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Signos

Aurora Luque traduce a Safo en 'Poemas y testimonios'

La poeta Aurora Luque (Almería, 1962) acaba de rescatar para los anaqueles de novedades a una colega lejana en el tiempo pero muy presente entre los creadores y lectores actuales: Safo, la poetisa de la isla griega de Lesbos -año 620 antes de Cristo, aproximadamente-, cuyos Poemas y testimonios acaba de sacar a la luz la editorial El Acantilado. Luque, afincada en Málaga y autora de poemarios como Carpe noctem, Transitoria o Camaradas de Ícaro, asegura que la traducción de Safo le "ha ocupado, intermitentemente, 20 años de trabajo".

"Ya cuando estaba preparando mi tesina sobre poesía hecha por mujeres empecé con algunas tareas de traducción, que fueron fermentando con el tiempo. Preparé varias versiones y, cuando me decidí a publicar, me pregunté en qué editorial me gustaría hacerlo. Entonces pensé en El Acantilado, cuyo catálogo comprende todos los géneros, y donde conviven clásicos y contemporáneos. Era el lugar ideal para que Safo pudiera sentirse viva, y eso era lo que yo quería transmitir", dice la escritora.

El editor dio su respuesta afirmativa, el libro ya es un hecho y la crítica se ha apresurado a destacar el trabajo de Aurora Luque como la traducción "definitiva" que Safo venía necesitando en lengua española, aunque la almeriense opone su modestia a estos piropos. "Cada época necesita su propia traducción de los clásicos. No nos sirven las versiones hechas en el siglo XIX, como a los lectores venideros no les servirá la de hoy. Como el complemento muy íntimo de la Literatura con mayúsculas que es, el corpus de las traducciones literarias necesita ser renovado sucesivamente", afirma.

Carácter transgresor

Para Aurora Luque, la trascendencia de Safo se funda en el hecho de que "es la primera escritora de la literatura occidental". "A pesar del estado fragmentario de su legado, y con sus 2.600 años, mantiene el carácter transgresor y heterodoxo que ya tenía en su tiempo. Fue autora, además, de uno de los primeros poemas pacifistas de la Historia, el fragmento XVI, en el que, frente a la parafernalia de la guerra, Safo elige al objeto amado. Y fue también pionera en la escritura del concepto de amor occidental, no desde una perspectiva colectiva y épica, sino lírica e individual", comenta Luque.

El aplauso unánime parece haber seguido sonando hasta la actualidad. "Su mérito no lo discutieron nunca ni Horacio ni Ovidio. En algunos casos era una especie de abogada defensora, de parapeto. Las mujeres escritoras de otros siglos posteriores la invocaron como voz femenina posible y lograda", apostilla.

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