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Credit Suisse cierra con beneficios el primer trimestre del año, en el que perdió 68.300 millones en depósitos

La entidad rescatada y posteriormente absorbida por UBS se anota unas ganancias de 12.600 millones por la cancelación de su deuda de alto riesgo

Credit Suisse
El consejero delegado de Credit Suisse, Ulrich Koerner, tercero por la derecha, abandona la junta de accionistas de la entidad, celebrada el pasado 21 de abril en Zurich.MICHAEL BUHOLZER (AP)

Credit Suisse, el banco suizo caído en desgracia en marzo, ha publicado este lunes sus resultados del primer trimestre. En los primeros tres meses del año, en los que sus acciones se hundieron y acabó siendo absorbido por su rival UBS, la entidad sufrió una retirada masiva de depósitos por parte de sus clientes —67.000 millones de francos suizos (68.300 millones de euros)—, espantados ante una crisis que casi lleva al segundo banco helvético a la quiebra. Con todo, Credit Suisse se anotó unos beneficios de 12.600 millones de euros, influidos principalmente por la cancelación de sus bonos contingentes convertibles —conocidos en la jerga sectorial como cocos—, un tipo de deuda de alto riesgo.

Con las acciones en caída libre, las autoridades suizas presionaron en un fin de semana frenético para que UBS, el principal banco del país, adquiriese a su rival. Finalmente, tras un tira y afloja con el precio, y la promesa de unas garantías extraordinarias, la compra por 3.000 millones de euros se anunció el domingo 19 de marzo, antes de la apertura de los mercados. La retirada masiva de liquidez, ha apuntado el banco en su publicación trimestral, “fue especialmente aguda en los días inmediatamente anteriores y posteriores al anuncio”.

“Se estabilizaron a niveles mucho más bajos, pero a día de hoy la situación no se ha revertido todavía”, admitió la entidad de Zúrich, que en 2022 ya había sufrido una salida de liquidez de 125.000 millones de euros que contribuyó a una enorme crisis de confianza que le abocó a la venta a UBS.

Bonos convertibles

Dentro de las garantías extraordinarias que recibió UBS —la fusión no se sometió a la votación de sus accionistas: el banco recibió 9.000 millones de euros en garantías para afrontar las futuras pérdidas que le depare la compra y el Banco Nacional de Suiza puso a su disposición una línea de liquidez de 100.000 millones de euros— se encuentra la cancelación de los cocos, que causó gran indignación entre los inversores. Esta cancelación explica en gran parte los beneficios anunciados por la entidad: redujo a cero unas obligaciones que sumaban, de acuerdo con el informe, 15.300 millones de euros.

Los cocos son un instrumento que permite a la banca protegerse ante posibles turbulencias en su capital: cuando las reservas de una entidad en relación con sus activos se sitúan por debajo de un determinado umbral, los bonos convertibles ―como su nombre indica― se transforman automáticamente en acciones y contribuyen así a restaurar el capital deteriorado. Las autoridades suizas decidieron, invirtiendo el orden normal en este tipo de casos, que los cocos perdieran todo su valor, mientras que los accionistas de Credit Suisse recibieron 3.000 millones de euros. Esta orden ha llevado a numerosos bonistas a interponer denuncias contra las autoridades suizas por las pérdidas sufridas, o a anunciar su intención de hacerlo, tanto dentro como fuera del país helvético.

Credit Suisse ha reflejado en su informe trimestral unos ingresos de 18.800 millones de euros (cuatro veces más que en el mismo periodo de 2022), frente a unos gastos operativos de solo 5.300 millones. Otro ingreso extraordinario ligado a los fuertes beneficios reportados, según el informe, fue la venta de una parte significativa de los productos titulizados de Credit Suisse a la firma neoyorquina Apollo, como parte del proceso de reestructuración que intentó la entidad para salir de su crisis.

Excluyendo ciertas operaciones extraordinarias, el banco tuvo en el primer trimestre de 2023 unas pérdidas ajustadas de 1.340 millones de euros. Los activos totales de la entidad, según el informe, se redujeron en el periodo enero-marzo a 551.000 millones, un 27% menos que hace un año.

Credit Suisse, que aún funciona como entidad independiente hasta que se culmine su fusión, ha indicado en este informe que sigue trabajando junto a UBS para garantizar que la fusión “se complete a tiempo”, aunque ello está sujeto a determinadas operaciones de cierre de negocios que, según han señalado con anterioridad ambas entidades, podrían demorarse.

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