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AUTOMOVILISMO Mundial de rallies

Los coches ligeros ganan en Córcega

Bugalski y Puras superan a Sainz con un Citroën de 300 kilos menos que el Toyota

La guerra abierta entre los dos tipos de coches que compiten en el Campeonato del Mundo de rallies, los kit car y los world rally, volvió a inclinarse a favor de los teóricamente más desprotegidos en el Rally de Córcega. La sexta prueba del Mundial concluyó ayer en Ajaccio con la victoria de los dos kit car de Citroën pilotados por el francés Philippe Bugalski y por el español Chus Puras. Fueron quienes ocuparon las dos primeras posiciones respectivamente, superando al madrileño Carlos Sainz, el primer representante de los coches más potentes y de los habituales dominadores de las pruebas del Mundial. La segunda posición fue el mejor resultado mundialista del santanderino.Sainz realizó una gran carrera, una de las mejores de la temporada, y acabó tercero, por delante de sus principales rivales en el Mundial, el británico Colin McRae (Ford Focus), el francés Didier Auriol (Toyota) y el finlandés Tommi Makinen (Mitsubishi). Pero las condiciones del rally no favorecieron a los coches de su categoría.

El de Córcega fue un rally demasiado, con pocas dificultades, sin nieve, sin lluvia, sin humedades, sin barro y sin tramos de tierra. En asfalto y con sol, la relación peso-potencia marca las diferencias, y en ese terreno los kit car son superiores, a pesar de tener tracción sólo en dos ruedas y motor sin turbo. Los world rally tienen tracción en las cuatro ruedas y 300 caballos de potencia (los kit car, 280), pero tienen también un grave inconveniente: pesan 300 kilos más que sus competidores.

"Es como si el Masters de Augusta de golf lo liderara un jugador con handicap 10", explicó Sainz en el Rally de Catalunya, hace menos de un mes, cuando Bugalski dio el primer triunfo del Mundial a un kit car. La superioridad de este tipo de coches en Córcega se hizo patente porque ganaron 13 de los 16 tramos cronometrados que configuraban el rally (uno de los tramos tuvo que suspenderse por exceso de público).

"En vista del potencial de los Citroën, acabar tercero es un buen resultado. Se han mostrado inalcanzables", indicó Carlos Sainz. Las posibilidades de estos coches (que sólo tienen previsto participar en tres carreras), sin embargo, caerán en picado a partir de la próxima prueba, el Rally de Argentina, que se disputará en tramos de tierra (del 22 al 25 de este mes). Allí las cuatro ruedas motrices serán determinantes y los pilotos que habitualmente dominan el Mundial podrán demostrar por qué. En Córcega, Carlos Sainz salió también perjudicado por la decisión de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) de dar una puntuación especial al último tramo de la carrera, que es ofrecido en directo por televisión. Esa circunstancia desvalorizó el esfuerzo realizado por los pilotos a lo largo de los tres días de competición. El caso de Sainz es ilustrativo en este sentido. El piloto madrileño acabó tercero del rally y sumó cuatro puntos por esta circunstancia y uno más por acabar tercero en la última especial. Pero el francés Didier Auriol, que acabó quinto (dos puntos), sumó los mismos puntos que el español, porque ganar el último tramo le concedió tres puntos adicionales. Y el finlandés Makinen, segundo en el tramo final y sexto en el rally, acabó con tres puntos.

Sólo gracias a esta nueva situación, el Mundial sigue encabezado por Makinen, con 29 puntos, seguido de Auriol, con 28; McRae, con 23, y Carlos Sainz, con 21.

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