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Más prácticas, más alumnos y más empresas: así se implantará la nueva Formación Profesional

El carácter dual de la norma intensificará la colaboración público-privada para dar cabida a más de un millón de alumnos. El papel de los tutores y la orientación laboral son algunos de los aspectos clave

Estudiantes de FP durante una clase de Mecánica en un centro de FP en Valencia.
Estudiantes de FP durante una clase de Mecánica en un centro de FP en Valencia.Mònica Torres
Nacho Meneses

La nueva ley de Formación Profesional puede jactarse de haber nacido con un inusual grado de consenso que incluye al Gobierno, los centros formativos, las empresas, la patronal y las comunidades autónomas. El carácter dual de la remodelada FP, que combinará desde el principio la formación en los centros con las prácticas en empresas, tendrá como previsible consecuencia una mejora en la capacitación y la inserción laboral de los graduados, a la vez que deberá afrontar una serie de retos que empiezan por garantizar prácticas suficientes para la totalidad de alumnos. Desafíos que pasan por obstáculos tan conocidos como la necesidad de mejorar la imagen social de la FP; solucionar los conflictos de competencias; desarrollar el rol del tutor de empresa; mejorar la transferencia de alumnos entre universidad y la FP y continuar avanzando en aspectos como la orientación laboral o la acreditación de competencias profesionales. De todo esto se debatió los pasados 4 y 5 de mayo en Santiago de Compostela, en el marco del 9º Congreso de FP organizado por FPEmpresa y CaixaBank Dualiza, bajo el lema Trabajando juntos. El nuevo papel de la empresa en la FP.

La colaboración con las empresas, evidentemente, no es nueva, pero adquirirá una dimensión diferente: “Ahora se quiere profundizar porque es necesario que el alumno no solo contraste su aprendizaje con la realidad productiva donde se tiene que insertar, sino también porque parte de los aprendizajes solo se pueden dar en el contexto de esa realidad (…). Acelera, por lo tanto, la integración y la transición al mundo laboral”, afirma Luis García Domínguez, presidente de FPEmpresa. Pero, para que esto suceda, deben concretarse aspectos como el papel que jugarán tanto las organizaciones sindicales como empresariales, la orientación y el papel del tutor y tutora de empresa.

“Este es precisamente un elemento clave porque, de alguna manera, los tutores se tienen que preparar, formar y profesionalizar; no puede ser un puesto voluntarista, porque ser un profesional de su entorno y flujo de trabajo no significa que vaya a ser capaz de organizar, motivar o enseñar a un estudiante, o que la integración del aprendiz sea óptima”, añade García, para quien “tiene que verse como una parte de la estructura de la empresa y figurar en la legislación laboral. Por eso, la colaboración de sindicatos y organizaciones empresariales es esencial”.

A este reto se le suman otros dos igualmente vitales: el primero, de cara a las empresas, ya que, hasta ahora, la FP dual general “recibía a alumnos cuando estos ya habían sido previamente formados con 1.600 horas de enseñanza teórica y práctica, mientras que ahora debemos empezar esta fase de aprendizaje en el primer curso”, señala García. Se busca, en definitiva, la corresponsabilidad de centro y empresa en los resultados del aprendizaje. El otro desafío tiene que ver, explica, con la formación y gestión del profesorado, de manera que los docentes puedan encontrar la forma de actualizarse constantemente: “Debemos formarnos para las nuevas tecnologías y los nuevos trabajos, porque los puestos y perfiles cambian muy rápidamente”.

Tres décadas de cambios

Los expertos afirman que vivimos en una época de cambios constantes que hacen más necesaria que nunca la formación a lo largo de la vida. Un proceso de transformaciones que, para Juan Carlos Tejeda, director de Formación y Educación de la CEOE, se han venido produciendo a lo largo de los últimos 30 años, y que la pandemia, además, ha acelerado: “Cambios demográficos, porque la población activa europea pasará del 61 al 51 % en 2060, lo que provocará a su vez cambios sociales; cambios climáticos; procesos de globalización importantes; cambios geopolíticos y, por supuesto, tecnológicos: y es que tenemos más tecnología en el bolsillo que la que en 1969 llevó al hombre a la luna”, declaró desde la tarima de oradores del congreso de Santiago. Cambios que, sostiene, han afectado al mundo empresarial hasta el punto de que la mayoría de las empresas de España tendrán que reinventarse antes de cambiar de década; “y también a los procesos de cualificación del individuo, porque antes tus padres podían formarse, trabajar y jubilarse; mientras que hoy debemos formarnos día a día para adaptar nuestras competencias”.

Aunque la FP Intensiva Dual (que establece que más del 25 % de las horas tendrán lugar en empresas) goza de una moratoria hasta 2028, la nueva FP General Dual se implantará a lo largo de los próximos cuatro años, “con los nuevos módulos de digitalización y sostenibilidad o el aumento del aprendizaje en las empresas, y el incremento de unas 100 horas de estancia en las mismas hasta superar las 500″, esgrime García. Ya sea en la FP Básica como en la de grado medio o superior, la colaboración empresarial se cristaliza en una especia de simbiosis en la que la empresa forma a los futuros profesionales según sus necesidades, y los estudiantes acceden a herramientas de última generación que les permiten mejorar la calidad de su aprendizaje. “Ahora mismo tenemos prácticas suficientes para los más de un millón de alumnos, pero si seguimos elevando el número (y eso es lo que pretendemos todos), deberemos hacer un esfuerzo mayor de comunicación con las empresas que aún no participan en el sistema”, recuerda el presidente de FPEmpresa.

