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Un futurista diseño para la estación de Chamartín: torres, bóvedas y jardines verticales

El proyecto ‘Chamartín ecosistema abierto’ gana por unanimidad el concurso para transformar la estación ferroviaria del norte de Madrid

Futuro diseño de la estación de Chamartín.
Futuro diseño de la estación de Chamartín.ADIF (ADIF)
Selina Bárcena

La propuesta Chamartín ecosistema abierto es el proyecto arquitectónico elegido para transformar la estación de Chamartín-Clara Campoamor, en Madrid. El diseño ha sido elaborado por los estudios de arquitectura Esteyco, UNStudio y b720 Arquitectura y ha obtenido la puntuación más alta de los nueve diseños finalistas, según ha desvelado Adif, el gestor público de las infraestructuras ferroviarias españolas. Tras la apertura de las plicas, que ha tenido lugar este martes, la adjudicación del contrato de servicios, así como la redacción de anteproyectos, proyectos básicos y constructivos —valorados en 29 millones de euros—, se completará una vez validada la documentación del grupo preseleccionado y la aprobación por el Consejo de Administración de la empresa estatal, en las próximas semanas.

Según la empresa titular de la infraestructura ferroviaria en España, la redacción de los proyectos necesarios para remodelar la estación de forma integral tiene un plazo de ejecución de 72 meses. Lo que sí estará listo para 2023 será la ampliación del vestíbulo de la estación y la incorporación de dos vías de alta velocidad al recinto ferroviario, que está empezando a recibir más trenes como consecuencia de la liberalización de la alta velocidad en España y la entrada de competidores de Renfe en la explotación de algunos trayectos.

El jurado, compuesto por 16 miembros, ha elegido por unanimidad el proyecto y, según la nota publicada por Adif, la propuesta ha destacado por aspectos como “la funcionalidad, la viabilidad constructiva, la accesibilidad e integración en la ciudad, la sostenibilidad ambiental, la arquitectura de género y la imagen”.

Según el gestor público de infraestructuras, la propuesta ganadora respeta la memoria histórica de Chamartín, recuperando las bóvedas como elemento singular e identificador de la estación, al mismo tiempo que los balcones urbanos generan permeabilidad con la ciudad como prolongación de los parques situados a ambos lados del complejo. Además, la solución arquitectónica mantendrá las marquesinas individuales en los andenes, que serán visibles desde la estación.

Esta reforma está integrada dentro del proyecto Madrid Nuevo Norte, conocida históricamente como Operación Chamartín y que constituye una de las mayores operaciones urbanísticas de Europa. El objetivo es transformar, partiendo del entorno de la estación y soterrando sus vías para crear zonas verdes, un nuevo barrio en el norte de la capital, que supondrá un complejo empresarial con grandes rascacielos de oficinas y contempla la construcción de más de 10.000 viviendas. El proyecto se planteó por primera vez en los años noventa y desde entonces ha pasado por multitud de vicisitudes. Con la aprobación definitiva de los planes por parte del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, y a falta de una resolución judicial referente al planeamiento urbanístico que se conocerá próximamente, la operación parece lista definitivamente para que empiecen a llegar las primeras grúas. Sus promotores (una empresa participada mayoritariamente por BBVA, que tiene como socios minoritarios a Grupo San José y Merlin Properties) prevén que los trabajos de edificación se prolonguen durante las próximas décadas.

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