Mehdi Nafti: “La selección de Marruecos está muy profesionalizada, pero a los clubes les falta mucha estructura”

El entrenador del Wydad, campeón de la Champions africana y participante en el Mundialito, afirma que el jugador marroquí no formado en Europa es más atacante. Real Madrid-Al Ahly y Flamengo-Al Hilal, semifinales del torneo

El entrenador del Wydad Casablanca, Mehdi Nafti, este viernes.ANDREW BOYERS (Action Images via Reuters)

Madrid - 04 feb 2023 - 05:15CET

Mehdi Nafti (Toulouse, Francia; 44 años) salió a comer con su familia tranquilamente el día de Año Nuevo y terminó la jornada como entrenador del Wydad de Casablanca, el vigente campeón de la Champions africana y participante del Mundial de Clubes (perdió este sábado en cuartos contra el Al Hilal en los penaltis; 1-1 y 3-5 en la tanda). Así, a toda prisa, entró hace un mes por primera vez en Marruecos, el país que todo el mundo ha tratado de desencriptar en los dos últimos meses por su exitoso e imprevisible cuarto puesto en Qatar. Él, además, llegó al conjunto que hasta el pasado verano dirigió Walid Regragui, el seleccionador marroquí, el hombre milagro, y excompañero suyo en el Toulouse y Racing de Santander a principios de siglo. “Me ha dado buenos consejos”, apunta.

Un mes estresante –”disputamos cinco competiciones y estamos siempre concentrados”, cuenta- que le ha bastado para llegar a una conclusión: “Aquí hay dos mundos muy distintos. Por un lado, la selección, muy profesionalizada y rozando la élite de los mejores clubes de Europa. Ahora nos encontramos en el centro de entrenamiento de la federación y es una auténtica locura. Y por otro, los equipos, que sufren un retraso en organización. Es un contraste muy grande”, reconoce.

Tanto que esa sorpresa forma parte de sus conversaciones habituales en los pasillos del Wydad. “El presidente está solo a la hora de fichar, no hay un director deportivo. Viene directamente a mí. Yo se lo digo: no sé cómo habéis podido ganar una Liga y una Champions con esta falta de estructura. Pero no solo ocurre en el Wydad, sino en Marruecos entero y también en Túnez, que lo conozco bien [es de origen tunecino y jugó 45 partidos con su selección, incluido el Mundial 2006]”, añade el que fuera el técnico del Levante entre julio y octubre del año pasado.

En su plantilla actual cuenta con los tres únicos futbolistas de la selección en el Mundial que no estaban en nómina de equipos extranjeros: el lateral izquierdo Yahia Attiyat Allah (asistente en el tanto del triunfo en cuartos ante Portugal), el medio Yahya Jabrane (solo dispuso de 13 minutos) y el portero Ahmed Red Tagnaouti (tercer meta en Doha). “Dentro del vestuario hay muchas diferencias. Tengo cuatro o cinco jugadores que podrían estar en Primera, en un Villarreal o Betis. La mayoría sería de un nivel un poco más bajo. Y otros no estarían ni en Segunda B”, explica.

Ultimátum a los 19 años

Como jugador, Mehdi Nafti hizo carrera como pivote en el Racing, Birmingham, Aris Salónica, Valladolid, Murcia y Cádiz, su destino final en 2014. Aunque a punto estuvo de cortarse a las primeras de cambio. Con apenas 19 años, su padre le dio un ultimátum en un viaje en coche de Toulouse a Santander. O salía bien esa experiencia en El Sardinero o a otra cosa. Y su debut con el primer equipo, en septiembre de 2000, llegó de central, fuera de su posición, obligado por las lesiones de los titulares y en el Camp Nou. Perdieron 3-1, pero dice que no lo debió hacer tan mal porque el domingo siguiente, en casa contra el Madrid (0-0), Andoni Goikoetxea lo volvió a ubicar ahí, y también por tercera jornada seguida en Mallorca (derrota 2-1). Aquel fue su primer chispazo en la élite.

Ahora, en la banda, de sus equipos siempre se espera que sean físicos, ordenados y rocosos. Todo un reto en un torneo donde la disciplina táctica no figura entre sus virtudes, a diferencia curiosamente de la selección, integrada, eso sí, por futbolistas criados en el orden europeo. “Aquí en cualquier minuto puede pasar cualquier cosa. El jugador local es de atacar siempre y, de vez en cuando, hay que frenarlo. El otro día, ganando 1-0, mis dos laterales se fueron arriba en el minuto 90. No quiero que pierdan ese desparpajo, pero sí medirlo”, explica Nafti, que llega al Mundial de Clubes como segundo clasificado de la Liga, a dos puntos del FAR Rabat.

Antes del Wydad, prácticamente toda su carrera en los banquillos la había hecho en España: Marbella, Mérida (dos etapas), Badajoz, Lugo, Leganés y Levante. Él fue la primera elección de la entidad granota el pasado verano para perseguir el ascenso, aunque todo se torció muy pronto. “Lo del Levante fue un trauma porque ves los resultados que han tenido tras mi despido [era 14º y antes de esta jornada, tercero con Javier Calleja] y es un equipo que ha funcionado. Soy muy autocrítico, me hago preguntas diariamente. Por qué ahora sí y antes no. He sacado conclusiones que me guardo para mí”, concluye Nafti.