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Unicaja Banco aumenta su beneficio un 47% en 2021 hasta los 137 millones de euros

Un total de 2.032 empleados presentan su solicitud para formar parte del ERE

Unicaja Banco
Una entidad de Unicaja Banco.Europa Press

Unicaja Banco mantiene su ritmo de buenos resultados. La entidad financiera con sede en Málaga ganó 137 millones de euros durante 2021, lo que supone un 47% más respecto al año anterior. La cifra se dispara hasta los 1.113 millones de euros de beneficio neto si se tiene en cuenta el impacto de fondo de comercio por la integración de Liberbank, a pesar de los costes de la reestructuración laboral y de la red comercial. Tras la fusión entre ambas compañías, el balance alcanza los 115.550 millones de euros, rozando el 6% de crecimiento en el último trimestre. Los datos llegan después de que la compañía —el quinto banco de España— haya vivido la primera huelga de su historia y un acuerdo a última hora con los representantes sindicales para firmar las condiciones de su Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que pactó la salida de 1.513 trabajadores —el 16% de la plantilla— y el cierre de 395 oficinas.

La unión de Unicaja Banco y Liberbank está demostrando ser efectiva, según ha dado a conocer la entidad en un comunicado. Durante el último año esta ha reforzado su impulso comercial, creciendo tanto en los recursos de clientes minoristas —que aumentaron un 9,2%— como en la inversión crediticia productiva, que se incrementó en un 2,4%. La información facilitada también destaca la “intensa actividad hipotecaria” con una cartera que ha llegado hasta los 31.090 millones de euros, un 3,1% más que el año anterior. La cifra supone un 9% de cuota del mercado nacional, “el doble de la cuota natural” del banco, según la entidad. Los fondos de inversión también aumentaron durante 2021 un 23,3% para alcanzar un patrimonio de 12.410 millones. A cambio, el volumen de activos improductivos disminuyó un 3,8% en términos interanuales.

Mientras tanto, el proceso de integración entre las entidades andaluza y asturiana sigue formalizándose después de que el nuevo banco arrancase el pasado 30 de julio. Uno de los pasos más destacados en los últimos meses ha sido el acuerdo con la plantilla de trabajadores para la puesta en marcha del ERE. El pacto no fue fácil después de que durante las primeras reuniones los sindicatos calificaran de “inaceptables” las condiciones iniciales ofrecidas por Unicaja Banco. La disputa se trasladó finalmente a la calle, con la manifestación de miles de trabajadores por las calles de Málaga, primero, y después en ciudades de toda España. A las movilizaciones se unió también la celebración de la primera huelga de la historia de la entidad. Finalmente, ambas partes se pusieron de acuerdo en el último minuto y después de que la entidad recibiera una carta de la Dirección General de Trabajo instándole a alcanzar un acuerdo y atenuar los despidos como medidas sociales. Finalmente, saldrán 1.513 trabajadores y se cerrarán 395 oficinas. En total, 2.032 empleados han presentado su solicitud para formar parte del ERE, así que Unicaja debe estudiar ahora sus solicitudes y decidir cuáles acepta y cuáles no.

La entidad fusionada también presentó a finales de año los ejes sobre los que girará su futuro, incluidos en el Plan Estratégico 2022-2024. Unicaja Banco prevé elevar su rentabilidad con el impulso de hipotecas, seguros y fondos y una reducción de provisiones. El documento sostiene que son cinco las prioridades: “La mayor especialización para acelerar la actividad comercial, la mejora de la eficiencia a través de la excelencia operativa, la gestión avanzada del riesgo con un perfil conservador, la mejora y el aumento de las capacidades de la banca digital, y la apuesta por la sostenibilidad en todas las líneas de negocio”.

Mientras tanto, la entidad sigue con marejada de fondo debido al cuestionamiento interno existente por el poder adquirido tras la fusión por Manuel Menéndez, consejero delegado procedente de Liberbank. La compañía asturiana tiene un peso del 40% tras la fusión, pero diversos patronos de la Fundación Unicaja —como explicaron en un comunicado— y el sector empresarial malagueño creen que Menéndez tiene más poder en la sombra auspiciado por Braulio Medel, presidente de la fundación. Es lo que también cree la plataforma Salvemos Unicaja, impulsada por Pedro Moreno Brenes, exconcejal en el Ayuntamiento de Málaga, en la que participan sindicatos y partidos políticos, salvo el Partido Popular, que la abandonó días después de su presentación.

Esta semana, en su visita a Málaga, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, reconoció que “el ruido” generado en Unicaja Banco “no favorece a la imagen de la entidad”. Además, explicó que el Ministerio de Asuntos Económicos ha solicitado información a la Fundación Unicaja después de que varios de sus patronos hayan enviado distintos escritos sobre la situación de la misma. “Ya la estamos analizando”, aseguró Calviño, quien subrayó que Unicaja Banco es “fundamental” para el conjunto sistema financiero español.

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