_
_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Precisiones a Savater

Tiene razón mi amigo Fernando Savater sobre las limitaciones que el género entrevista posee. No permite entrar en precisiones y detalles que evitarían al lector una interpretación no correcta. Algo de esto le ha tenido que pasar a Savater cuando reacciona contra la inclusión de Castoriadis entre los que afirmarían que "allí donde hay una construcción de sociedad aparece siempre un cierto sagrado que pone límites, da orientaciones e intenta fundar sentido". Esta fue mi respuesta, y en este contexto está mi inclusión de Castoriadis. Y hace muy bien Savater en citar el artículo La institución de la sociedady la religión, porque justamente ahí (confróntense las páginas 371372 de la versión francesa) es donde se corrobora lo que estoy atribuyéndole a Castoriadis y a lo que hace referencia mi respuesta. Desde este punto de vista básico, institucional, no hay sociedad sin sagrado, como ya afirmara Durkheim sin necesidad de ser creyente, independientemente de la interpretación sociologista o no que se dé a ese sagrado.Pasar de ahí a la cuestión de la legitimación religiosa de la

sociedad es un salto mortal que yo no di y que creo -por más precisiones que deba dar a mis respuestas de la entrevista- no se puede deducir de todo el contexto. Más aún, si algo queda claro es justamente mi rechazo a tales legitimaciones como peligrosas y manipuladoras de la religión. Con Castoriadis y Savater, somos muchos los implicados con la cuestión de la religión que nos apuntamos a una sociedad más humana, justa, racional y emancipada sin instrumentalizar la religión.

Sólo el celo que lleva a Savater continuamente, y sin matices, a calificar de patrañas a la religión puede explicar este malentendido. Pero meter en el mismo saco aspectos de la construcción social con legitimaciones religiosas y teologías premodernas y éticas posmodernas es un blabla-bleo poco elegante y serio.-José María Mardones, .

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_