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Endesa disparó su beneficio un 77%, hasta los 2.541 millones, en un año de precios récord de la energía

El consejero delegado de la eléctrica dice que “estaría de acuerdo en un impuesto” sobre una parte de las ganancias, unos 500 millones, pero recurre la tasa del Gobierno sobre los ingresos

El consejero delegado de Endesa, José Bogas, este viernes en Madrid.
El consejero delegado de Endesa, José Bogas, este viernes en Madrid.Juan Barbosa (Europa Press)
Ignacio Fariza

La segunda mayor eléctrica española, Endesa, se anotó un beneficio neto de 2.541 millones de euros en 2022, el año de la crisis energética. Es un 77% más que en 2021. El ejercicio recién concluido, en el que se batieron varios récords en los precios de la luz y el gas, fue el mejor de su historia a perímetro comparable —sin tener en cuenta la época en la que buena parte de su negocio estaba en América Latina—. “Hemos logrado una importante generación de valor para nuestros accionistas. Estamos orgullosos de haber podido superar los objetivos que nos habíamos fijado para 2022. Son unos resultados extraordinarios”, ha asegurado el consejero delegado de Endesa, José Bogas.

La empresa, controlada por el gigante italiano Enel desde hace casi 15 años, achaca estos resultados, mejores aún de lo previsto por la mayoría de analistas, al “buen comportamiento del negocio del gas natural y al elevado funcionamiento de las centrales de ciclo combinado” en un 2022 en el que la producción hidroeléctrica se hundió por la sequía. También impactó positivamente, esgrime, el “deterioro sustancialmente menor en el valor de los negocios extrapeninsulares”. Sus ingresos se dispararon más de un 57% interanual, hasta los 32.896 millones; y su margen de beneficio en el mercado libre de electricidad creció un notable 31%, al pasar de 32 a 42 euros por megavatio hora (MWh).

Recurso ante la Audiencia

El consejero delegado de la energética ha cifrado en 500 millones los “beneficios extraordinarios” cosechados como consecuencia del alto precio del gas. “Estaría de acuerdo en que me pusieran un impuesto sobre esos 500 millones, pero no sobre mis ingresos totales”. Con esas palabras, Bogas se ha convertido este viernes en el primer gran ejecutivo del sector en admitir la existencia de beneficios caídos del cielo y en mostrarse dispuesto a que sean gravados en consecuencia.

La empresa ha aprovechado la presentación de resultados para anunciar que ya ha presentado recurso ante la Audiencia Nacional contra la tasa del 1,2% sobre los ingresos no regulados de las compañías energéticas. La compañía argumenta que este nuevo gravamen temporal es “injustificado y discriminatorio”. Su denuncia se suma, además, al recurso presentado por la patronal eléctrica española Aelec (a la que pertenecen, además de la propia Endesa, Iberdrola y BP). “Nos pone en desventaja frente al resto de energéticas europeas: las condiciones deberían ser las mismas para todos”, ha argumentado el consejero delegado de Endesa que, no obstante, ha rebajado a 208 millones la cuota anual a pagar, lejos de los 300 millones anunciados en su día producto de “un redondeo al alza”.

Mayores dividendos

El estirón registrado en 2022 en prácticamente todas sus líneas de actividad ha permitido a la compañía que dirige Bogas elevar su inversión hasta los 2.343 millones (un 8% más) y distribuir un dividendo bruto de 1,585 euros por acción, mucho más que los 1,2 euros previstos hasta ahora. Para 2023, Endesa augura un nuevo récord inversor, con un incremento del 20%, según ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La peor métrica en la cuenta de resultados de la energética es la deuda neta, que el año pasado creció en 2.100 millones, casi un 24% más, que achaca a las inversiones y al dividendo.

A favor de prolongar la nuclear y la excepción ibérica

Bogas ha defendido ante la prensa la excepción ibérica, que, dice, ha permitido un ahorro neto de “entre 4.000 y 5.000 millones de euros” a los consumidores, una cifra que “está muy bien”. Su principal matiz tiene que ver con el hecho de que las empresas y hogares españoles estén subvencionando una parte pequeña de la electricidad que consume Francia. “Debería aplicarse igual en todos los sitios”, ha soslayado. No obstante, Bogas se ha mostrado favorable a la extensión de la medida, que los gobiernos español y portugués siguen negociando con Bruselas.

En 2022, Endesa añadió algo más de 900 megavatios (MW) de potencia renovable, hasta sumar un total de 9.300, un 11% más que a cierre de 2021. Su plan estratégico contempla añadir otros 4.400 MW de aquí a 2025, de los que ya tiene 1.400 en ejecución. Si se tiene en cuenta la nuclear, la empresa afirma que el 71% de su capacidad instalada ya es libre de emisiones de dióxido de carbono (CO₂).

Preguntado por la revisión del calendario de cierre de las centrales atómicas en España, que apunta a 2035 como el año en el que echará el cierre la última de esas instalaciones, Bogas ha abogado por “prolongar” su vida útil: “Creo que no vamos a llegar a tiempo con el almacenamiento, los bombeos y el hidrógeno”, ha argumentado en referencia a las principales soluciones para cubrir la demanda de electricidad en las horas en las que las renovables no son suficientes. Sobre este último vector energético, el consejero delegado de Endesa ha opinado que el hidrógeno “tiene un presente incierto y un futuro prometedor” y ha alertado de una posible “burbuja” de grandes proyectos. En el caso de Endesa, ha añadido, la preferencia es a invertir en eólica y solar, “su principal objetivo”.

Un 16% más de sueldo para su consejero delegado

Bogas ganó el año pasado 2,47 millones de euros, un 16% más que en 2021. El presidente no ejecutivo, Juan Sánchez-Calero, se embolsó, por su parte, 673.000 euros, según el informe anual de retribuciones enviado este viernes a la CNMV. El consejo de administración de Endesa percibió en su conjunto 4,57 millones, casi un 5% más.

La subida en los emolumentos del consejero delegado responden, en gran medida, a la mejora de sus retribuciones ligadas a objetivos a corto plazo (680.000 euros, más de un 30% más) como a largo (casi 690.000 euros, un 38% más). La empresa argumenta, no obstante, que la retribución de Bogas se había reducido en un 24% el año pasado.

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Sobre la firma

Ignacio Fariza
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS. Ha trabajado en las delegaciones del diario en Bruselas y Ciudad de México. Estudió Económicas y Periodismo en la Universidad Carlos III, y el Máster de Periodismo de EL PAÍS y la Universidad Autónoma de Madrid.

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