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El presidente del Senado ruso pide recortar los poderes de Yeltsin

Yegor Stróyev, el presidente del Consejo de la Federación (la Cámara alta rusa), propuso ayer modificar la Constitución para impedir que el jefe del Estado pueda destituir al Gobierno a su antojo. La propuesta de Stróyev, que siempre ha sido partidario de colaborar con el Kremlin, refleja el malestar que ha provocado en la élite política la caída de Yevgueni Primakov. Mientras, el candidato a sucederle como primer ministro, Serguéi Stepashin, se dedicó ayer a cortejar al Parlamento ante la decisiva votación de investidura de mañana.

La destitución de Primakov "ha creado una inquietante situación en el país", dijo ayer Stróyev. "En la labor del Gobierno había defectos, pero probablemente hizo lo máximo que se podía después de la crisis de agosto", señaló el presidente del Senado ruso, quien agregó que el Gabinete de Primakov logró detener la caída de la producción y disminuir la inflación del 38% al 3% mensual. En su opinión, la experiencia muestra que "la destitución del Gobierno no debe realizarse sin el visto bueno del Consejo de la Federación".A pesar de que ambas cámaras del Parlamento apoyaban la gestión del anterior primer ministro, no tenían medios legales para impedir su caída. Mañana los diputados deberán votar para aprobar o rechazar la candidatura de Stepashin, presentada por Yeltsin el mismo día en que destituyó a Primakov.

Stepashin intervino ayer ante el Consejo de la Federación y prometió continuar los esfuerzos para lograr la estabilidad política y económica. Según el primer ministro en funciones, los tres próximos meses son "decisivos" para el país, y hay que "poner en orden la economía" antes de que comience la campaña electoral. Rusia tiene previsto celebrar comicios legislativos, el próximo diciembre, y presidenciales, en junio del año que viene.

El nuevo Gobierno cumplirá los compromisos adquiridos por el Gabinete de Primakov ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), anunció Stepashin, aunque reconoció que la aprobación del paquete de leyes que ello exige será difícil. Al mismo tiempo, dijo que una de las prioridades de su Gobierno será la lucha contra la fuga de capitales. "Ya se han sacado del país centenares de miles de millones de dólares; ahora es necesario devolverlos a Rusia", advirtió.

La mayoría de los senadores, al igual que de los diputados de la Duma (Cámara baja) considera que Stepashin puede ser investido mañana, en la primera votación. Cada día son más los políticos que piensan que Stepashin podría ser el candidato a la presidencia de Rusia por el que apostará el Kremlin.

El general Alexandr Lébed, gobernador de Krasnoyarsk (en Siberia) y uno de los principales aspirantes en los comicios del 2000, opina que Stepashin será el candidato del "partido del poder". Lo mismo piensa el liberal Borís Nemtsov, ex viceprimer ministro.

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Mientras tanto, el fiscal general, Yuri Skurátov, cuestionado por sus aventuras sexuales, obtuvo ayer una pequeña victoria: un juzgado de Moscú dictaminó que es ilegal la causa criminal abierta en su contra y que sirvió de pretexto a Yeltsin para suspenderle en sus funciones.

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