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Riesgo, agresividad y estrés dividen al ‘paddock’ del Mundial de MotoGP

El nuevo formato de competición, con carreras al sprint los sábados, genera dudas tras una primera cita que deja cuatro bajas para el GP de Argentina

Mundial MotoGP
Álex Márquez (izquierda) y Francesco Bagnaia (derecha) durante los entrenamientos libres del GP de Argentina, este viernes.Associated Press/LaPresse (APS)

El Mundial de MotoGP aterriza en Argentina después de una intensa semana de estreno de la nueva era de carreras al sprint. El ajetreado gran premio inaugural en Portugal resultó tan espectacular como polémico, y los numerosos incidentes a lo largo de la prueba se han saldado con cuatro bajas para la cita este fin de semana en Termas de Río Hondo. En el trazado argentino no estarán Pol Espargaró (GasGas), Enea Bastianini (Ducati), Miguel Oliveira (Aprilia) y Marc Márquez (Honda), casi una quinta parte de la parrilla de 22 pilotos, después de sufrir lesiones variopintas en las distintas sesiones del nuevo formato.

En Portimão hubo hasta 24 caídas en la categoría reina, una cifra que sigue la tendencia constatada el pasado curso. Entonces, el promedio fue de 17 por gran premio disputado, un incremento de casi un 250% en comparación con los siete trompazos de media registrados en 2010. “Solo espero que este deporte no se convierta en boxeo. No digo que el formato sea malo, hay que darle tiempo, entenderlo y ver si baja un poco la intensidad, la tensión de los pilotos”, aseguraba Aleix Espargaró (Aprilia), más crítico con la actitud de sus compañeros sobre la pista que con la intención de los organizadores con los cambios.

Fabio Quartararo, campeón con Yamaha en 2021, apuntaba también a la transformación de las motos, bestias cada vez más difíciles de dominar en circuitos que se quedan pequeños para su velocidad y potencia. “Es lo mismo para todo el mundo, y no quiero quejarme de más, pero al final se trata de un tema de seguridad. Pilotamos motos que reaccionan de una manera que no puedes controlar, y pienso que es bastante peligroso”, valoraba. Marc Márquez, precisamente, justificó su grave error en el Algarve por el hecho de que se le bloqueara la rueda delantera de su moto, incontrolable su inercia tras un fallo en frenada.

El estreno del sprint y de los nuevos horarios de entrenamiento, con frenesí competitivo y poco tiempo para trabajar en la puesta a punto desde el viernes, era lo último que le faltaba al paddock, donde hay opiniones para todos los colores. Hasta Pecco Bagnaia, vigente campeón del mundo y ganador incontestable de las dos carreras inaugurales para Ducati, sin motivo aparente para quejarse, apuntó a que Dorna debe afinar el tiro. “El sábado terminé mentalmente agotado, se me hizo largo el día. Este circuito no es tan exigente, pero para Mugello o Austin habría que introducir algunos cambios”, comentaba, refiriéndose a la carga física añadida que conllevan esos trazados.

En un Mundial con 21 paradas en 18 países, 42 carreras en ocho meses, la tara física y mental apunta a ser la más pesada de la historia. “Antes podías desconectar antes de empezar a preparar la carrera del domingo. Ahora ya no hay tiempo para relajarse”, confirmaba Àlex Márquez.

El intenso arranque de temporada, además, ha provocado un alud de críticas, estas sí unánimes, hacia los comisarios de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) por la disparidad de criterios en las sanciones. “Debemos llegar a una norma inequívoca”, proponía desde Termas de Río Hondo el piloto de Aprilia Maverick Viñales, donde Aleix Espargaró fue el más rápido en los primeros entrenamientos. El cambio de criterio de redacción de los jueces de un día para otro con la sanción a Márquez fue uno de los temas discutidos en la comisión de seguridad de ayer, el momento en el que los pilotos tienen voz —pero no voto— sobre el devenir del campeonato.

Congruencia

“Tenemos que buscar la congruencia. Hubo grandes caídas el año pasado, pero como es Marc Márquez todo el mundo se está cebando. No trato de defenderle, pero lo importante es establecer una línea fija, una que no se vaya moviendo según el día”, opinaba el australiano Jack Miller.

Otro asunto que se trató en la reunión fue la necesidad de mejorar las medidas de seguridad tras el brutal impacto de Pol Espargaró —todavía en el hospital, pero recién salido de la UCI— contra las barreras de protección en Portugal. “Un piloto no puede golpear el muro, esto es totalmente inaceptable”, resumía su hermano Aleix. El parte de lesiones de Pol —fractura de mandíbula y de dos vértebras— augura una larga recuperación: “Ahora mismo está encorsetado, no puede moverse”, afirmaba Hervé Poncharal, director del equipo GasGas.

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