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La tasa de paro sube al 12,6%, pero el número de trabajadores ocupados marca un nuevo máximo en los últimos 15 años

Entre julio y septiembre el número de personas sin un empleo aumentó en 60.800 y se situó cerca de los tres millones (2.980.200), sin embargo, se crearon 77.700 puestos de trabajo

Trabajadores de la construcción en Sevilla este jueves.
Trabajadores de la construcción en Sevilla este jueves.PACO PUENTES
Gorka R. Pérez

El mercado de trabajo ha ido fluctuando a lo largo del año, tratando de mantenerse estable dentro de un panorama internacional y económico cada vez más voluble. Si hasta el momento había conseguido aislarse casi por completo, en el tercer trimestre del año no ha sido capaz de evitarlo: el número de parados creció en 60.800 personas entre julio y septiembre, y vuelve a situarse peligrosamente cerca de los tres millones (2.980.200). Un incremento que ha derivado en un aumento de la tasa de desempleo hasta el 12,67%, a pesar de que el número de ocupados ha vuelto a tocar techo en los últimos 15 años: 20.545.700 (+77.700), según refleja la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Ya lo habían advertido los últimos registros mensuales de los ministerios de Trabajo y Seguridad Social. El verano rebajó una marcha la buena dinámica que venía presentando el empleo en 2022, con malos datos en julio y algo más flojos de los esperados en septiembre, afectando, especialmente, al colectivo de parados. En la fotografía del tercer trimestre que ofrece la EPA se constata un aumento en el número de desempleados, que contrasta, sin embargo, con una creación de empleo que, aunque con algo menos de gas, sigue empujando hacia límites históricos el número de personas que trabajan en España. Solo en 2007 se contabilizaron más ocupados que ahora (20.753.400). En su lectura de los datos, el Banco de España señala que la moderación del avance interanual del empleo fue el resultado “del menor dinamismo del empleo en la industria y los servicios de mercado”, y de “la intensificación de las caídas en la agricultura”.

Desde el Gobierno celebran este comportamiento, especialmente en un trimestre “marcado por el deterioro en el entorno exterior”, y justifican el aumento de la tasa de paro por un “fuerte incremento de la población activa”. Esto es, hay más personas buscando un empleo ahora que nunca (23,5 millones). Una circunstancia que desde el Ministerio de Economía achacan a “la confianza de los trabajadores” en acceder al mercado de trabajo. El contrapunto a esta lectura se esconde en la incertidumbre generada no solo por el auge de la inflación, sino por las curvas a las que se acerca la economía en un futuro cercano, y que ha reforzado la necesidad de muchas personas por encontrar un empleo con el que cubrirse ante la tormenta.

Independientemente de las motivaciones particulares, a diferencia de lo que ocurre con la estadística de paro registrado, la EPA cuenta como parados a aquellas personas que estando en edad de trabajar se encuentran en búsqueda de empleo en el momento de la consulta. Mientras que para el cálculo de paro registrado solo se toma en cuenta a aquellos que están inscritos en una oficina de empleo.

En el Ejecutivo también festejan que la mayoría del empleo creado haya sido a tiempo completo, puesto que la EPA recoge que se ha incrementado en 589.800 personas en el último año el número de aquellos trabajadores con este tipo de jornada, y se haya reducido la tasa de parcialidad hasta el 12,76%.

Sin embargo, entre los principales perjudicados por el aumento del desempleo están los trabajadores más jóvenes. La tasa de desempleo entre los menores de 25 años subió 2,49 puntos en el tercer trimestre, hasta colocarse en el 31,01%, después de que se sumaran al paro 71.400 jóvenes, situando el total en 540.000. En comparación con un año antes, este colectivo ha crecido en 15.900 personas.

Una camarera de una cafetería del centro de Sevilla este jueves.
Una camarera de una cafetería del centro de Sevilla este jueves.PACO PUENTES

Tampoco ha mejorado la situación de aquellos que llevan más de un año sin empleo. El 42% de los parados se encuentra actualmente en esta situación, y más del 12% suma cuatro años sin encontrar trabajo. “Estamos ante un fracaso colectivo, y una mala planificación de la orientación laboral”, lamentan desde Asempleo, la patronal de las empresas de trabajo temporal.

