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El Gobierno se compromete a aprobar las nuevas ayudas para el coche eléctrico antes del 23-J

El ministro de Industria garantiza dos nuevas convocatorias por un importe superior a los 1.100 millones de euros

fábrica Stellantis Zaragoza
Una empleada en la fábrica de Stellantis en Zaragoza.

El Gobierno mantiene su objetivo de lanzar la segunda convocatoria del PERTE del coche eléctrico en junio a pesar del adelanto de las elecciones generales al 23 de julio, según ha confirmado este jueves el ministro de Industria, Comercio y Turismo, Héctor Gómez. El plan consiste en materializarla a través de dos líneas: una de baterías, en la que la Comisión Europea ya ha aprobado 837 millones de euros, y otra para proyectos individuales que tengan un impacto en la cadena de fabricación de estos vehículos. En esta segunda línea, Gómez confía en una respuesta “favorable”. Fuentes del sector confían en que esa segunda línea de ayudas cuente con unos 300 millones de euros.

“La convocatoria se va a mantener”, ha rematado el ministro en una conferencia de prensa en Madrid, calmando los ánimos de las compañías del sector, que el lunes entraron en “pánico” -explica un directivo del sector- al temer que la premura de las elecciones se llevara por delante el compromiso del Gobierno, ya que tanto una ley como un real decreto ley tendría que ser convalidado por el Congreso. Finalmente, según distintas personas consultadas, las convocatorias se aprobarán por la vía del decreto ley. El titular de Industria también ha asegurado que su departamento está en contacto con el sector para adelantar todos los trabajos relacionados con los puntos de recarga, y que este proceso no se ha visto alterado por la convocatoria de elecciones.

El primer paquete de ayudas de 850 millones de euros se centrará en la fabricación de baterías, uno de los pilares de la nueva automoción eléctrica, y podría estar listo en un plazo de 10 a 15 días, según ha trasladado el Gobierno a las empresas de la automoción. El Gobierno confía en utilizar los subsidios para asegurar al menos dos nuevas fábricas, además de las ya conocidas de Volkswagen (en Valencia) y Envision (en Extremadura). Esa convocatoria se beneficiará de la flexibilización del nuevo marco de ayudas de la Unión Europea, con el que el Gobierno comunitario pretendía luchar con el atractivo plan de ayudas contra la inflación activado por Estados Unidos para inversiones que transformaran la economía. El segundo, que se asemeja más al primer PERTE aunque muy simplificado, se dirige más al desarrollo y fabricación de coches eléctricos y está pendiente de que la Comisión publique el nuevo reglamento general de exención por categorías, lo traduzca a todos los idiomas de la Unión Europea y después publique un texto refundido con toda la normativa al respecto. Otra diferencia respecto a la primera convocatoria del PERTE es que en este caso los fondos serán repartidos en función del orden de la llegada de proyectos.

Pese al anuncio de que la convocatoria está garantizada, las dudas que tienen las compañías que quieren beneficiarse de las ayudas es acerca de la letra pequeña: qué entrará y qué se quedará fuera de las subvenciones, y los plazos para sacar adelante las inversiones. La resolución de las peticiones las tendrá que realizar el nuevo Gobierno, aunque su aprobación es más técnica que política.

Después de esas dos convocatorias, el Gobierno planteaba efectuar una nueva para acabar de gastar el conjunto de recursos comprometidos de fondos Next Generation para la automoción junto a otros propios del Ministerio de Industria, aunque con intensidades de ayudas inferiores a los dos anteriores. Ese plan es el que está más en el aire por la convocatoria electoral, ya que tendría que esperar a la formación del nuevo Gobierno.

El PERTE del vehículo eléctrico no ha dejado de acumular problemas. Se aprobó con mucho retraso y la asignación de ayudas de la primera convocatoria, cuando no estaban previstas nuevos programas de ayudas, vivió en la polémica por la petición de más fondos de Volkswagen y porque al final acabó repartiendo solo el 29% de los 2.975 millones de euros disponibles. Después, la entonces ministra de Industria se comprometió a una segunda convocatoria que estaría lista el primer trimestre de este año. Pero antes de dejar el cargo para liderar la candidatura del PSOE por Madrid, descabezó la secretaría de Industria. Desde entonces, el nuevo secretario, Francisco Blanco, ha tenido que asumir las riendas y seguir las negociaciones de con la Comisión Europea para sacar adelante las nuevas convocatorias, que no seguirán la compleja trama administrativa del antiguo PERTE.

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