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El Gobierno insiste en que no hay ningún obstáculo para que Ferrovial pueda cotizar en España y EE UU a la vez

La CNMV y Bolsas y Mercados Españoles (BME) concluyen que las empresas españolas pueden solicitar su cotización en Wall Street. Han trabajado con el Ejecutivo “para identificar posibles factores diferenciales” y facilitar la doble cotización

La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, este jueves en la Comisión de Asuntos Económicos, en el Congreso de los Diputados.
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, este jueves en la Comisión de Asuntos Económicos, en el Congreso de los Diputados.MARISCAL (EFE)
El País

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha asegurado que las empresas españolas pueden solicitar su cotización en Estados Unidos sin ningún impedimento, por lo que no sería necesario que compañías como Ferrovial trasladen su sede social fuera de España para cotizar en la bolsa estadounidense. Así lo concluye el análisis que ha llevado a cabo el supervisor bursátil junto con Bolsas y Mercados Españoles (BME) a instancias del Gobierno, que ha trabajado con estas dos entidades para valorar el anuncio de Ferrovial de que trasladará su sede a Países Bajos para facilitar su salto a Estados Unidos. No obstante, esta opción de cotización en ambos países todavía no la ha planteado ninguna empresa española, más allá del uso de los instrumentos ADR (American Depositary Receipt).

El Gobierno sigue en su empeño de desmontar las razones exhibidas por Ferrovial para el traslado de su sede social a Países Bajos. Fuentes del Ministerio de Economía defienden que la empresa sí puede cotizar en Estados Unidos y España a la vez ―un obstáculo que la constructora enarbolaba para defender su traslado― y que está trabajando con la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y con el gestor de la Bolsa española, Bolsas y Mercados Españoles (BME), “para identificar posibles diferenciales del mercado español y, en su caso, medidas para facilitar la doble cotización de las empresas españolas”.

La noticia del traslado de la compañía dirigida por Rafael del Pino fue recibida como un jarro de agua fría por el Ejecutivo, que se lanzó en tromba a criticarla. Aunque en un primer momento Ferrovial aludía a la falta de seguridad jurídica de España ―un argumento que indignó especialmente a los miembros del Gobierno―, el director de comunicación de la compañía afirmó días después que no la ponían en duda y que era perfectamente homologable a la de cualquier país europeo. Esto dejaba, entonces, tres razones de peso vivas: dos explícitas, unas mejoras condiciones de financiación y la posibilidad de cotizar en Estados Unidos, y otra implícita: la menor fiscalidad de los Países Bajos.

“No hay razones de peso que expliquen la decisión anunciada”, apuntan desde Economía: “No se ha identificado ningún obstáculo o desventaja que impida a la compañía cotizar en la bolsa estadounidense y en la española”. Fuentes de la CNMV defendían asimismo a EL PAÍS, días después del anuncio, que “desconocen” por qué Ferrovial dice que es más fácil cotizar en EE UU desde Países Bajos. “No conocemos esos hipotéticos problemas para la cotización dual. Si la compañía nos informara de estas trabas las estudiaríamos, pero hasta ahora, más allá de lo que comunicaron el pasado martes, no nos han dicho nada más”, señalaban.

Acceso a los mercados

En el documento en el que justificaba su decisión, Ferrovial apuntaba a su admisión en el mercado Holandés, de cara “a la futura admisión a negociación de esas mismas acciones en los Estados Unidos y, de darse las condiciones para ello, su inclusión en los índices bursátiles estadounidenses”, sin especificar a qué mercado en concreto optaría entonces la ya empresa neerlandesa. “Por el contrario, las acciones de una sociedad española cotizada en España solamente pueden negociarse en los Estados Unidos a través de American Depositary Receipts (ADR) u otras fórmulas indirectas, y los American Depositary Receipts no son elegibles para acceder a los índices bursátiles estadounidenses”.

Los ADR son el nombre que reciben los certificados emitidos por un banco depositario de EEUU y representan un número específico de acciones de una empresa extranjera. Bancos como el Santander cotizan en mercados internacionales sin perder su sede social en el país de origen. En el caso de la entidad presidida por Ana Patricia Botín, sus títulos se intercambian en España, México, Polonia, Estados Unidos y Reino Unido.

Con todo, y a pesar de los intentos del Gobierno, lo más probable es que compañía apruebe el próximo 13 de abril esta mudanza. Ese día, los accionistas decidirán en junta si este cambio sale adelante. Según ha adelantado este viernes El Confidencial, Leopoldo del Pino, hermano del presidente, Rafael del Pino, votará en contra, precisamente por su deseo de que la compañía siga teniendo su sede en España y cotice al mismo tiempo en Estados Unidos.

En cualquier caso, esta oposición no pondrá en riesgo la aprobación de la operación, puesto que, siempre según El Confidencial, Leopoldo del Pino no tendría planeado ejercer su derecho de separación, algo que sí podría impedir el traslado: el hermano del presidente de Ferrovial ostenta 4,15% del capital de la compañía, por un valor de 788 millones de euros, lo que se sitúa por encima del límite de 500 millones fijado por la constructora para denegar la operación.

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