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Un avión de Iberia abortó el despegue en Málaga porque otro aparato se disponía a aterrizar

El director del aeropuerto de Málaga, Alfonso López Barajas, confirmó ayer que el avión que comenzaba el vuelo IB-654, Málaga-Barcelona, a primera hora de la noche del pasado lunes, tuvo que abortar su despegue ante la inminencia de la llegada a la pista de otro aparato que pretendía tomar tierra. Uno de los pasajeros del vuelo, Ramón Casajuana Pagés, que se negó a seguir el viaje, fue bajado del avión y presentó denuncia contra la compañía en el puesto de policía del aeropuerto.

La noticia fue publicada ayer por El Diario de la Costa del Sol, periódico malagueño. Según esta información, el Boeing 727 que hacía el vuelo IB-654, Málaga-Barcelona, rodaba ya por la pista a gran velocidad cuando tuvo que frenar, dio un giro brusco y se escoró a uno de los lados de la pista. De acuerdo con la misma información, cinco segundos más tarde pasó junto a él otro Boeing 727, que, procedente de Barcelona, acababa de tomar tierra en Málaga.Siempre según este rotativo, hubo escenas de pánico, gritos y protestas de varios pasajeros, y uno de ellos se negó rotundamente a seguir en el avión. Retornado el aparato a la cabecera de la pista para iniciar de nuevo la maniobra de despegue, fue desembarcado el pasajero que se negaba a iniciar el viaje. Inmediatamente cursó denuncia en el propio aeropuerto, donde alquiló un coche para realizar el viaje por carretera hasta Barcelona.

El director del aeropuerto, Alfonso López Barajas, admitió la existencia de un despegue abortado, pero negó rotundamente que se hubiera producido tal proximidad entre los dos aparatos: "El vuelo que despegaba había comenzado ya a rodar por la pista, cuando el controlador, ante el hecho de que el vuelo procedente de Barcelona se encontrara a 10 millas, decidió, como precaución adicional, indicar al comandante del vuelo que abortara el despegue. Así se hizo. En ningún caso hubo peligro remoto de colisión. De hecho, los informes de ambos comandantes, del que salía y del que entraría poco después, están limpios, no reflejan esta incidencia, lo que indica que no tuvo la menor importancia. Una vez que hubo tomado tierra el vuelo procedente de Barcelona, se dio de nuevo la salida al vuelo 654, que despegó y alcanzó su destino con toda normalidad".

Sobre la actitud del pasajero desembarcado, Ramón Casajuana Pagés, el director del aeropuerto manifestó que, ante su negativa a proseguir el vuelo, se le permitió desembarcar, "pero prueba de la nula importancia del incidente, si es que puede llamarse así, es el hecho de que ningún otro pidiera ser desembarcado".

Denuncia contra la compañía

La denuncia por supuesta imprudencia contra la compañía Iberia fue efectuada a las diez de la noche, en el propio aeropuerto, donde existe una subcomisaría de policía, que dio parte al juzgado de guardia. Ramón Casajuana no se encontraba ayer en España, pero la Redacción de este periódico en Barcelona localizó a un hermano del mismo. Éste explicó que Ramón Casajuana ha perdido hace pocos días un hijo, en accidente de tráfico. Había volado a Málaga para acompañar a su otro hijo, que presta el servicio militar en San Roque, Cádiz.De acuerdo con la citada fuente, la impresión por la reciente muerte de su hijo, así como el recuerdo próximo del accidente de Bilbao, pudieron pesar en el ánimo de Ramón Casajuana, y de ahí que se negara a proseguir el vuelo.

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