Buenas prácticas

El reciente congreso sirvió también para compartir ejemplos de buenas prácticas que ya se están desarrollando en toda España. Casos como el del Centro Público Integrado de Formación Profesional (CPIFP) As Mercedes, en Lugo, donde los alumnos del Ciclo Superior de Mantenimiento de Aeronaves trabajan y aprenden con Ceres, una empresa de ingeniería que aporta los recursos que de otra forma no estarían al alcance de sus manos: “La nuestra es una pequeña empresa que, hace algunos años, empezó a usar sensores embarcados en drones para realizar trabajos de topografía, de control de masas arboladas, de fotogrametría... Labores que antes necesitaban de mayor mano de obra”, explica Pablo Fernández, su gerente. “Antes nosotros casi que teníamos que formar a nuestros propios ingenieros; ahora, con el centro, tenemos alumnos que están perfectamente formados en el conocimiento de las aeronaves no tripuladas, su mantenimiento y los requisitos para volar, y nosotros podemos centrarnos en la parte de sistemas, el análisis y el procesamiento de datos”.

Los acuerdos de colaboración no se limitan, en cualquier caso, a las empresas. El centro tiene a su disposición un antiguo Falcon 20 cedido por el ejército que tuvieron que ir a buscar a Madrid con un grupo de alumnos, desmontar, transportar y volver a montar en el centro. “Ahora estamos hablando con Protección Civil, con los que vamos a usar un dron con cámara termográfica para que los alumnos lo vuelen y puedan localizar a gente cuando se pierde; y también estamos montando una furgoneta de la Policía”, compartía Luis Abelleira, docente del centro, frente a los más de 550 profesores de FP presentes en el auditorio de la Cidade da Cultura de Galicia, en Santiago.

Entre las iniciativas allí presentadas figuraron también casos de colaboración con grandes empresas como Pescanova o la Comunidad Digital Iberdrola, un proyecto en el que participan casi un centenar de centros de FP repartidos para la geografía española gracias a la cesión de metodologías de realidad virtual, realidad híbrida (VR+360º) y vídeos explicativos de distintas áreas del conocimiento, desde la generación de energía hasta el consumo, y una plataforma digital con tres aerogeneradores en RV, un centro de transformación híbrido, diferentes tipos de turbinas, válvulas, piezas... “El acceso se hace mediante licencias gratuitas, y tiene también la ventaja de que todos los contenidos formativos han sido probados en un entorno industrial. Si no fuera así, no podríamos certificar que son útiles”, argumenta Roberto Mediavilla, responsable de Formación de Iberdrola España.

La importancia de la orientación laboral

De sur a norte, y para asistir al congreso, viajó Rafael Rivas, docente de Formación y Orientación Laboral (FOL) y jefe de estudios en el IES Sanje, en Alcantarilla (Murcia). Allí reflexionó sobre el papel de la orientación laboral en la nueva ley: “Tiene un papel importante por varios motivos: primero, porque informa al alumnado de lo que supone hacer unas prácticas de empresa en la modalidad dual; porque les informa del compromiso que asumen acerca de la compatibilidad entre el estudio en el centro educativo y las prácticas en un entorno productivo; y porque guía a los estudiantes que vienen de la ESO y no tienen claro qué ciclo formativo cursar”. En el Sanje organizan, además, unas visitas guiadas a los talleres formativos presentes en el centro para los alumnos de 4º de la ESO.

El Real Decreto por el que se establecerá la Ordenación del Sistema de Formación Profesional, cerca de publicarse, incluye por su parte alguna de las propuestas formuladas por anPROFOL, la Asociación de Profesorado de FOL: aspectos como, por ejemplo, la introducción de un módulo de Orientación Profesional en los grados básicos de FP; aprendizajes relacionados con la digitalización y la sostenibilidad; o la introducción de las habilidades blandas. Pero también se solicitaron mejoras: “El nuevo módulo de Itinerario Personal para la Empleabilidad I presenta una reducción importante en los resultados de aprendizaje relacionados con la legislación laboral, sobre todo en lo que respecta a la libertad sindical, la representación de los trabajadores en la empresa, la huelga o el conflicto colectivo”, recuerda Antonio Guirao, su presidente. Mientras, en el módulo de Itinerario Personal para la Empleabilidad II, donde se trabajan enseñanzas relacionadas con el emprendimiento y la creación de empresas, parece que desaparecen aprendizajes de gran importancia para los futuros emprendedores como son el análisis de viabilidad económico-financiera, el conocimiento de las diferentes formas jurídicas o la responsabilidad fiscal y los principales impuestos.

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Sobre la firma

Nacho Meneses
Coordinador y redactor del canal de Formación de EL PAÍS, está especializado en educación y tendencias profesionales, además de colaborar en Mamas & Papas, donde escribe de educación, salud y crianza. Es licenciado en Filología Inglesa por la Universidad de Valladolid y Máster de Periodismo UAM / EL PAÍS

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