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El gallego que quiere llenar el mundo de omega 3

David Carro, fundador del grupo industrial IFFE Futura, construye una planta en la comarca de Ferrol donde producirá más de 10.000 toneladas al año de estos ácidos grasos

David Carro IFFE Futura
David Carro, consejero delegado y fundador de IFFE Futura, en la planta de omega 3 en As Somozas.Imagen cedida
Sandra López Letón

De financiero de grandes fortunas coruñesas a capitanear IFFE Futura, un holding empresarial gallego que aspira a liderar la producción de omega 3 en España y a ser uno de los 10 principales fabricantes del mundo. El año que viene, la planta del empresario David Carro, situada en el parque industrial de As Somozas, en la comarca de Ferrol, empezará a producir estos ácidos grasos procedentes de aceite de pescado. Su objetivo es fabricar más de 10.000 toneladas anuales cuando esté a pleno rendimiento y ocupar un asiento relevante en un mercado que mueve más de 1,4 billones de euros al año a escala mundial.

De carácter afable y sosegado, con 46 años y natural de A Coruña, Carro ha sido testigo directo del crecimiento patrimonial de algunos familiares de Amancio Ortega, fundador de Inditex. Esas experiencias esculpieron su marcado “carácter emprendedor”, como él mismo reconoce, desde muy temprano. Tras culminar sus estudios de Ciencias Empresariales en A Coruña y formarse en cooperación social en Italia, pasó a formar parte de la Fundación Paideia Galiza, creada en 1986 por Rosalía Mera, primera mujer de Amancio Ortega. “Fue una etapa sumamente enriquecedora”, cuenta Carro. Años después trabajó en varios family offices relevantes: Rosp Corunna, la sociedad con la que Sandra Ortega gestiona su fortuna; Alén Gestión Patrimonial, asesor de diversos grandes patrimonios vincu­lados a Inditex, e Inveravante, sociedad promovida por la familia Jove tras la venta de Fadesa.

Pero lo suyo era emprender. Y así fundó en 2009 la sociedad IFFE Futura, un grupo industrial y de servicios con sede en Oleiros, que cotiza en el BME Growth desde marzo de 2019 —tras la compra de la socimi Promorent— y en cuyo accionariado están desde 2021 la firma de capital riesgo Inveready y José Poza, que fue presidente de Ibercom hasta su fusión con MásMóvil. David Carro sigue siendo el primer accionista con el 16,74% de los títulos. El grupo, cuyas acciones suben un 39% en lo que va de año y vale 23,4 millones de euros, aglutina varias áreas de negocio: la consultoría DCM Asesores, que prepara a pymes para su salida a Bolsa; la escuela de negocios IFFE Business School, y una incubadora y aceleradora empresarial.

Otra de las patas era el negocio inmobiliario. Sin embargo, esta filial fue absorbida en junio por el propio Carro debido a su alta deuda y a las exigencias de las entidades financiadoras. Este paso era esencial para que Inveready, Banco Santander y la Xunta, entre otros inversores, aportaran 18 millones de financiación para el que es su auténtico proyecto estrella: la planta de omega 3, que va a explotar su filial IFFE Biotech junto con su socio Natac, biotecnológica española.

Ni sabe ni huele

La factoría, que está al 80% de su ejecución, con las fases de ingeniería y diseño finalizadas, no se ha levantado de cero. Carro adquirió los terrenos (28.800 metros cuadrados) y activos que existían cuando quebró la empresa Nobo, que también producía estos ácidos grasos. La previsión de IFFE Biotech es la de fabricar omega 3 a partir del segundo semestre de 2023 para venderlo a compañías que elaboren suplementos nutricionales, productos farmacéuticos, cosmética o alimentación animal. “Será de la más alta calidad y mejor comportamiento organoléptico, lo que significa que no va a tener olor, sabor ni color”, comenta Carro, que destaca sus propiedades para la salud (protegen el sistema cardiovascular, son antiinflamatorios…).

El pasado 4 de octubre, el empresario mostraba a algunas autoridades de la Xunta y a diversos medios de comunicación, entre los que estaba invitado EL PAÍS, los avances de la planta. Allí anunciaba su primer contrato. “Suministraremos 100 toneladas a la firma gallega Biomega Natural Nutrients”, dijo.

La fábrica, que incorporará en los próximos meses a unos 35 trabajadores, estará a pleno rendimiento en un plazo de tres años desde el inicio de la producción. “Para 2024 esperamos obtener unas ventas de 2.000 toneladas y más de 5.000 toneladas en 2026″. El objetivo es hacerse con una cuota de mercado superior al 50% en España, donde su competidor directo es la compañía Biosearch Life. A nivel internacional, lo son la alemana Basf y la noruega Epax.

IFFE Biotech ya está en contacto con los principales proveedores para obtener aceite de pescado, que procederá de aguas del Atlántico. “En una primera fase vendrá de Sudamérica, de países como Chile o Perú, donde la industria del residuo y los aceites de pescado está más desarrollada que en España”, advierte Carro. Comprando allí consiguen mayor calidad a un menor precio: el coste puede rondar los 3.200 o 3.400 dólares la tonelada de aceite. Su intención es poder trabajar con la industria pesquera y conservera gallega e incorporarla a su red de proveedores. Aunque, “de momento, no hay mercado”, dice. Más adelante sí. De las 10.000 toneladas anuales de omega 3, 2.000 podrían ser generadas en Galicia.

Ese aceite de pescado trazable que van a comprar y que se obtiene estrujando los desechos (espinas, cáscara, cabeza…) de la anchoveta y el atún llegará al puerto de Ferrol en flexitanques —cada uno carga en torno a 22 toneladas de aceite— para después ser tratado en la planta y hacerlo apto para el consumo humano. “Han de ser refinados, desodorizados y blanqueados”, cuenta Carro. El omega 3 gallego se venderá principalmente en Europa y Estados Unidos, a un precio que se sitúa en la parte alta del mercado: rondará los 14.000 euros por tonelada.

La filial IFFE Biotech aportará masa a los ingresos totales del grupo, cuyo plan de negocio 2022-2026 contempla una facturación acumulada superior a 80 millones de euros y un resultado neto de explotación acumulado de más de 20 millones. La rentabilidad operativa del negocio de fabricación de omega 3, en el que por cada litro de aceite la empresa conseguirá 0,90 de producto final, se sitúa por encima del 20%. Parte de esos residuos que se desecharán y que no son tóxicos servirán para autoconsumo energético de la planta. El fundador cuenta que evitar que la factoría genere olores ha sido una de las principales preocupaciones e insiste en que “no es una actividad dañina para el medio ambiente”.


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Sobre la firma

Sandra López Letón
Redactora especializada en el sector inmobiliario, del que informa desde hace más de dos décadas. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en EL PAÍS. Actualmente, escribe en el suplemento de información económica 'Negocios'. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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