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Países Bajos NDL
2 (3)
Wouter Weghorst 82', 100',Denzel Dumfries 127'
Argentina ARG
2 (4)
Nahuel Molina 34',Messi 72' (p)
Finalizado

Messi: “Mateu Lahoz nos mandó a la prórroga”

La estrella argentina, que iguala los 10 goles mundialistas de Batistuta aunque con el doble de partidos, carga contra el árbitro español en un final muy bronco, con desafíos también a Van Gaal

Lorenzo Calonge
Mateu Lahoz amonesta a Messi durante el Argentina-Países Bajos.
Mateu Lahoz amonestaba a Messi durante el partido entre Argentina y Países Bajos, el viernes en Lusail (Qatar).Ricardo Mazalan (AP)

La noche argentina empezó con un estallido bajo tierra. Había empatado Croacia ante Brasil y el metro de Doha, a tope de aficionados albicelestes, explotó. Cuatro horas más tarde, terminó con otro grito, este ahogado, de liberación y rabia. Con Dibu Martínez, que había detenido dos penaltis, desplomado en una esquina, con los brazos abiertos, solo, victorioso y a la vez devorado por la angustia. Todos se fueron a abrazar a Lautaro Martínez, el autor del quinto lanzamiento, menos Messi, que buscó al meta. Como en su arenga previa a la final de la Copa América de 2021, la que cerró 28 años sin títulos.

NDLPaíses Bajos
2
Andries Noppert, Aké, Virgil Van Dijk, Jurrien Maduro, Daley Blind (Luuk de Jong, min. 63), Frenkie De Jong, Denzel Dumfries, Marten de Roon (Teun Koopmeiners, min. 45), Steven Bergwijn (Berghuis, min. 45), Gakpo (Noa Lang, min. 112) y Depay (Wouter Weghorst, min. 77)
ARGArgentina
2
Emiliano Martínez, Lisandro Martínez (Di María, min. 111), Nahuel Molina (Montiel, min. 105), Otamendi, Cristian Romero (Pezzella, min. 77), Marcos Acuña (Tagliafico, min. 77), Enzo Fernández, Alexis Mac Allister, De Paul (Paredes, min. 65), Messi y Julián Álvarez (Lautaro Martínez, min. 81)
Goles 0-1 min. 34: Nahuel Molina. 0-2 min. 72: Messi(p). 1-2 min. 82: Wouter Weghorst. 2-2 min. 100: Wouter Weghorst.
Árbitro Antonio Miguel Mateu Lahoz
Tarjetas amarillas Jurrien Maduro (min. 42) , Marcos Acuña (min. 42) , Cristian Romero (min. 44) , Wouter Weghorst (min. 46) , Lisandro Martínez (min. 75) , Depay (min. 75) , Berghuis (min. 87) , Paredes (min. 88) , Scaloni (min. 89) , Messi (min. 99) , Otamendi (min. 100) , Steven Bergwijn (min. 103) , Montiel (min. 108) , Pezzella (min. 111) , Denzel Dumfries (min. 127) y Noa Lang (min. 127)
Tarjetas rojas Denzel Dumfries (min. 127)

“No hay duda, tenemos ventaja con él“, agradeció La Pulga, que, hechas las felicitaciones, inició una carga contra todo y contra todos: Mateu Lahoz, Louis Van Gaal y un miembro del vestuario neerlandés. Además de dramático por la forma en que se llegó a la prórroga y el tembleque de los penaltis, se trató de un desenlace muy destemplado, con varios ajustes de cuentas con el pasado.

“[Cuando llegó] el empate sentí mucha bronca, no era para que termine así. No quiero hablar del árbitro, porque enseguida te sancionan, pero creo que la gente vio lo que fue”, se arrancó La Pulga. “La FIFA tiene que revisar eso, no puede poner un árbitro así para un partido de esta trascendencia, que no está a la altura. Sufrimos demasiado, injustamente. Nos merecíamos pasar. Quizá no hicimos un gran partido, después el árbitro lo mandó a la prórroga. Siempre nos jugaba en contra. En la última acción [la del empate] no era falta”, desarrolló el 10 nada más terminar el choque, crudo como pocas veces contra el juez. “Nos perjudicó”, amplió una hora después en sala de prensa.

