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Fernando Alonso, tras la penúltima bandera roja: “¡Menuda norma tan estúpida!”

El desenlace del Gran Premio de Australia cuestiona el uso que dirección de carrera hace de la suspensión de la prueba por el peligro que genera

Momento en que Sainz embiste a Alonso tras el primer relanzamiento de la carrera en Melbourne.
Momento en que Sainz embiste a Alonso tras el primer relanzamiento de la carrera en Melbourne.Qian Jun/MB Media (Getty Images)
Oriol Puigdemont

El Gran Premio de Australia perfectamente podía haber sido un tostón de no intervenir dirección de carrera, que neutralizó la prueba en tres ocasiones con bandera roja, eventualidad que obligó al pelotón a reagruparse en la parrilla de salida con todo el ceremonial y los nervios que eso supone. Especialmente controvertida fue la segunda parada, motivada por Kevin Magnussen cuando quedaban menos de cuatro vueltas para el final, después de que el danés de Haas midiera mal y reventara la rueda derecha izquierda de su coche contra el muro, dejando la pista llena de escombros. La imposibilidad de despejar la zona con los bólidos circulando hizo que los comisarios se vinieran arriba y decretaran que la cita se decidiría en un esprint de solo dos vueltas que daría comienzo de la forma convencional.

La coyuntura evocó a la vivida dos años antes en Bakú, donde Checo Pérez ganó una carrera a solo dos giros después de que Max Verstappen desintegrara las gomas de su Red Bull en plena recta. Ambos episodios constatan que una medida como la bandera roja, que teóricamente busca atenuar una situación de peligro, también puede generar otra que entrañe todavía más riesgo.

El momento de la arrancada es el de más tensión de todos, y más aún cuando solo hay dos giros por delante en los que se puede ganar mucho y perder más. De eso precisamente se quejó Fernando Alonso instantes después de ser arrollado por Carlos Sainz en la primera frenada del relanzamiento, y que terminó con el asturiano en el muro. Por suerte para el corredor de Aston Martin, la melé que se generó a sus espaldas obligó a pararlo todo de nuevo, antes incluso de que los coches completaran el primer sector del circuito. La normativa estipula claramente en su artículo 57.3 que, en caso de que una carrera sea suspendida, la clasificación a tener en cuenta es la del último punto de control oficial. Finalmente, la FIA decretó que las dos últimas vueltas se dieran en formación y detrás del safety, manteniendo el orden establecido en la última parrilla de salida, circunstancia que le permitió al ovetense encadenar su tercer podio consecutivo.

Al margen del resultado, que dejó más satisfechos a unos que a otros, la mayor parte de pilotos coincidió en criticar esa penúltima bandera roja, al considerarla desmesurada y contraproducente por el poder de generar el caos que trae consigo un relanzamiento desde parado a pocos giros de la bandera de cuadros. “¡Esa maldita norma!”, estalló Alonso, por la radio, mientras trataba de reincorporarse a la fila tras ser embestido por el Ferrari de su colega. “Sacas una bandera roja por seguridad, pero haces una salida con vuelta de calentamiento detrás del coche de seguridad, que va muy lento. Así, creas más peligro que otra cosa”, razonó después el bicampeón del mundo con Renault (2005 y 2006), que exculpó a Sainz de lo ocurrido: “Con las gomas frías no vas a chocar contra nadie”.

A pesar de ello, el madrileño recibió una penalización de cinco segundos que le desplazó hasta la 12ª posición. “Es la sanción más injusta que he visto en mi vida”, soltó Sainz, que prefirió no hacer otro comentario que ese antes de ir a los despachos a pedir explicaciones.

Esteban Ocon catalogó de “suicidas” a varios de sus rivales, en alusión especial a Nyck de Vries, por cómo se metió en la primera curva. “Evidentemente que en esas situaciones tienes mucho que ganar, pero puede que sean demasiado para según qué pilotos”, soltó el francés de Alpine.

George Russell, por su parte, fue otro de los que más crítico se mostró con las decisiones de la FIA. El británico, que lideró el primer tramo de la prueba, abandonó (vuelta 18) al romper el motor de su Mercedes, cuando ya había sido perjudicado por una primera bandera roja que le arrebató el liderato, a raíz del trompo de Alex Albon en la novena vuelta. “Esa bandera roja fue completamente innecesaria. No entiendo muy bien qué está pasando con algunas decisiones que se están tomando. Todos estamos trabajando conjuntamente con la FIA para mejorar las cosas, pero se está convirtiendo en todo un desafío”, denunció el chico de Norkolf, quien, además, ocupa el cargo de director de la Asociación de Pilotos (GPDA).

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