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Hasta 24 trámites para cambiar unas ventanas: las ayudas europeas se enredan en la burocracia española

La patronal de fabricantes de ventanas, Asefave, denuncia la lentitud en la tramitación de expedientes y ve peligro de tener que devolver hasta 500 millones a Europa

Rehabilitación de la fachada de un edificio, en una imagen de archivo.
Rehabilitación de la fachada de un edificio, en una imagen de archivo.Tomasz - stock.adobe.com
José Luis Aranda

Quince meses después de que las comunidades autónomas empezaran a sacar sus programas de rehabilitación de vivienda financiados con los fondos europeos de recuperación, las ayudas apenas están llegando con cuentagotas a los ciudadanos. Asefave, la patronal de los fabricantes de ventanas, teme que la lentitud en la tramitación de los expedientes de solicitud obligue a devolver casi 500 millones, los que se entregaron a cuenta de los planes de 2021 y que, según las normas de Bruselas, deben estar comprometidos antes del próximo noviembre. “Nos parece gravísimo que se esté desaprovechando una oportunidad histórica”, ha afirmado Eduardo Serradilla, vocal de la organización, en una comparecencia ante los medios este lunes en Madrid para denunciar la situación. La patronal describe un laberinto burocrático para los solicitantes, con requisitos que cambian de unos territorios a otros, procedimientos que requieren presentar hasta 24 documentos y territorios donde, directamente, se han paralizado los expedientes para “no generar faltas expectativas”.

En total, han recordado los fabricantes de ventanas, los fondos europeos disponían 1.151 millones en 2021 y 1.389 millones en 2022 para las partidas dedicadas a rehabilitación. El dinero se presentó como una gran oportunidad para renovar el parque de viviendas español y mejorar su eficiencia energética. Pero de momento no está fluyendo con la facilidad que esperaban en la patronal de fabricantes, al menos en los programas 3 y 4, que eran los que preveían actuaciones a nivel de edificios y por parte de particulares, respectivamente.

Estos programas, para los fondos de 2021, que son los que tienen que cumplir el hito de estar comprometidos en noviembre, recibieron transferencias del Estado a las comunidades autónomas por 500 millones. Aunque la preocupación no se queda en ese dinero. “Creemos que de una manera u otra se van a comprometer; el problema es que cuando se desatasque este filtro en la tramitación de expedientes, muchos de los presentados no cumplan los requisitos y vayan cayendo, con lo cual aunque estén comprometidos no se ejecutarían al 100%”, ha admitido el director de Asefave, Pablo Martín.

Territorios con las solicitudes cerradas

La situación de incertidumbre que describe la patronal es generalizada. Solo Castilla–La Mancha ha presentado los planes de 2023 para ambos programas. En Cataluña, Navarra, Galicia y la Comunidad Valenciana se cerró el plazo de solicitudes de 2022 y no se ha reabierto, aunque las dos últimas han dicho que lo harán incipientemente. Madrid ha ampliado la dotación del programa 3 (el destinado a edificios enteros) pero no lo ha hecho con el 4 y los fabricantes de ventanas subrayan que “hacen falta más de 24 documentos para la solicitud”. En Aragón, que admitía haber recibido muchas peticiones, el proceso de solicitud se paralizó en febrero en la provincia de Zaragoza porque el volumen supera el dinero que se ha recibido. “No se debe generar falsas expectativas en ciudadanos, técnicos y empresas, en tanto se resuelven las solicitudes recibidas”, aseguraba la orden que publicó el Gobierno aragonés. Pero todo ello contrasta con una “falta de transparencia” generalizada, según la patronal, en la que solo Madrid y Valencia han ido datos parciales de cuanto dinero han dispuesto.

En suma, los fabricantes de ventanas, que señalan que el recambio de estas es la “actuación estrella” y ha tenido buena acogida por parte de los ciudadanos, lamentan que no haya un procedimiento estandarizado para todas las comunidades, que piden requisitos diferentes. Esto ha encarecido los trámites, que en la mayoría de casos por la complejidad del expediente realizan profesionales que actúan como gestores de las ayudas, ya que obliga a conocer las peculiaridades de cada convocatoria. En general, según Asefave, se paga entre 500 y 600 euros por ese servicio, para una ayuda que en total puede disponer hasta 3.000 euros por solicitante. Pero el hecho de que estas no se reciban rápido, se quejan, desincentiva a otros particulares a hacer obras y pedir la ayuda, lo que afecta especialmente cuando se trata de una decisión de toda la comunidad de vecinos.

Parte de la dificultad, admite la patronal de ventaneros, viene dada por los requisitos que impone Bruselas, que obliga a justificar adecuadamente cada euro de los fondos que se dispone. Eso obliga, por ejemplo, a tener que solicitar certificados de eficiencia energética antes y después de la reforma, ya que las ayudas están vinculadas a la mejor de las prestaciones del hogar. Pero Asefave pone el foco, sobre todo, en la falta de personal de la Administración para dar resolución rápida a los expedientes. “Se necesita dotar de más recursos a la parte de la gestión”, ha afirmado Serradilla, “y hay un problema claro en la formación de esos efectivos”.

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Sobre la firma

José Luis Aranda
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS, diario donde entró a trabajar en 2008. Escribe habitualmente sobre temas de vivienda y referentes al sector inmobiliario. Es licenciado en Historia por la Universitat de València y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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