_
_
_
_
_
Elecciones Europeas

El irlandés Ahern emerge con fuerza para presidir la Comisión

Bertie Ahern, actual presidente de la UE, emerge con fuerza para relevar a Romano Prodi el próximo 1 de noviembre al frente de la Comisión Europea. El propio primer ministro irlandés ha confesado a la radio nacional de su país que sus colegas le han sugerido que acepte, pero él no parece muy entusiasmado. La cocina política comunitaria echa humo a menos de tres semanas de la cumbre de Bruselas, en la que los líderes de los Veinticinco, además de aprobar o no finalmente un proyecto constitucional, propondrán al Parlamento Europeo su candidato a presidente de la Comisión y decidir si confirman como Alto Representante a Javier Solana.

La semana pasada, con ocasión de la cumbre UE-Latinoamérica en Guadalajara (México), los dirigentes europeos animaron al líder del partido Fianna Fail (centro-derecha) a aceptar el cargo de jefe del Ejecutivo comunitario durante los próximos cinco años ante las dificultades que empiezan a vislumbrarse con otros posibles aspirantes como el liberal belga Guy Verhofstadt, el conservador austriaco Wolfgang Schussel o el también conservador danés Anders Fogh Rasmussen. "A muchos les gustaría que yo aceptara, no hay duda. Algunos de mis colegas me lo dijeron este fin de semana", ha confesado Ahern a la radio pública irlandesa. "Mi respuesta es simple: pienso que se deben hacer las cosas que a uno le apetecen. A mí me gusta vivir en Irlanda y además me he comprometido con el partido para seguir siendo taoiseach ", agregó.

Más información
Un partido antieuropeo se adueña de la campaña en Reino Unido

Los otros tres que suenan tienen sobre el papel dificultades. El belga Verhofstadt cuenta con el apoyo franco-alemán y tácito británico, pero Silvio Berlusconi parece dispuesto a no tragar. No perdona las duras críticas del Gobierno belga a su persona. El austriaco Schussel cuenta con el rechazo de Jacques Chirac por su alianza con el ultraderechista Jörg Haider. Y del danés Rasmussen muchos piensan que sería un absurdo escoger el representante de un país que no está en el euro ni tampoco en la política europea de defensa.

Los socialistas se reservan el nombre del portugués comisario de Justicia e Interior, António Vitorino, o incluso el de Solana, en teoría con más peso político que el anterior. Mr. Pesc está apostando fuerte al exigir que le den más competencias si quieren que siga en el cargo. A Solana nunca le entusiasmó la idea de que el futuro ministro de Exteriores de la UE fuera también vicepresidente de la Comisión, según contempla el proyecto constitucional aprobado por la Convención.

El futuro de Almunia

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Ahora, sin embargo, el Alto Representante, al pedir más competencias, insinúa que aspira a tener las dos funciones o a recibir la garantía tácita de que las tendrá en el plazo de dos años. Una alta fuente comunitaria razona así: "Tal vez sea un planteamiento sensato, pero supone dos condiciones muy delicadas: el comisario español Joaquín Almunia tendrá sus días contados al no tener ya derecho un país a poseer dos carteras, y para el puesto de vicepresidente y comisario de Exteriores habrá que encontrar un hombre dispuesto a sacrificarse sólo dos años. Para lo primero habrá que saber qué piensa Zapatero y para lo segundo, quién aceptará".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_