El Celta descose al Betis con cuatro golazos
Los gallegos, con un gran Gabri Veiga, aprovechan la debilidad en defensa del conjunto andaluz
El final, tumultuoso y polémico, fue lo peor de un buen partido donde el Celta descosió con cuatro golazos a un Betis que estuvo aceptable en ataque y fue un horror en defensa. La roja a Luiz Felipe por una supuesta agresión a Aspas en el alargue ensució un gran encuentro, en especial de los gallegos. No aprenden los jugadores del Betis, que acumulan una expulsión tras otra para desesperación de su técnico, Manuel Pellegrini. El Celta tuvo una gran eficacia y el Betis, un flan en defensa, tuvo arrestos para ir a por el empate con todo perdido con una gran ocasión de Edgar. Ganó el Celta, que respira, como colofón a un partido de alta tensión. El Betis, en crisis en casa, no aprovechó los tropiezos del Atlético y el Villarreal en la pelea por la cuarta plaza. Suma ya cinco partidos seguidos sin ganar en el Benito Villamarín (tres derrotas y dos empates).
Betis y Celta brindaron un partido de ida y vuelta, con jugadores mucho más pendientes de atacar que de defender. Un encuentro de esos que apasiona al espectador neutral y que disgusta mucho más a los entrenadores. Por ejemplo, Manuel Pellegrini había hablado toda la semana de lo bien que defendía este curso su equipo, que, sin embargo, se vio superado por un inicio espectacular del Celta. Carlos Carvalhal fue atrevido y dispuso un equipo muy valiente, que encontró salida por la derecha con Carles Pérez, un auténtico bólido en la banda.
El primer gol del Celta fue, sencillamente, espectacular. Larsen remató como si fuera Van Basten un medido pase del extremo catalán. Respondió el Betis en una acción de Juanmi a la salida de un saque de esquina. El delantero, que no era titular desde el 3 de septiembre por una grave lesión de tobillo, mostró su inteligencia en el área. Si bonito fue el primero gol gallego, de alto nivel fue el segundo del Betis, con una combinación al primer toque entre Guardado, Borja y Canales que el cántabro envió a la red con un preciso disparo con la izquierda.
Todo iba a demasiada velocidad en un partido sin defensas. El debutante Iván Villar por la grave lesión de Marchesín le hizo un paradón a Miranda y el Celta respondió con otro golazo. Gabri Veiga, teórico mediocentro, destrozó la débil defensa del Betis con una diagonal que culminó con una vaselina ante Rui Silva tras dos controles con la cabeza. El gallego es una de las revelaciones de la Liga, exquisito técnicamente y con gol. En la primera vuelta ya le marcó al conjunto verdiblanco en Balaídos.
El Celta fue un ciclón en el inicio de la segunda parte. Sus jugadores parecían aviones ante un Betis superado. Marcó de nuevo Gabri, que dio un recital, y Aidoo hizo el 2-4. Con todo perdido, el Betis peleó en busca de acortar distancias. Lo hizo Fekir, de penalti por manos de Mingueza, y todo fue triste en un final muy feo. Ya no estaba Gabri, el señor del partido, que tuvo que salir del campo por unos problemas estomacales. Y sí un Betis que en inferioridad estuvo a punto de empatar y que tuvo que hincar la rodilla por segunda vez consecutiva en esta semana. El Celta, que había hecho cinco goles fuera de casa en toda la Liga, le hizo cuatro al Betis.
“Nos faltaba volumen ofensivo y lo encontramos hoy, pero perdimos la fuerza en defensa. Así que tenemos que ser algo más equilibrados”, aclaró Pellegrini, entrenador del Betis. El chileno se refirió a la roja a Luiz Felipe por un manotazo a Aspas. “Creo que el árbitro no ha influido en el resultado del partido, pero también debo de decir que una de las cosas a mejorar en LaLiga es evitar que los jugadores finjan y engañen a los árbitros”, aclaró. “Hace muchos meses que no remontábamos un resultado y lo hemos hecho ante un un gran equipo como el Betis. Creo que ha sido una victoria justa”, afirmó, por su parte, Carlos Carvalhal, preparador del Celta.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