Más asalariados

A pesar del blanco y negro imperante en el retrato que hace la EPA del empleo, hay color en alguno de sus trazos. Por ejemplo, el número de asalariados ha aumentado en el último trimestre en 99.300 personas, llegando hasta los 17,4 millones. Se trata de la cifra más elevada para esta categoría desde que se realiza la encuesta. En este punto del año, hay también casi medio millón de personas más trabajando que en 2021 (486.700); y su situación laboral es mejor: cada vez son más aquellos con un contrato indefinido (+440.200), mientras que los contratados temporalmente siguen cayendo (-344.900).

Este cambio de paradigma en la contratación sigue impactando positivamente sobre la tasa de temporalidad —el tendón de Aquiles del mercado de trabajo en España—, que continúa rebajándose, a pesar de seguir lejos de los estándares europeos: en el tercer trimestre bajó en dos puntos hasta situarse en el 20,18%; lo que la mantiene cinco puntos por encima de los registros de la zona euro (15,7%). Con todo, y fuera del foco global, la temporalidad ha experimentado una bajada singular en el sector privado en el último trimestre. Ha pasado del 24,6% que marcó en el tercer capítulo de 2021 al 17,5% de este 2022. Siete puntos menos. No ha ocurrido lo mismo dentro del sector público. El aumento en el número de ocupados en el último trimestre ha doblado al registrado en el mismo periodo de 2021 (52.000 personas más), y por primera vez se han superado los 3,5 millones de trabajadores públicos. Un entorno en el que la temporalidad se mantiene disparada, con 30,7%.

Un apartado que permite observar la capilaridad de los datos de empleo es el de los hogares. Aquellos con todos sus miembros activos —en edad y condición de trabajar— en paro marcaron su registro más bajo entre julio y septiembre desde el cuarto trimestre de 2008, 977.400, de los que 297.100 son unipersonales; mientras que el número de los que cuentan con todos sus miembros ocupados creció hasta colocarse, también, en máximos históricos: 11,29 millones (2,34 millones unipersonales). En comparación con los registros de un año antes, hay 144.700 hogares menos con todos son integrantes en paro, y los que tienen a todos sus activos ocupados han aumentado en 495.300.

Aunque la perspectiva que manejan organismos como la Autoridad Fiscal (Airef) es la de que España entrará en recesión técnica en el último trimestre de este año y en el primero de 2023, y las proyecciones apuntan hacia una afectación del mercado de trabajo, desde el Gobierno consideran que el paraguas de la reforma laboral puede contener el golpe. “La reforma está pensada para que en situaciones de crisis las empresas no tengan que despedir”, ha defendido la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

Un análisis del servicio de estudios del banco ING, sin embargo, da prácticamente por segura esa afectación. “Esperamos que el desempleo siga aumentando en los próximos trimestres debido al deterioro de las condiciones económicas”, apunta. “Prevemos que la economía española entrará en una leve recesión a partir del cuarto trimestre de 2022, que se prolongará hasta el primer trimestre del próximo año. Dado que las tasas de desempleo suelen ir algo por detrás del ciclo económico, el mayor impacto se producirá el próximo año. Creemos que el desempleo español alcanzará un máximo del 14,3% en el tercer trimestre de 2023″, indica.

Un hombre limpia el escaparate de un comercio del centro de Sevilla.
Un hombre limpia el escaparate de un comercio del centro de Sevilla.PACO PUENTES

Menos autónomos

Un colectivo que suele salir perjudicado en situación de crisis es el de los autónomos. Según los datos de la EPA, el número de trabajadores por cuenta propia descendió entre julio y septiembre en 30.800 personas hasta colocarse en los 3.152.300, principalmente entre aquellos que tienen a otros trabajadores a su cuenta (-23.400); aunque quienes no los tienen también se vieron mermados (-14.000).

“Esto nos viene a reflejar lo que hemos venido manteniendo desde hace unos meses y es que este año todo apunta a que va a finalizar con menos trabajadores por cuenta propia”, ha lamentado Lorenzo Amor, presidente de ATA, organismo integrado en la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Su líder, Antonio Garamendi, ha considerado que los datos de paro “no son una buena noticia”, y ha alertado de la situación de las pymes: “están sufriendo muchísimo”.

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Sobre la firma

Gorka R. Pérez
Es redactor de la sección de Economía y está especializado en temas laborales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en Cadena Ser. Es licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco y Máster en Información Económica de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

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