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“Un millón de dólares por segundo”: así vivió la fuga de depósitos el jefe de Silicon Valley Bank

Gregory Becker, antiguo consejero delegado del banco, explica ante el Senado de EE UU sus intentos de evitar la quiebra de la institución

Former Executives Of Collapsed Banks Silicon Valley Bank And Signature
Gregory Becker, antiguo consejero delegado de Silicon Valley Bank; Scott Shay, cofundador de Signature Bank, y Eric Howell, expresidente de Signature Bank, este martes, ante la Comisión de Banca del Senado.DREW ANGERER (Getty Images via AFP)
Miguel Jiménez

“Para empezar, quiero dejar claro que nunca me imaginé a mí mismo ni a SVB en esta situación”. La comparecencia del antiguo consejero delegado del Silicon Valley Bank, Gregory Becker, de este martes en la comisión bancaria del Senado de Estados Unidos tiene algo de acto de contrición, pero sobre todo parece un lamento y una manifestación de impotencia. Becker ha señalado la subida de los tipos de interés como la raíz de los problemas del banco, el cierre de Silvergate Bank como detonante y la fuga de depósitos por “rumores e ideas erróneas“ como causante de la caída. Una fuga sin precedentes: “Un millón de dólares por segundo”, según Becker.

La Reserva Federal señaló a Silicon Valley Bank (SVB) como “un caso de libro de mala gestión”. Sin embargo, el banco central también admitió los errores propios de supervisión y lo extraordinario e imprevisible de la fuga de depósitos que tumbó a la entidad.

En su intervención inicial, Becker ha señalado: “Fui empleado de SVB durante casi 30 años y director general de SVB durante los últimos 12 años, hasta que fue intervenido por la FDIC [la Corporación federal de Seguro de Depósitos]. Creía en SVB y en su misión, y me preocupaba profundamente por nuestros más de 8.000 empleados y sus familias. Estaba comprometido con nuestros clientes y con ayudarles a tener éxito, ya fueran empresas tecnológicas de renombre o fundadores de pequeñas empresas con ideas innovadoras en ciudades de todo el país. Estoy desolado por nuestros empleados y clientes, que se han enfrentado a la incertidumbre y las dificultades a lo largo de estos acontecimientos”.

En su testimonio, Becker ha repasado la creación y el desarrollo del banco y su papel como directivo, así como el fuerte crecimiento que había experimentado la entidad en los últimos años. SVB se hizo “demasiado grande demasiado rápido”, le ha reprochado el presidente de la Comisión de Banca del Senado, el demócrata Sherrod Brown. Tim Scott, el republicano de mayor rango en la comisión, ha puesto el acento en los fallos de la Reserva Federal, que “se durmió al volante” sin ver venir la crisis bancaria y dejando que la inflación subiese al máximo en cuatro décadas. pero también ha criticado a los banqueros: “Dice que se tomó en serio la gestión de riesgos. Me cuesta creer ese comentario”, le ha dicho a Becker, que comparecía junto a los antiguos responsables de Signature Bank.

Luego, el antiguo jefe de SVB le ha devuelto la pelota a la Reserva Federal. Subraya que el banco central había asegurado que la inflación que empezó a azotar Estados Unidos en 2021 era “transitoria”, sugiriendo que no habría grandes subidas de los tipos de interés.

Tras ello, sin embargo, la Reserva Federal aprobó las subidas de tipos de interés más agresivas desde la década de 1980, al darse cuenta de que se había equivocado en su diagnóstico. SVB sufrió pérdidas latentes en su cartera de títulos de renta fija, como muchas otras entidades financieras, ya que la subida de tipos restaba valor a los bonos emitidos antes a tipos más bajos.

Tras señalar a la Reserva Federal, ha apuntado también a otro actor de la tragedia financiera: Goldman Sachs. “Siguiendo el consejo de Goldman Sachs, decidimos vender nuestra cartera disponible para la venta con el fin de realizar esas pérdidas y explicar al mercado por qué estábamos ampliando capital, teniendo en cuenta que las finanzas de SVB eran por lo demás saludables. SVB tenía suficiente liquidez y estaba adecuadamente capitalizado el 8 de marzo [el día en que puso en marcha esa operación por consejo de Goldman Sachs], como habían reconocido previamente sus equipos de supervisión de la Reserva Federal”, sostiene Becker.

