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Ian Dury, autor de 'Sex, drugs & rock and roll', muere a los 57 años El rockero inglés ofreció su última actuación el pasado febrero

El rockero británico Ian Dury falleció ayer por la mañana, a los 57 años, tras una prolongada lucha contra un tumor de hígado que su equipo médico había declarado terminal hace más de dos años. El rockero inglés, intérprete de himnos universales como Sex, drugs and rock and roll o Wake up and make love with me, se despidió de la audiencia londinense el pasado 6 de febrero en un concierto benéfico en favor de la fundación Cancer Bacup. Deja atrás mujer y cuatro hijos.

Ian Dury vivió y murió con las botas puestas. Afectado en una pierna y en una mano por las secuelas de la polio que contrajo a los 7 años, el futuro rockero no dejó que la enfermedad se entrometiera en su camino. Ni que su condición de discapacitado ensombreciera su buen humor. Títulos de su repertorio -Do it yourself (Hazlo tú mismo) o Reasons to be cheerful (Razones para estar alegre)- hablan por sí mismos. Viejos colegas también confirman su buena disposición. "Nunca se quejó de su condición. Ahí residía parte de su fuerza. Su sentido del humor era alucinante", dijo ayer Chaz Jankel, colaborador del cantante desde mediados de los años setenta.Hace apenas dos meses, Ian Dury sorprendió a la audiencia de Londres al subir al estrado durante un concierto benéfico en favor de la fundación Bacup, en ayuda de los enfermos de cáncer. Llegó al escenario del teatro Palladium ayudado por dos colegas e interpretó con fuerza y emoción esos mismos temas que le auparon al pabellón de los grandes intérpretes ingleses.

El último gesto

El público presagiaba que era la última oportunidad de escuchar en vivo y por su propio autor Hit me with the rythm stick o What a waste, sus temas de éxito de 1978. Ian Dury añadía así una nueva dimensión a su permanente lucha contra las enfermedades, y logró con su derroche de ingenio y vitalidad levantar a políticos como Mo Molam y a aficionados del jazz y rock and roll de sus respectivos asientos. "Sus canciones combinan ingenio y romance, y él las cantaba con un tono de voz que te hacía reír a carcajadas, o bien te dejaba un nudo en la garganta", señaló ayer la cantante Kirsty McCall. Con un nuevo disco en el mercado, Tropical brainstorm, de tonos cubanos, McCall compartió la última velada en público de Ian Dury el pasado 6 de febrero.

La originalidad de Ian Dury cruzó fronteras a partir de los setenta cuando grabó con su banda, The Blockheads, New boots and panties!!, Do it yourself o Laughter. En la década de los ochenta las ventas cayeron y el cantante se lanzó por senderos artísticos -pintura y cine- que le apasionaban desde joven. Intervino en Piratas, de Roman Polanski, y, entre otros filmes, trabajó en 1989 El cocinero, el ladrón, la esposa y su amante, de Peter Greenaway. El año pasado, y después de casi 20 años, editó un último álbum con The Blockheads, titulado Mr. Love Pants.

La actitud de Dury lo convirtió en figura seminal para los sonidos como el ska de grupos como Madness o el pop-punk de Blur. "Fue más un poeta que una estrella del rock", dijo ayer el catante de Madness, Suggs.

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