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AENA prohíbe por sorpresa la mayoría de vuelos nocturnos que operan en Barajas. Iberia denuncia que las restricciones nocturnas agravarán la saturación y los retrasos de Barajas

Vicente G. Olaya

El Ministerio de Fomento anunció ayer, por sorpresa, nuevas restricciones al tráfico aéreo en el aeropuerto de Barajas entre la medianoche y las seis de la mañana que, de hecho, impiden operar a la mayoría de los aviones que ahora trabajan en horario nocturno en Madrid.La restricción ordenada por el ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, persigue "reducir a corto y medio plazo el ruido" y permitir "el descanso nocturno de los habitantes del entorno aeroportuario". Las compañías aéreas indicaron ayer que las restricciones les habían cogido "por sorpresa", que no tenían tiempo para adaptarse a las nuevas condiciones nocturnas y que se trataba de una medida "puramente electoralista" del Ministerio de Fomento.

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Actualmente, entre las doce de la noche y las seis de la mañana, unos cuarenta aviones aterrizan y despegan en Barajas. El 60% son cargueros.

Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), organismo público que gestiona los aeródromos, emitió ayer un comunicado en el que se explicaba que todos los aviones que operan en Barajas pueden clasificarse en cuatro grandes apartados: CR-0 (los menos ruidosos), CR-4 (hasta 98,9 decibelios), CR-8 (hasta 101,9) y CR-16 (más de 101,9 decibelios). Según AENA, antes de 60 días se suprimirán "todas las operaciones de aeronaves clasificadas" en los grupos CR-16 y CR-8 entre la medianoche y las seis de la mañana. A partir de abril del año 2002, los aviones del apartado CR-4 tampoco podrán operar. Barajas sólo quedará abierto por la noche a los aviones del CR-0, pequeñas aeronaves turbohélices que, según las compañías, carecen de las características que ellas necesitan para transportar grandes cargas.

Flor Expósito, directora comercial de DHL, grupo que mueve el 40% del tráfico de carga, señaló ayer: "La noticia nos coge por sorpresa. La desinformación es absoluta". Iberia, por su parte, lamentó la medida y cree que se agravará el "problema de saturación y retrasos".

Felipe Navío, presidente de la Asociación Española de Compañías Aéreas (AECA), entidad que agrupa a las principales aerolíneas privadas, tildó las restricciones de "electoralistas" y "un desprecio a la logística del país".

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Según Felipe Navío, presidente de AECA, las aerolíneas mantenían hasta ayer "un diálogo fluido" con AENA para reducir el ruido producido por los aviones con medidas técnicas. "Pero, de repente, han roto el diálogo de manera unilateral y nos encontramos con estas restricciones. Es inaceptable", indicó.

AENA explica que ha adoptado el "modelo de los aeropuertos de Londres", donde se aplican medidas semejantes. "Estas medidas obligarán a la reprogramación o cambio de aeronave de algunos vuelos nocturnos con Brasil y Argentina de Iberia, Pluna y Varig".

Información errónea

Las compañías consideran que la clasificación hecha pública ayer por AENA es "errónea". Y ponen ejemplos: el Boeing 727, avión carguero por excelencia, está incluido en los grupos 16, 8 y 4. El Airbus 340, uno de los aviones más modernos del mundo, de los que Iberia ha comprado tres aparatos aunque aún no los ha recibido, no podrían volar dentro de dos años, ya que están en el grupo 4. "Si un Airbus 340 no está capacitado para operar en Barajas, ya nos dirán qué tipo de aviones podrán hacerlo", indicó un portavoz de Iberia. AENA explicó ayer que un mismo modelo de avión puede estar en varios grupos "dependiendo del motor con que esté equipado". "Luego la lista de aviones restringidos", responden las compañías, "debía haberse hecho por tipo de motores, no de aviones".

Iberia emitió ayer un comunicado en el que alertaba sobre las negativas consecuencias de la restricción: "Las medidas anunciadas por AENA para restringir más aún los vuelos nocturnos agravarán el problema de saturación y retrasos en este aeropuerto, al acumular en determinadas horas los vuelos que deben adelantarse por las restricciones.

Ignacio Chico, director de mercadotecnia de UPS, gran compañía carguera que mueve seis aviones todas las noches en Barajas, denunció las medidas por "excesivas". "Si esto se lleva a cabo, todos intentarán que sus aviones operen antes de las doce, con lo que se producirá una congestión en las horas precedentes". Chico añadió que le parecía "un sinsentido" que los puestos de carga de Barajas estén abiertos 24 horas y los aviones no puedan volar por la noche. "¿No querrán que los cargueros vuelen por la mañana?", se preguntó.

El tiempo de adaptación que AENA da a los aviones de los grupos 8 y 16, 60 días, le parece "excesivamente corto" al responsable de UPS. Una opinión que comparte Iberia. "En el plazo de 60 días es muy difícil contratar aviones cargueros que cumplan los requisitos de AENA, formar tripulaciones para operarlos, reorganizar la red de vuelos de pasaje, cambiar la rotación y programación de aviones y tripulaciones y modificar el programa de vuelos de conexión".

Flor Expósito, directora comercial de DHL, mantuvo las esperanzas. "Creemos que nuestros aviones podrán volar en Barajas, porque hemos invertido mucho dinero en adaptarlos y hemos adquirido 40 modernísimos Boeing 757 para ajustarnos a las normativas más restrictivas". Los 757 están incluidos en el grupo 8. Dentro de 60 días no podrán aterrizar en Barajas.

La excepción del motín

Un portavoz de AENA manifestó ayer que este organismo público será "inflexible" con el cumplimiento de las nuevas restricciones impuestas a los vuelos ruidosos. Sólo se admitirán dos excepciones a la norma. La primera hace referencia a los vuelos retrasados. Si un avión ruidoso despega fuera de hora por una "causa justificada" y se ve obligado a operar en el horario restringido, AENA lo permitirá. De todas formas, la compañía tendrá que justificar en el plazo máximo de tres días las causas del retraso.

La segunda excepción es más prolija e incluye "situaciones declaradas de emergencia, vuelos de Estado, vuelos en que se incluya ayuda humanitaria urgente, vuelos afectados por aglomeraciones en el aeropuerto que no hubieran sido provocados por la compañía" y cuando "la cancelación [del vuelo] pudiera provocar problemas de diversa índole en el aeropuerto de origen o destino".

AENA no explica en su comunicado cuáles son los problemas de "diversa índole" que puede provocar una cancelación. Pero el más frecuente es el motín del pasaje que, en ocasiones, ha provocado amenazas a las tripulaciones y al personal del aeropuerto.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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