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La caída de la producción frena la actividad industrial española

El volumen de pedidos de la industria se reduce por sexto mes consecutivo, según el Índice PMI

Coches Automóviles
Varios trabajadores de la planta de pintura de Ford en Almussafes, Valencia.MANUEL BRUQUE (EFE)
Selina Bárcena

La actividad manufacturera española permanece en letargo y, pese al exceso de capacidad productiva de las plantas industriales, la producción y los nuevos pedidos han vuelto a caer. Así lo detalla el Índice PMI de noviembre, elaborado por S&P Global. Este indicador muestra que el rendimiento del sector se mantiene por debajo de los 50 puntos —el nivel por debajo del cual se considera que hay contracción— y se sitúa en 45,7 en noviembre. Pese a que el dato es negativo, el ritmo de contracción se modera y mejora un punto con respecto a los 44,7 del mes de octubre. El dato del sector servicios permanece ligeramente por encima —se colocó en octubre en 49,7— pero acusa también la baja demanda y el aumento de gastos operativos.

Según Paul Smith, director económico de Global Market Intelligence, “la economía manufacturera de España continuó sufriendo ante la fuerte caída de los niveles de producción y de los nuevos pedidos. En consecuencia, las empresas respondieron recortando la actividad de compras, el empleo y los inventarios”.

El dato en las contrataciones en el sector manufacturero sigue la estela de los últimos meses. Mientras que el sector servicios había invertido en octubre la tendencia observada meses atrás de reducción de plantillas, en el sector industrial hubo una disminución en las cifras del empleo en noviembre. Las contrataciones de personal cae por quinto mes consecutivo debido a la disminución de las ventas, según el informe. El exceso de capacidad y los escasos pedidos por completar también influyeron en que las empresas redujeran sus platillas, pues están operando por debajo de su capacidad.

La confianza empresarial también se sitúa por debajo de la media histórica. La inflación es el factor que más corroe la certidumbre de los empresarios pese a que el dato de noviembre dejó en España el IPC comparable más bajo de la eurozona, con un dato del 6,6%. En la comunidad económica la inflación también mejora tímidamente: es del 10%, seis décimas menos que el mes anterior.

Europa se acerca a la recesión pese a que la contracción económica se modera

El PMI muestra que la situación del conjunto de la zona euro sigue en negativo por quinto mes consecutivo aunque, en general, todos los sectores frenan el ritmo de decrecimiento. Para Chris Williamson, economista de S&P Global, “una nueva caída de la actividad empresarial en noviembre aumenta las posibilidades de que la economía de la zona euro caiga en territorio de recesión”, aunque matiza que “la tasa conjunta de declive se ha moderado en comparación con la de octubre”.

El índice compuesto —que se obtiene realizando una media ponderada del índice de producción del sector manufacturero y el de actividad comercial del sector servicios— se situó en 47,8, su máxima en los dos últimos meses. Con respecto al décimo mes del año frena el ritmo de caída en 0,5 puntos. Por sectores, el flash de la actividad manufacturera mejora casi un punto y alcanza los 47,3, frente al anterior dato de 46,4. Pese a ello, Williamson apunta que la desaceleración de la industria es “alarmante”. La merma de los pedidos no es solo un problema de España y estos caen en la zona euro hasta su nivel más bajo de los últimos dos años. Las repercusiones en el empleo siguen la tendencia española y el informe señala que las empresas se muestran cada vez más reacias a aumentar las plantillas. Pese a ello, a nivel europeo la industria muestra un mejor dato de empleo que la actividad comercial. En cuánto al sector servicios, se mantuvo en 48,6 y no registró ningún cambio con respecto al mes anterior. Esta actividad se ha visto beneficiada por la mejora en el dato de inflación, que hizo que el coste de los insumos se moderase.

Noviembre es el segundo mes consecutivo en el que mejoran las expectativas empresariales, aunque pese a este alivio, siguen estando en uno de sus peores momentos desde el inicio de la pandemia. Entre las principales preocupaciones están, de nuevo, la inflación, la crisis energética y el aumento de los tipos de interés. Cabe reseñar que, pese a la mala situación del sector manufacturero, el pesimismo se atenúa gracias al control de los precios de la energía y la mejora en las cadenas de suministro.

En las principales economías europeas tampoco se registran niveles de actividad positivos. La actividad total cayó en Francia, cuyo índice PMI Compuesto registró 48.8 y señaló la primera caída de la actividad empresarial desde febrero de 2021. Alemania, por su parte, registró un índice compuesto de 46,4 y suma el quinto mes de caída consecutiva.

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