de España son la mejor prueba de este frenesí por las letras del Tesoro.

Preferencia por la renta fija

Interpelado sobre el cambio de sus posiciones en el periodo de entreguerras, el gran economista John Maynard Keynes respondió: “Cuando los hechos cambian, yo cambio de opinión. ¿Usted no?”. Algo parecido han debido de pensar en JP Morgan AM. A principios de año, la previsión de la gestora es que en 2023 habría crecimiento económico. Discreto, pero crecimiento. Ahora no lo tienen tan claro. “La crisis financiera que se inició con la quiebra de Silicon Valley Bank no es como la de 2008, porque se limita solo a entidades locales estadounidenses, no a grandes grupos sistémicos. Sin embargo, su impacto económico todavía es una incertidumbre. Lo que es seguro es que habrá restricciones en el crédito”, explica Lucía Gutiérrez-Mellado, responsable
de estrategia de JP Morgan Asset Management para España
y Portugal. Esta situación hace, en opinión de esta experta, “que la probabilidad de tener un crecimiento moderado haya bajado, aumentando el riesgo de recesión global”.
Gutiérrez-Mellado cree que la inflación va por el buen camino. Cree que si se cierra el grifo de los préstamos, las entidades harían buena parte del trabajo sucio para los bancos centrales. En este sentido, prevé que a la Reserva Federal le quede una subida de 25 puntos básicos y al BCE de 50 puntos básicos. “Sin embargo, no creo que el fin de las subidas de tipos dé paso inmediatamente a rebajas en el precio del dinero. Todavía hay ciertas tensiones inflacionistas, sobre todo en el sector servicios”.
En este contexto, desde JP Morgan AM creen que el activo que hay que tener en cartera es la renta fija de larga duración. En renta variable están infraponderados, aunque apuestan por hacer movimientos puntuales según vaya el mercado.

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.

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