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Conocer el patrimonio histórico

El patrimonio histórico español es uno de los más ricos, interesantes, valiosos y variados de Europa. Es algo de lo que podemos y debemos sentirnos muy orgullosos. Sintetiza los mejores resultados artísticos y culturales de nuestra historia, sus frutos más brillantes e imperecederos, las raíces de lo que somos y lo que aspiramos a ser.Esta rica herencia del pasado es una realidad fecunda, viva, siempre contemporánea, una realidad que condensa algunas de las mejores cualidades del alma humana: la creación, la fantasía, la sensibilidad, la imaginación, la libertad...; en una palabra, el misterio gozoso de la belleza.

El encuentro, o reencuentro, con el patrimonio histórico -una visita a un monumento, a una exposición, a un museo- es siempre una experiencia enriquecedora y gratificante, un acto de salud y curiosidad intelectual. Para el Ministerio de Cultura, la difusión y puesta en valor del mismo constituye uno de sus objetivos prioritarios. Difundir el patrimonio significa facilitar su conocimiento, hacer crecer el interés y la estima por el mismo; en definitiva, propiciar su uso y disfrute en beneficio de la colectividad.

En este sentido, este año el Ministerio de Cultura se suma por primera vez a la celebración de las Jornadas Europeas del patrimonio que auspicia el Consejo de Europa y cuya finalidad es difundir la rica diversidad artística europea. Así, durante los días 30 de septiembre y 1 de octubre, mantendrán abiertas sus puertas al público los archivos nacionales, los conventos de titularidad y gestión estatal, y el Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (ICRBC). Nuestro propósito es llamar la atención sobre un patrimonio artístico y cultural de indudable riqueza e importancia, aunque quizá insuficientemente conocido y valorado.

Hemos concebido estos días de puertas abiertas como una invitación a apreciar los valores culturales y artísticos de estos bienes culturales y, al mismo tiempo, a conocer los recursos, medios y metodología que se están empleando para su protección y salvaguarda, así como del patrimonio en su conjunto. Las Jornadas tienen, pues, una evidente orientación pedagógica y de sensibilización. Buscan facilitar el conocimiento del patrimonio, incrementar su aprecio y valoración, y contribuir a la creación de una opinión favorable a su estudio y conservación.

Esta particular orientación convierte, a mi entender, a estos días de puertas abiertas en una cita particularmente atractiva.

Los problemas del patrimonio son de naturaleza muy distinta; cada caso genera su propio tratamiento. No hay, pues, recetas fijas. De ahí que, independientemente de los recursos que haya que dedicar a la restauración de un bien concreto, sea imprescindible dedicar esfuerzos a la protección, a la prevención, a la formación y el estudio. Estos dos últimos aspectos son fundamentales porque permiten realizar una acción preventiva y rigurosa: no hay que olvidar que cualquier intervención en el patrimonio que no tenga en cuenta todos los problemas del soporte material de un determinado bien, puede empeorarlo o dañarlo irreversiblemente.

Una política eficaz para el patrimonio histórico tiene su fundamento en la restauración, la protección, la investigación, la formación y la difusión y promoción. Éstos son los pilares sobre los que se asientan las actuaciones del Ministerio de Cultura en este terreno. Pero, obviamente, la puesta en práctica de estas políticas debe ajustarse al marco competencial de nuestro Estado autonómico, en virtud del cual todas las comunidades autónomas tienen asumidas competencias exclusivas en materia de patrimonio histórico-artístico en sus respectivos estatutos, quedando reservada al Estado una función subsidiaria y coordinadora.

Este marco competencial, por un lado, y la necesidad de optimizar todos los recursos y esfuerzos puestos en juego en la conservación de nuestro patrimonio, exigen el acuerdo y la colaboración mutua entre las instituciones responsables. A tal fin, el Ministerio de Cultura viene dedicando sus esfuerzos a reforzar todos los instrumentos institucionales de encuentro y cooperación con las comunidades autónomas, desde las comisiones mixtas al Consejo de Patrimonio, pasando por el Instituto de Conservación y Restauración (ICRBC).

Por lo que se refiere a las actuaciones de carácter preventivo, estamos trabajando en la elaboración de planes generales de vasto alcance, como, por ejemplo, el de las catedrales, y cuyo objetivo es garantizar el mantenimiento de estos inmuebles en su conjunto. El valor histórico, la relevancia arquitectónica, el valor simbólico y los tesoros artísticos que encierran estos templos, hacen necesaria una acción integral y mantenida en el tiempo. Asimismo, el ICRBC viene trabajando en los denominados "conjuntos históricos", una parcela en la que se impone una acción inmediata, conjunta y decidida.

La naturaleza de los problemas del patrimonio histórico exige un trabajo riguroso, científico, meditado, coordinado, solidario y responsable. Un trabajo que exige acuerdos a largo plazo. De ahí que estemos negociando con las diferentes comunidades autónomas convenios que nos permitan actuar conjuntamente y sumar esfuerzos en un horizonte de 20 años. Somos conscientes de que buscar la rentabilidad electoral o partidista desvirtúa la verdadera naturaleza del patrimonio histórico. En patrimonio hay que pensar siempre en las próximas generaciones; a ellas tenemos la obligación de legarles en las mejores condiciones posibles los tesoros que heredamos de las que nos precedieron.

Algunos de estos tesoros son los que queremos acercar ahora al público. Con la voluntad de que los conozca, los disfrute y los haga suyos.

Carmen Alborch Bataller es ministra de Cultura.

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