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NEGOCIACIÓN Y PAZ

La mayor manifestación de la historia vasca pide la "paz ahora y para siempre"

Una manifestación multitudinaria sin precedentes en Euskadi, cifrada en torno a 200.000 personas -un 10% de la población vasca-, ocupó ayer las calles más céntricas de Bilbao atendiendo a la convocatoria por la "paz ahora y para siempre". La multitud desbordó las previsiones y obligó a desplazar el punto de arranque de la marcha varios centenares de metros. El presidente del Gobierno vasco, José Antonio Ardanza, y los seis firmantes del pacto de Ajuria Enea en nombre de los partidos vascos ocuparon, la primera fila. Al final, el lekendakari se dirigió a la multitud e invitó a ETA a sumarse a una sociedad reconciliada, sin vencedores ni vencidos.

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La multitud llegó a ocupar más de tres kilómetros

La manifestación partió a las 17.39, pero lo hizo desde el final de la calle de Sabino Arana en vez de salir desde la plaza del Sagrado Corazón, como estaba previsto.Los organizadores se vieron desbordados por la presión de la multitud, que ocupó desde media hora antes parte del recorrido, en una verdadera riada humana, e hizo imposible formar la cabeza donde se había anunciado.

Numeroso público se agolpó en las aceras para presenciar el paso del cortejo en completo silencio y aplaudir a los dirigentes políticos que portaban la única pancarta con el logotipo del acto, diseñado por Eduardo Chillida. La aglomeración obligó a motoristas de la Policía Municipal a presionar sobre las primeras filas para impedir la invasión de la calzada.

Un grupo de varios miles de personas aguardaba junto al Ayuntamiento, a media tarde, la llegada de los manifestantes cuando éstos se encontraban aún a centenares de metros de distancia.

Junto al lehendakari José Antonio Ardanza portaban la pancarta, con el lema Paz ahora y para siempre, los seis firmantes del acuerdo de Ajuria Enea para la pacificación y normalización de Euskadi, de enero de 1988; el vicepresidente del Gobierno vasco, Ramón Jáuregui, y representantes de asociaciones y organizaciones que trabajan por la paz en el País Vasco.

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Los firmantes del pacto de Ajuria Enea son Julen Guimón, parlamentario autonómico del Partido Popular; Alfredo Marco Tabar, diputado en la Cámara de Vitoria del Centro Democrático y Social; Kepa Aulestia, secretario general de Euskadiko Ezkerra (EE); Inaxio Oliberi, secreta rio general de Eusko Alkartasuna (EA); Txiki Benegas, secretario de organización del PSOE y presidente del Partido Socialista de Euskadi, y Xabier Arzalluz, presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV).

Los dirigentes políticos coincidieron en destacar la importancia de la jornada para alcanzar el fin de la violencia en Euskadi y en la apelación a ETA para que extraiga consecuencias de la movilización ciudadana.

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Los manifestantes caminaron sin signos partidistas

Viene de la primera páginaLa manifestación que se desarrolló ayer en Bilbao contó con la presencia de numerosas personalidades políticas, pero ninguna de ellas, y tampoco ninguno de los manifestantes, mostró signo partidista alguno, informan Victorino Ruiz de Azúa y Eva Larrauri. Además de los representantes de los partidos, tomaron parte en el acto el Gobierno vasco en pleno, la mesa del Parlamento autómomo y los parlamentarios (con la excepción de Herri Batasuna), los ministros Joaquín Almunia y Claudio Aranzadi, el obispo auxiliar de Bilbao, Juan María Uriarte, y el secretario general del sindicato UGT, Nicolás Redondo, junto a representantes de organizaciones sindicales, empresariales y culturales. Asimismo, se hallaba entre los manifestantes eI delegado del Gobierno en Murcia, Juan Manuel Eguiagaray, quien ha participado en las reuniones que han mantenido en Argel representantes del Ejecutivo y de ETA. Otra de las personalidades asistentes fue Marcelino Oreja, vicepresidente del Partido Popular y todavía secretario general del Consejo de Europa.

