El tormento del Valencia no tiene fin: derrota en casa y colista de LaLiga
Las Palmas vence en Mestalla y traspasa el farolillo rojo al equipo de Rubén Baraja
Las Palmas dejó el farolillo rojo en Mestalla, donde logró su primera victoria en ocho meses, y mete al Valencia en un lío el día que esperaba salir de los puestos de descenso. El equipo de Rubén Baraja, cada semana más cuestionado, desperdició su ventaja en el marcador (1-0) y acabó recibiendo tres goles de un rival que parecía condenado y que, de la mano de su nuevo entrenador, Diego Martínez, pareció otro. El Valencia, aun en octubre, ya vive angustiado con perder la categoría.
Y eso que pensaba que estaba en el día más propicio desde que comenzó esta Liga tormentosa. El equipo de Rubén Baraja recibía al colista en su feudo, ante su hinchada infalible (más de 40.000 aficionados en un lánguido lunes de otoño a las nueve de la noche). Era el día del despegue. El técnico blanquinegro lanzó a sus jugadores a por la meta de Cillessen desde que Gil Manzano sopló el silbato. Sin piedad. Ni 15 segundos tardó en generar la primera ocasión clara de gol. No había duda: era el día. El Valencia acorraló a Las Palmas, que sudaba para, no ya crear peligro, simplemente sacar el balón de su campo. Las ocasiones del Valencia se fueron sucediendo mientras Hugo Duro, que volvía al once del Pipo Baraja, parecía divertirse entre las líneas defensivas de su rival. El acoso llevó a la temblorosa defensa insular a cometer un penalti claro que Pepelu convirtió en desahogo para su equipo.
Era el día. Ahora solo faltaba sacar el capote en la medular y torear a Las Palmas hasta encontrar el momento de entrar a matar. Pero el equipo de Diego Martínez, el técnico que debutaba en el banquillo de Las Palmas, necesitó sentirse perdido para quitarse los complejos y lanzarse, al fin, al ataque. El 1-0 fue como un toque de corneta. El conjunto isleño se estiró y en cuanto lograba conectar con Fabio Silva, el delantero portugués, muy activo, era capaz de crear sensación de peligro. El Valencia empezó a dudar y los delanteros de Las Palmas metieron en el partido a Mamardashvili, inactivo hasta entonces. Después del segundo rechace del meta georgiano en los últimos minutos de la primera mitad, Álex Muñoz enganchó el balón para igualar el choque y sacar los pitos de una afición harta. A ver si no era el día…
Baraja, que se había sacado a otro canterano de la manga para hacer debutar a Ro Abajas, mandó calentar a Gayá nada más reanudarse el partido. Hacían falta estímulos para una grada decepcionada. Fabio Silva, estelar toda la noche, no desperdició una gran asistencia de Campaña para redondear la remontada de Las Palmas. No era el día.
Ya contra las cuerdas, Baraja recuperó a Gayá cinco meses después de la lesión que le dejó sin Eurocopa. Daba igual. Las Palmas, todo astucia desde el 1-0, empezó a jugar con los nervios del Valencia con constantes pérdidas de tiempo y ensuciando el partido. En uno de esos lances, tras una fea entrada a Gayá, se formó una riña que acabó con la expulsión de Pepelu, que dejaba a su equipo herido y con uno menos.
El colista hasta anoche aprovechó una contra para meter el 1-3 y apagar definitivamente Mestalla. Estaba claro, era el día, pero el de Las Palmas.
Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
16
GET
|
9 | 10 | 1 | 6 | 3 |
17
LEG
|
8 | 10 | 1 | 5 | 4 |
18
VAD
|
8 | 10 | 2 | 2 | 6 |
19
LP
|
6 | 10 | 1 | 3 | 6 |
20
VAL
|
6 | 10 | 1 | 3 | 6 |
Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
16
GET
|
9 | 10 | 1 | 6 | 3 |
17
LEG
|
8 | 10 | 1 | 5 | 4 |
18
VAD
|
8 | 10 | 2 | 2 | 6 |
19
LP
|
6 | 10 | 1 | 3 | 6 |
20
VAL
|
6 | 10 | 1 | 3 | 6 |
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.