Los peronistas buscaron el calor de las masas para cerrar la campaña
La campaña electoral argentina concluyó el jueves por la noche con actos multitudinarios en los que los candidatos buscaron el calor de las masas para sacar de la apatía a un electorado altamente escéptico. Carlos Menem pretendía llenar el estadio de River Plate, en Buenos Aires. No lo consiguió plenamente, aunque logró reunir a unas 35.000 personas, la mayoría de los barrios populares del cinturón de la capital.
Menem y su compañero de fórmula, Juan Carlos Romero (gobernador de Salta) fueron presentados como los próximos presidente y vicepresidente de Argentina. "Con Menem se comía, no se saqueaba", empezó diciendo Romero. Los organizadores del acto reforzaron la imagen de candidato ganador. Menem puso el resto y en su discurso prodigó la muletilla "vuelvo para...". El golpe de efecto fue al final cuando apareció en escena Cecilia Bolocco, deslumbrante, vestida de negro. Minutos antes, Menem había confirmado el embarazo de su esposa con estas palabras: "Ese bebé va a venir con el pan bajo el brazo, pero también con la banda presidencial".
A la misma hora, el candidato peronista apoyado por el Gobierno, Néstor Kirchner, cerraba la campaña en el distrito de La Matanza, bastión peronista en la provincia de Buenos Aires. Arropado por varios miembros del Gabinete y la primera dama, Hilda Chiche Duhalde, Kirchner dijo que el 27 de abril "se juega mucho más que un candidato, están en juego dos modelos, el de la concentración económica que arrasó a la clase trabajadora y rebajó a la clase media, y el de la producción y el trabajo".
Acto en San Luis
Adolfo Rodríguez Saá, el tercer peronista en discordia, dio su último mitin en San Luis, capital de la provincia que ha gobernado durante 18 años. Repitió varias veces que ganará "en todas las provincias", enumeró una larga lista de localidades donde las encuestas lo colocan en primer lugar y, para apoyar su optimismo, mostró varios recortes de diarios. Llegó a decir que un sondeo de la televisión brasileña O Globo pronostica que ganará en la primera vuelta.
Elisa Carrió, candidata de Afirmación Para una República Igualitaria (ARI), despidió la campaña en un teatro de Buenos Aires donde no pudieron entrar más de 500 personas. "No nos quedó plata para poner un equipo de sonido en la puerta", dijo la candidata a los varios cientos de seguidores que quedaron en la calle y no pudieron escuchar la intervención de Carrió, que hizo la siguiente afirmación: "Fue bravo enfrentarse al Ejército para decirles que en caso de llegar al Gobierno anularemos las leyes de Obediencia Debida y Punto Final", aprobadas por el Gobierno de Raúl Alfonsín y que garantizan la impunidad de los militares implicados en la violación de derechos humanos durante la dictadura. El ex ministro Ricardo López Murphy, de origen radical como Carrió y actual candidato del Movimiento Federal Recrear, había cerrado la campaña en Buenos Aires el miércoles.
