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El agua de Vigo es potable pese a que mana turbia

María Fernández

Lo notaron hace algunos días vecinos de barrios vigueses lejanos entre sí como O Calvario, Areal, Vía Norte o García Barbón. El agua salía muy turbia del grifo. Comenzaron las llamadas de ciudadanos a la concesionaria del servicio, Aqualia (del grupo FCC), al Ayuntamiento y hasta a los partidos políticos. Y ayer, el alcalde socialista Abel Caballero anunciaba que los análisis del laboratorio municipal confirman que el agua es apta para el consumo. "La turbidez no significa riesgo para la salud", dijo, por lo que, a pesar de las alteraciones de color y sabor, que achacó a las fuertes lluvias y la apertura de compuertas de los embalses, el agua se puede consumir. "Las analíticas confirman que está absolutamente libre de bacterias", por tanto "no hay contaminación bacteriológica, que es la que preocupa", aseguró antes de concluir que los niveles de cloro son normales.

Al mismo tiempo que Caballero trasladaba esto a los medios de comunicación, el Partido Popular denunciaba que los técnicos de Aqualia decían lo contrario por teléfono. En una conversación que el PP grabó con Aqualia, una operadora contesta: "Yo no se lo aconsejaría [beber agua del grifo], la concejalía no nos ha dicho nada [sobre los análisis], le aconsejo que no la beba". El concejal de esa formación, Jorge Conde, alertó de un problema "de salud pública".

Horas más tarde, la propia concesionaria se retractaba y explicaba que debido a las fuertes lluvias se registró un aumento del caudal en el río Oitavén, que abastece al embalse de Eiras, del que depende el agua de Vigo. Esto provocó un aumento muy rápido del nivel de agua embalsada y las lluvias arrastraron arenas que provocaron la turbidez detectada.

Diferencias por barrios

El caudal de agua que abastece a la ciudad de Vigo, según las explicaciones del Ayuntamiento, pasa por una planta potabilizadora. Pero en cada zona hay una distribuidora distinta, lo que explicaría las diferencias por barrios. También añadieron que, en todo caso, los análisis le corresponden a la Xunta.

Lamentando las molestias, la empresa Aqualia se despide en el comunicando diciendo que trabaja "día a día para conseguir que los parámetros de calidad del agua se ajusten a los establecidos en la normativa vigente y para ofrecer respuestas técnicas que mejoren el abastecimiento de agua en Vigo".

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Sobre la firma

María Fernández
Redactora del diario EL PAÍS desde 2008. Ha trabajado en la delegación de Galicia, en Nacional y actualmente en la sección de Economía, dentro del suplemento NEGOCIOS. Ha sido durante cinco años profesora de narrativas digitales del Máster que imparte el periódico en colaboración con la UAM y tiene formación de posgrado en economía.

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