Andorra excluirá a los jubilados de pagar por obtener la residencia fiscal
Los jubilados quedarán fuera de la obligación de pagar por disponer de residencia fiscal en el Principado de Andorra. El Gobierno andorrano pretende conceder 600 nuevas residencias fiscales antes del próximo mes de junio (Véase EL PAÍS de ayer), pero tiene previsto empezar a cobrar por las nuevas autorizaciones que conceda a partir de este año, según un proyecto de ley enviado el lunes al Consell General (Parlamento). La autorización de nuevas residencias fiscales está congelada desde agosto de 1992.Las condiciones para tener derecho a la residencia fiscal se endurecen ligeramente y quedan así: acreditar que se vive durante al menos 183 días al año en el país, disponer de vivienda propia o en alquiler, justificar que se dispone de ingresos para residir sin ejercer ninguna actividad laboral o profesional y tener contratado un seguro de enfermedad, invalidez o vejez. El permiso podrá ser anulado por faltas de orden púbico, impago de cuotas o ejercer una actividad remunerada.
Medios del sector de la asesoría fiscal calculan que hay más de 350 personas en espera de recibir autorización de residencia fiscal. En total hay unos 8.000 extranjeros que tienen concedida la residencia fiscal. Buena parte son españoles y franceses y destaca un nutrido grupo de deportistas, artistas y jubilados.
Además de eximir de pagar esta tasa a los residentes extranjeros jubilados, el Ejecutivo andorrano quiere aplazar hasta 1999 el cobro de cantidad alguna para quienes ya tienen residencia fiscal. Andorra no tiene impuesto sobre la renta ni sobre sociedades. Los principales ingresos que obtiene la Administración proceden de los impuestos a las importaciones.
Las autoridades pretenden cobrar un millón de pesetas en concepto de autorización inicial y otro millón como depósito sin remunerar en el Instituto de Finanzas, de titularidad pública. El Gobierno quiere que los residentes paguen un millón anual para renovar la residencia fiscal. El depósito sería recuperable al abandonar la residencia.
