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Los pívots europeos mueven la NBA

Los interiores continentales como Jokic, Anteto y Sabonis brillan por su conocimiento del juego y versatilidad

pívots NBA
Jokic ante Sabonis, el pasado 24 de febrero en un duelo entre Denver y Sacramento.Lachlan Cunningham (Getty Images)
Juan Morenilla

Europa vive en el cielo de la NBA. La meca del baloncesto se mueve al ritmo que marcan sus torres. La ascensión de Pau Gasol al olimpo de los Lakers no solo le ha convertido en el primer español en lucir una camiseta retirada en la mejor Liga del mundo. Fue más que la séptima coronación de un europeo entre 207 jugadores oscarizados, un selecto club que comparte con Petrovic, Divac, Stojakovic, Ilgauskas, Parker y Nowitzki. La eternidad de Pau refleja el duro camino que abrió a codazos un pívot europeo para ganarse un nombre, un respeto y dos anillos de campeón. Y revive una tendencia que hoy es moneda común en la NBA: los hombres interiores europeos dictan su ley. Jokic (Serbia), Sabonis (Lituania), Porzingis (Letonia), Antetokounmpo (Grecia), Gobert (Francia), Sengun (Turquía), Vucevic (Montenegro), Capela (Suiza), Zubac (Croacia) y Markkanen (Finlandia) brillan entre los mejores en las estadísticas de puntos, rebotes y asistencias. Los seis máximos reboteadores entre las piezas consideradas como interiores son estrellas continentales: Sabonis, Anteto, Jokic, Gobert, Vucevic y Capela. El griego es el segundo mayor anotador; el serbio y el lituano son los dos primeros en asistencias…

Y más. Anteto en 2019 y 2020 y Jokic en 2021 y 2022 se han repartido los últimos cuatro títulos de MVP de la temporada, un listado en el que antes solo estampó su nombre otro europeo, Nowitzki en 2007, el tallo que impulsó a Dallas. Como el alemán, hoy se cotizan los jugadores versátiles, figuras capaces de desenvolverse en varias posiciones (el cuatro o power forward, el cinco o center), hombres que habitan en la pintura y también se prodigan fuera. Como Anteto y Markkanen, gigantes de 2,11m y 2,13m que pueden ejercer de exteriores, un dinamismo que ha convertido al ala-pívot y pívot de Europa en una joya.

“Como cincos puros, diría que hay nueve pívots europeos que son titulares en la NBA: Jokic, Sabonis, Valanciunas, Sengun, Capela, Porzingis, Vucevic, Pöltl y Zubac. Y dos de ellos, Jokic y Sabonis, estuvieron en el último All Star, además de otros jugadores interiores de Europa. Esto demuestra una vez más la globalidad de la Liga”, analiza el badalonés Jordi Fernández, primer entrenador asistente en Sacramento Kings y el español con un cargo más alto en un banquillo en la historia de la NBA.

Fernández, que ejerció de primero el pasado diciembre en un encuentro ante Toronto por la expulsión de Mike Brown, resalta una “particularidad”: “No todos ellos son iguales o similares en cuanto a su estilo de juego. Esas diferencias reflejan el talento internacional que ha cuajado en la NBA y esa mirada más abierta hacia la calidad que han adoptado de fuera de Estados Unidos”. Este curso la Liga arrancó con el registro récord de 120 jugadores no estadounidenses de 40 países diferentes. Entre ellos, 58 europeos, además de 35 norteamericanos con lazos africanos.

Recién coronado como laker vitalicio, Pau Gasol se siente orgulloso de esa evolución del hombre grande llegado de Europa a la que él contribuyó. “Hubo un tiempo en el que teníamos la etiqueta de blanditos. Ya no. El pívot europeo vive su momento más importante en la NBA. Tiene fundamentos y buen tiro, y sabe jugar en equipo, lo que es fundamental. Ya no es el débil en comparación con el americano, sino que es dominante, competitivo e incluso un jugador franquicia. Anteto y Jokic lo han demostrado siendo los MVP”, resalta el catalán, 43º en el listado de máximos anotadores históricos de la NBA, con 22.992 puntos.

Por esa carretera que contribuyó a asfaltar Pau circula hoy Usman Garuba (21 años, 2,03m). El pívot español cumple su segunda temporada en Houston Rockets después de ser campeón del Eurobasket. Y simboliza, según él mismo, ese cambio de poste inmóvil a jugador con más variantes. Por ejemplo, ha doblado su porcentaje de acierto en triples del curso anterior a este. “Los pívots en Europa empezamos a competir antes, a una temprana edad, en clubes y en las selecciones, y tenemos conceptos de juego básicos, pasar, cortar y moverse sin balón, que generan puntos fáciles”, desgrana Garuba dos días después de enfrentarse a Jokic. “No es un jugador atlético, no hace mates ni locuras, pero juega al baloncesto de una manera perfecta. Es saber estar, el posicionamiento, dominar el poste bajo y sobre todo ser buen pasador porque en un campo tan grande los tiradores están muy abiertos. La NBA es de los exteriores, no hay duda, predomina el triple. Pero un pívot tiene que ser el eje del juego. En muchos equipos, los pívots hacen realmente de bases, son los que desde el poste bajo mueven al equipo, y los europeos, Jokic, Sengun, Sabonis, en la pista son bases. Ese estilo de juego genera muchas oportunidades para todos y quita la presión defensiva a los exteriores. No es verdad que no se use el poste bajo, se usa mucho, en el uno contra uno, pero también para generar espacios”.

Garuba es uno de los últimos productos de una selección española bañada en oro. Como presidente federativo, Jorge Garbajosa acumula la experiencia de sus dos cursos de ala-pívot en las filas de Toronto (74 partidos de 2006 a 2008). La escuela es también el centro de su explicación al auge del center europeo. “Incluso a aquellos proyectos de jugador que por su estatura y sus condiciones físicas van a tender a vivir cerca del aro, en Europa se les pone como exteriores aun sabiendo que en esa posición no está su futuro. Eso les da una amplitud a la hora de manejar el bote de balón, el pase no solo de espaldas al aro sino de cara, y el tiro de tres para abrir las defensas y mejorar la circulación de los exteriores. El físico es importante pero ya ha pasado a un segundo plano. Ese conocimiento del juego que aportan Jokic, Valanciunas y Willy Hernangómez les hace ser decisivos. Estados Unidos saca estrellas en los últimos años casi siempre en puestos exteriores, Ja Morant, Curry, Klay Thompson, y los europeos han cubierto ese espacio interior por su rico conocimiento táctico desde tan jóvenes”, comenta Garbajosa.

El esquema se reproduce lejos de Estados Unidos. En la ACB, los cuatro jugadores más valorados de la Liga son pívots. Y tres son europeos: Marc Gasol (Girona), Tomic (croata, Joventut) y Shermadini (georgiano, Tenerife). Por delante de ellos, el caboverdiano Tavares (Real Madrid). Y entre los 25 mejores en esta clasificación, solo dos torres estadounidenses, Ethan Happ (Breogán) y Matt Costello (Baskonia). En el Madrid, lesionado Randolph, Tavares se alterna con tres franceses (Yabusele, Poirier y Cornelie) y un senegalés (Ndiaye), y en el Barça se mueven Mirotic (montenegrino), Da Silva (alemán), Tobey (nacido en Nueva York, juega con Eslovenia), Sanli (turco), Vesely (checo) y Nnaji (nigeriano). En la NBA y en España, el pívot europeo al poder.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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