Kepa Aulestia, secretario general de Euskadiko Ezkerra, tardó en llegar a la cabeza de la manifestación, porque acudió al lugar donde se había programado en principio la salida.

La manifestación superó cualquier concentración de signo político conocida en Bilbao. Gran parte de los bilbaínos que salieron a la calle y de los vascos llegados de las demás provincias tuvieron que resignarse en principio a presenciar su paso desde las aceras, para luego engrosar las filas finales cuando el cortejo había acabado de pasar, más de hora y media después.

Ardanza, que fue ovacionado por la multitud al llegar a la calle de Sabino Arana, se declaró muy satisfecho por la enorme afluencia, y destacó que "la gente, el pueblo, está demostrando una vez más que quiere salir a la calle sin miedo, sin complejo, sin vergüenza, y decir que queremos la paz".

"Las cosas no cambian hoy, vienen cambiando hace mucho tiempo", añadió el lehendakari. "Este día es la culminación de un proceso de cambio que se viene sintiendo ya en la sociedad vasca. Ojalá el cambio fundamental sea aquél que nos lleve a no necesitar más manifestaciones como ésta para pedir la paz porque ya sea una realidad".

Objetivo cumplido

Para el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, no existía duda de la salida masiva a la calle. "En su pequeña vida, la gente muchas veces tiene miedo de que le vean o se fijen en ellos y se trata de romper con eso, precisamente, y que manifiesten su opinión, no ya con el voto, que ya lo hacen, sino también en la calle", explicó. "Ése es el valor del día de hoy. Hemos cumplido de sobra nuestro objetivo".

Arzalluz se mostró seguro de que el acto unitario va a pesar ante ETA, porque hasta ahora argumentaban que el voto y la calle iban por caminos distintos, aunque no quiso pronunciarse de forma explícita sobre su influencia en las conversaciones de Argelia.

El secretario de organización del PSOE, Txiki Benegas, destacó la importancia del pacto de Ajuria Enea en la formación de un bloque democrático sin fisuras. "La gente está a favor de la paz y contra la violencia", indicó. "Lo que está ocurriendo hoy aquí es un mensaje clarísimo para quien tiene que recibirlo de que la inmensa mayoría quiere una paz definitiva y que deben renunciar a la utilización de la violencia y defender sus posiciones en las urnas".

La manifestación es la mayor conocica en Euskadi, afirmó Inaxio Oliberi, de EA. "El motivo aúna voluntades y se ha planteado de forma apartidista. La respuesta ha sido masiva". Una expresión popular de tales dimensiones, según Oliberi, "debe influir necesariamente en la decisión de ETA sobre la tregua, es evidente, y aumenta las posibilidades para prolongar el cese de los atentados, que ya eran importantes antes". Carlos Garikoetxea, ex, lehendakari y presidente de EA, fue el único dirigente político vasco relevante que no participó en la marcha unitaria. Oliberi explicó su ausencia por su participación en un congreso de la internacional europea de partidos nacionalistas en el Valle de Aosta.

Herri Batasuna discrepa

Jon Idígoras, portavoz de la Mesa Nacional de HB, dijo ayer en Vitoria que lamentaba el desarrollo le la manifestación "por cuanto significa que la lucha va a ser más larga" informa Efe.

Por su parte Julen Guimón, del Partido Popular, manifestó: "No es ésta una batalla de números pero me parece una maravilla ver las caras de la gente. Nunca he asistido a un acto tan emocionante como éste en la vida política".

Alfredo Marco Tabar, del CDS, no quiso hablar de una manifestación sino de la manifestación, por excelencia. "Es la firma que da cada persona de su voto secreto en las umas", señaló, "publicada hoy mediante su presencia en la calle " Según él, la dirección de ETA tendrá que tomar en cuenta el mensaje colectivo.

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