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Repsol triplica el margen de beneficio de sus refinerías en España entre abril y junio

El refino es uno de los principales causantes del aumento en el precio de la gasolina y el diésel. La petrolera argumenta que la subida responde a las “limitaciones en la oferta” a raíz de la guerra y que se trata de una tendencia mundial

La refinería de Repsol en Cartagena (Murcia).
La refinería de Repsol en Cartagena (Murcia).
Ignacio Fariza

El margen de beneficio de las refinerías de Repsol en España se triplicó entre abril y junio respecto al primer trimestre del año. Las ganancias de 6,8 dólares (6,7 euros) por barril logradas entre enero y marzo se convirtieron en 23,3 dólares en los tres meses siguientes. La subida es aún mayor si la comparativa se establece con un año antes: en el segundo trimestre de 2021, estas eran de apenas 1,5 dólares por barril, 15 veces menos.

La enorme subida de estos márgenes es, junto con el aumento en el precio del crudo en los mercados internacionales, el principal factor detrás de la inédita escalada de precios de los carburantes. En el último año, el litro de gasolina 95 ha pasado de 1,4 a 2,1 euros en la media de los surtidores españoles mientras que el diésel ha pasado de 1,25 a 2,08 euros. En este último caso, el del gasóleo, el aumento es del doble que el del barril de Brent, la principal referencia del mercado petrolero en Europa.

En el adelanto de resultados remitido este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la primera petrolera española por beneficios y volumen de negocio argumenta que el indicador “está condicionado por las excepcionales circunstancias del entorno en ambos periodos de comparación: en 2021 y en los primeros meses de 2022 se hundió hasta mínimos históricos, afectado muy negativamente por la reducción de la demanda de carburantes, de forma que el negocio de refino generó importantes pérdidas de explotación”. En 2020 —el año de la pandemia— y en 2021, Repsol cosechó números rojos de alrededor de 400 millones de euros.

Esa dinámica, sin embargo, se ha dado la vuelta por completo. “Durante el segundo trimestre, por el contrario, las limitaciones de la oferta para cubrir la demanda de gasóleos, gasolinas y queroseno han elevado significativamente los márgenes de refino en todo el mundo, en particular tras la disrupción causada en las cadenas de suministro por la guerra de Ucrania”, justifica Repsol en la nota remitida al regulador. Además de atender la demanda española, la empresa presidida por Antonio Brufau destina una parte sustancial de los carburantes refinados en sus cinco refinerías en España al mercado exportador, tanto a Francia como a otros países de la Unión Europea.

En Europa, además, “la reducción continuada de la capacidad de refino desde 2010, la competencia creciente de otras regiones y las perspectivas de la transición energética han planteado un extraordinario reto para el sector, que ha incrementado su actividad para atender la demanda en estas difíciles circunstancias”, agrega. Según las últimas cifras disponibles, en la última década han sido 24 las refinerías radicadas en Europa que han echado definitivamente el cierre. En su gran mayoría, el motivo alegado ha sido la baja rentabilidad.

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Sobre la firma

Ignacio Fariza
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS. Ha trabajado en las delegaciones del diario en Bruselas y Ciudad de México. Estudió Económicas y Periodismo en la Universidad Carlos III, y el Máster de Periodismo de EL PAÍS y la Universidad Autónoma de Madrid.

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