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Reportaje:

Preparando la tercera

La gimnasta vitoriana Almudena Cid acude a Atenas con la experiencia acumulada en Sidney y Atlanta

Mantenerse con 24 años en la élite deportiva no es algo, a primera vista, especialmente remarcable. Pero la cosa cambia si el deporte en cuestión es la gimnasia rítmica, donde las participantes no suelen superar los 18 años. Almudena Cid no sólo ha demostrado que a su edad aún puede competir, sino que, con su reciente clasificación para los Juegos Olímpicos de Atenas, se puede jactar de hacerlo al más alto nivel. Estar presente en tres citas olímpicas consecutivas es un logro del que la gimnasta vitoriana se siente especialmente satisfecha.

La primera vez que compitió en unos Juegos Olímpicos fue en 1996, en Atlanta. Allí se quedó a las puertas del diploma olímpico. Cuatro años después, volvió de Sidney congratulándose de haber conseguido una novena plaza. En aquella ocasión estaba convaleciente de una lesión de rodilla. Como ella dice, la gran victoria de este año ha sido conseguir estar presente en la tercera cita olímpica. "A partir de aquí, lo que busco es competir bien", afirma. "Y si puedo estar entre las 8 primeras, mejor que mejor". La gimnasta vitoriana es consciente del abismo que media entre sus compañeras rusas y ucranias y el resto del mundo. "En Rusia, la gimnasia es uno de los principales deportes", reconoce.

La clasificación para Atenas tuvo su dosis de polémica, debido a la pugna entre Cid y Jennifer Colino, no exenta de declaraciones subidas de tono desde el entorno de ambas gimnastas. Por un lado estaba la experiencia de Cid, con 24 años. Por otro, la energía de Colino, 18 años, a quien muchos ven como el futuro de este deporte en España.Desde el ámbito de cada competidora se acusaba a la federación de favorecer a su rival. Uno de los motivos de ese debate fue el hecho de que la entrenadora de Colino, Luzmila Dimitrova, fuera además la seleccionadora nacional.

Finalmente, la polémica se zanjó mediante la creación de un sistema de clasificación basado en cuatro controles internos y el resultado de competiciones internacionales. Cid se muestra algo desconcertada ante el cruce de acusaciones. "En ningún momento hubo enfrentamiento personal", asegura.

"Todo este debate ha sido más externo que interno, y la gran perjudicada ha sido la gimnasia". La gimnasta vitoriana acabó de disipar dudas en los campeonatos europeos celebrados en Kiev. Su séptimo puesto, frente al duodécimo de Colino, le valió el pasaporte para Atenas.

Almudena Cid comenzó a practicar la gimnasia con 7 años y tras su paso por los clubes vitorianos fue llamada al equipo nacional. Allí estuvo hasta que volvió de los Juegos Olímpicos de Sidney, año en que el vacío de poder en la federación provocó un bache de cuatro meses en su preparación.

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Cid cree que lo mejor que le ha dado la gimnasia ha sido la fortaleza de carácter para ir superando los obstáculos. Lo peor, todo el tiempo que ha estado separada de su familia.

Almudena aún no piensa en retirarse. "Me gustaría estar en la final de la Copa del Mundo, que será en diciembre", confiesa. Y es que pretende irse del deporte "poco a poco".

Cuando ella llegó, comenta, "había un gran vacío en la gimnasia rítmica en España". Ahora le gustaría marcharse sabiendo que ese vacío ya no existe . "Llevo ya muchos años, y me gustaría irme sabiendo que hay alguien que me puede sustituir".

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