Una censura a la que se sumó el héroe final albiceleste, Dibu Martínez. “El árbitro ha alargado 10 minutos, es el peor de lejos. Como España quedó fuera, quería que también quedásemos fuera nosotros”, añadió el meta. Scaloni, mientras, que había salido como un rayo hacia Mateu Lahoz en cuanto pitó el final de los 90 minutos para exigirle explicaciones, dejó correr el tema en sala de prensa para evitar más líos. “Por suerte, terminó bien y lo dejamos ahí”, zanjó.

En el desenlace, se produjeron varias trifulcas entre ambos conjuntos y la tensión disparó el discurso. Hubo para todos. También para Louis Van Gaal. “Vende que juega bien al fútbol y nos metían pelotazos”, denunció Messi, a quien se vio también encararse con el seleccionador holandés después de anotar de penalti el 0-2. De camino a su campo, se plantó ante el banquillo oranje y se llevó las manos a las orejas mirando a Van Gaal, en un gesto desafiante, muy poco habitual en él. Imitaba la manera de celebrar los goles de otro ilustre argentino y ex del Barcelona, Juan Román Riquelme, con quien el preparador holandés no mantuvo una buena relación en su época en el banquillo azulgrana. Después, debió mediar incluso el exjugador neerlandés Edgar Davids para poner paz. Y ya en los pasillos y en medio de una entrevista, Messi llamó “bobo” varias veces a un miembro del vestuario holandés que, según la prensa argentina, era el futbolista Wout Werghorst.

Un final demasiado agitado que estuvo precedido por una previa en la que también volaron dardos. El entrenador europeo había dicho que en las semifinales de 2014 (Argentina ganó igualmente en los penaltis), Messi no había “tocado un balón”. Un caso que se sumó a la vieja polémica de Di María con Van Gaal, de quien El Fideo aseguró en su momento que había sido el peor técnico de su carrera.

Van Gaal, que no hizo referencia a estos episodios ante los periodistas, se marchó de Lusail rumiando una estadística fatal para sus intereses: nunca ha perdido en los 12 encuentros que ha dirigido en un Mundial (ocho victorias y cuatro empates), pero nunca ha levantado el trofeo. Ni siquiera ha alcanzado la final. Sus dos únicas derrotas fueron en los penaltis y contra Argentina. En 2014 y el viernes. “El seleccionador [en referencia a él mismo] había aprendido del pasado y les pidió a los jugadores que entrenaran los penaltis. Creíamos que podíamos ganar si llegábamos a esta suerte. No tengo reproche para ellos”, valoró el entrenador, que se despide de un cargo que ha ocupado en tres periodos diferentes de su carrera. “Ahora he estado 20 partidos y no he perdido ninguno. He disfrutado mucho en esta época”, se consoló.

La noche, que empezó en paz y con grandes tramos de silencio en el estadio, terminó con broncas y en un ay continuo después de que Wout Werghorst, en el minuto 101 (Mateu Lahoz había alargado 10), repitiera el tanto de billar que se apuntó hace dos años con el Wolfsburgo ante el Bielefeld. Un gol que dejó pasmada a Argentina y que, como admitió Van Gaal, habían ensayado.

“Cuando vas a patear [los penaltis], eso es una caja de fósforos”, reconoció Scaloni en la previa. Esta vez, no se quemó pese a que por momentos se temió que fuera el último día mundialista de Messi. No todavía. Hasta una prórroga desbocada, Argentina se ajustó a su plan habitual: 10 jugadores para evitar que ocurran cosas el mayor tiempo posible y uno (Messi) para que lo haga todo en ataque. De los nueve goles que suma en el torneo, seis los ha producido su estrella: cuatro tantos (Arabia Saudí, México, Australia y Países Bajos; el primero y el último de penalti) y dos asistencias (México y Países Bajos). El del viernes lo elevó a la cúspide de máximo anotador (10) en los Mundiales con su selección, junto a Gabriel Batistuta. Eso sí, el exjugador de la Fiorentina necesitó 12 partidos para llegar a esa cifra, mientras que el del PSG requirió 24.

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