”Rumores e ideas erróneas“

Pero todo lo que podía salir mal, salió mal. Ese mismo día 8 de marzo, Silvergate Bank anunció su intención de disolverse y liquidarse voluntariamente, y ese banco centrado casi al 100% en las criptomonedas sufrió una fuga de depósitos. Aunque SVB solo tenía alrededor del 3% de sus depósitos procedentes de clientes de criptomonedas, había sido comparado con Silvergate en un artículo del Financial Times publicado el 21 de febrero, explica Becker.

Greg Becker, antiguo jefe de Silicon Valley Bank, antes de su intervención de este martes en el Senado.
Greg Becker, antiguo jefe de Silicon Valley Bank, antes de su intervención de este martes en el Senado.MANDEL NGAN (AFP)

“El fracaso de Silvergate y el vínculo con SVB hicieron que los rumores y las ideas erróneas se extendieran rápidamente por internet, lo que llevó al inicio de lo que se convertiría en una fuga de depósitos sin precedentes. Al día siguiente, la corrida bancaria cobró fuerza. Al final del día, el 9 de marzo, se retiraron 42.000 millones de dólares en depósitos de SVB en 10 horas, o aproximadamente un millón de dólares cada segundo”, ha señalado el antiguo responsable de la entidad.

Mientras Becker y el equipo de SVB trataba de conseguir liquidez adicional, la mañana del 10 de marzo, la FDIC le informó de que intervenía la entidad. Ese día, se solicitó la retirada de otros 100.000 millones de dólares en depósitos, con lo que el total de depósitos retirados y solicitados ascendió a unos 142.000 millones de dólares, es decir, alrededor del 80% del total de depósitos, en dos días.

Para poner en contexto la velocidad sin precedentes de esta corrida bancaria, explica Becker, la anterior mayor fuga de depósitos de la historia de Estados Unidos, la de Washington Mutual en 2008, fue de 19.000 millones de dólares en depósitos en 16 días. ”No creo que ningún banco pudiera sobrevivir a una corrida bancaria de esa velocidad y magnitud, que fue ‘mucho más allá de los precedentes históricos”, ha dicho Becker, parafraseando a la Reserva Federal.

Becker fue despedido el 12 de marzo. El informe del que toma esa cita, publicado por el banco central a finales de abril, ha sido presentado también este martes en el Congreso por el vicepresidente de Supervisión de la Reserva Federal, Michael Barr.

Barr ha insistido ante los congresistas en la necesidad de mejorar y reforzar la supervisión de los bancos. Y ha hecho su propio acto de contrición: “Los recientes acontecimientos demuestran que nosotros, como reguladores, debemos hacerlo mejor. Tenemos que garantizar una supervisión y regulación sólidas para que el sistema financiero sea más seguro y justo, en apoyo de una economía que atienda las necesidades de los hogares y las empresas”, dirá según la intervención adelantada por la Reserva Federal.

Tras la intervención de Becker y de los antiguos responsables de Signature Bank, los banqueros han sido objeto de las críticas de los senadores: “Estuvieron pagando bonus hasta, literalmente, horas antes de que los reguladores embargaran sus activos. A la gente de Ohio y de todo el país, esto les resulta asquerosamente familiar”, les ha dicho Brown, senador por Ohio. “Para la mayoría de los estadounidenses, la falta de rendición de cuentas en Wall Street se corresponde con toda su experiencia con nuestra economía. Los trabajadores afrontan las consecuencias; los ejecutivos cabalgan hacia la puesta de sol”, ha insistido el presidente de la comisión. “¿Por qué dejaron que las cosas fueran tan mal? ¿Por qué ignoraron a los reguladores? A esa pregunta también hay una respuesta sencilla, la misma que encontramos a la mayoría de las preguntas sobre las quiebras de los grandes bancos: porque los ejecutivos se estaban enriqueciendo”, ha añadido.

“Hemos visto esta película antes”, ha dicho el senador por Georgia Raphael Warnock, que ha preguntado su sueldo a Becker. Este ha explicado que su retribución fue de casi 10 millones de años, aunque en su mayor parte diferida y en acciones, las cuales han perdido todo su valor. Cuatro senadores (dos demócratas y dos republicanos) han presentado un proyecto de ley que otorgaría a la FDIC poder para recuperar cualquier remuneración pagada a los ejecutivos en los cinco años anteriores a la quiebra de un banco.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.

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