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Resistir o volver al tajo

Algunos de los diputados que formaron la Cámara en los primeros años han abandonado las Cortes, ya sea para volver a su profesión, por desacuerdos partidistas o porque han pensado que su tiempo político ha terminado. Es el caso de Héctor Villalba, que dejó el hemiciclo en 1999 tras 20 años en la política, decidió volver a su trabajo como profesor. "Estoy muy orgulloso de mis años como político", explica Villalba, "pero decidí dejarlo porque creo que estar en la vida política es como estar dentro de una bola de nieve que cada vez se hace más grande hasta que llega un momento que te alejas demasiado de la realidad". Por eso quiso volver a la enseñanza. "He ganado en calidad de vida. Antes me iba de casa de buena mañana y nunca sabía a que hora podría volver. Ahora tengo más tiempo para estar con mi mujer y puedo atender a mis dos hijas. La gente piensa que estar en política es una bicoca pero no es cierto", analiza.

Héctor Villalba cree que los políticos deberían tener otras salidas profesionales

Villalba cree que todos los políticos deberían planteárselo como un hecho temporal y tener otras profesiones, "porque lo que ocurre es que cuando alguien no tiene ninguna salida profesional es cuando se producen los cambios de camisa, las puñaladas por la espalda, las traiciones. Se agarran al sillón porque no tienen otra salida".

Antonio García Miralles dejó las Cortes en 1995, unos meses después de perder las elecciones. "Una vez se produjo la alternativa, ya estaba todo normalizado. Yo hice el trabajo que tenía encomendado. Ahora estoy en Madrid, en el Senado".

Otros, a pesar del tiempo, continúan en las Cortes, aunque mantienen una salida profesional abierta. Es el caso de Rafael Maluenda. "Cuando llegué a las Cortes pedí la excedencia y creé una sociedad vinculada al sector del mármol que dirigen mis socios".

El que ve más difícil su regreso a la vida civil es Alfed Botella. Aunque estuvo una legislatura apartado de las Cortes, siguió en la política ya que hizo su trabajo como asesor de otros diputados. "Después de tanto tiempo", explica el diputado de Esquerra Unida, "me resultaría muy complicado encontrar trabajo. Yo era contable en una empresa de la construcción. Pero decidí apostar por esto y aquí estoy".

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María Antonia Armengol se acaba de ir hace unos meses y está satisfecha de haberlo hecho. "Creo que en la diversidad está el gusto y después de tantos años me parece natural cambiar. He trabajado como cooperante durante unos meses en América Latina. Soy abogado, pero como hace tan poco tiempo que me he marchado, todavía no tengo muy claro que quiero hacer".

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