El jurado da la razón a Elon Musk en el juicio por sus tuits de Tesla

Elon Musk gana el pulso a los inversionistas de Tesla. El jurado ha considerado este viernes que el magnate no violó las leyes del regulador cuando tuiteó en agosto de 2018 que consideraba sacar de la Bolsa al fabricante de coches eléctricos y pagar 420 dólares por acción, un monto que era también un guiño a la marihuana. Aquel mensaje publicado en la red social que ahora le pertenece, le provocó un sinnúmero de dolores de cabeza, quien debió de pactar una multa de 20 millones al supervisor. El punto final a este caso ha llegado esta mañana en un tribunal de San Francisco con su triunfo en una demanda colectiva iniciada por inversores que buscaban indemnizaciones multimillonarias.

Los nueve integrantes del jurado, quienes solo deliberaron por una hora, consideran que los inversionistas no pudieron probar el daño que Musk, en aquel entonces presidente y consejero delegado de la empresa, les provocó con solo dos palabras: “financiación asegurada”. Entonces, el empresario afirmó en la red social que su plan contaba con el apoyo de los inversores y que solo aguardaba el voto de los accionistas. También detalló en un correo electrónico enviado a los empleados lo que quería lograr al hacer privada la compañía. El voto no llegó y las acciones bajaron, lo que provocó una investigación de la Comisión de Valores y Bolsa, la SEC. También le costó a Musk la presidencia de la empresa.

Edward Chen, el juez del caso, ya había señalado que el anuncio de Musk en el tuit era falso y calificó la conducta del empresario de temeraria al comunicar su idea a una cuenta seguida por decenas de millones de personas. Esta tarde, Musk agradeció en la red social el desenlace que le depararon en el tribunal. “Gracias a Dios, la sabiduría del pueblo ha prevalecido”, escribió.

Durante el proceso, que duró algo menos de dos semanas, Musk y sus abogados se enfocaron en comprobar que la maniobra no se trató de un engaño y que nunca ha tenido contratiempos levantando rondas de financiación. “Para mí no es un problema de recaudar dinero. He hecho un buen trabajo para los inversores y si lo haces, te dan dinero”, dijo Musk sentado sobre el banquillo el 24 de enero, cuando era interrogado por su letrado. Su defensa mostró una carta de un banquero de Goldman Sachs que avalaba los planes de Musk y mostraba la disposición del banco de inversión de respaldar la operación.

El emprendedor también argumentó que el fondo soberano saudí, uno de los socios con los que negociaba, estaba interesado en formar parte de la compra con una inversión para hacerse de entre el 3% y el 5% de Tesla. Musk afirmó que, además de eso, estudiaba otras formas de cubrir el monto que necesitaba. Entre estas, una venta de títulos de otra de sus empresas, SpaceX.

Un miembro del jurado ha explicado este viernes a los abogados de los inversionistas que tuvieron dificultad de seguir los argumentos expuestos en la corte. “No hubo nada que fuera una revelación para mí... Elon Musk es alguien que puede estornudar y la Bolsa reaccionaría”, afirmó uno de los integrantes que dieron el veredicto.

Musk testificó durante tres días. En una de esas jornadas, afirmó que el juicio le daba una oportunidad de explicar sus intenciones y evitar los malentendidos que ocasionó su tuit, que levantó una enorme polémica hace cuatro años. “Intentaba de la mejor manera mantener informados a mis accionistas y asegurarme de que ellos tuvieran la misma información”, dijo Musk al jurado, compuesto por siete hombres y dos mujeres. Alex Spiro, uno de los integrantes de la defensa, aseguró en el tribunal que el arreglo fracasó porque al final prevalecieron “los intereses de hacer lo correcto para los accionistas”.

En un principio, su equipo legal intentó sacar el proceso de San Francisco, donde su figura podía resultar controversial para los habitantes de San Francisco que compondrían el jurado. Los letrados quisieron llevarlo a Texas, donde hoy está radicada la empresa. Este cometido fracasó. Este viernes ha quedado claro que la imagen de Musk, por polémica que pueda ser, sigue siendo fuerte en la ciudad que es cuna de las tecnológicas.